La Comunidad de Madrid: 20.000 millones de presupuesto y el 19% del PIB esperan el dedazo de Rajoy
Madrid lleva un mes y medio sin Gobierno. Desde el 21 de marzo, en que se publicó la primera información del máster falso de la entonces presidenta, Cristina Cifuentes. Ese día se paró el reloj de la gestión en la Comunidad, una autonomía que aporta un 18% del PIB a la economía española, y maneja un presupuesto de 20.000 millones de euros cada año. Lo admitió la propia Cifuentes en mitad del escándalo durante una convención del PP en Andalucía: “Este asunto está distorsionando la acción del Gobierno. Confío en que podamos estar en las tareas de gestión y de Gobierno”.
Y lo ha ratificado en las últimas horas su sustituto interino, Ángel Garrido, al admitir que estos días su gabinete se dedica a gestionar el día a día sin pensar en proyectos a medio plazo, mientras espera a que se encuentre una salida definitiva a la crisis institucional.
La solución, como todo en el PP, depende de Mariano Rajoy sin que los órganos del partido –los nacionales y los de la organización en Madrid– vayan a tener más papel que el de ratificar la decisión del líder. La Autonomía entera depende de esa decisión. La presidenta de la Asamblea, Paloma Adrados, se limita a seguir el calendario que le marca el partido. El lunes por la tarde iniciará la ronda de contactos, tras el Comité Ejecutivo Nacional del PP. Los tiempos están perfectamente medidos.
Rajoy fue también quien decidió –sin primarias ni ningún otro proceso interno–durante la primavera de 2015 que Cifuentes fuese candidata al Gobierno regional en detrimento de Ignacio González. Fue el presidente quien eligió aguantarla en el puesto para tratar de desgastar a Ciudadanos y presentarlo como aliado de la izquierda radical durante el penoso mes de abril en el que la presidenta se iba achicharrando públicamente con cada nueva revelación sobre su máster. Hasta que al final decidió enviar a su número dos en el PP, María Dolores de Cospedal, a comunicarle a Cifuentes que su tiempo se había acabado la mañana en la que se publicó el famoso vídeo del robo de las cremas.
Así que solo Rajoy sabe quien será el relevo, mientras el partido se entretiene en quinielas. Los dirigentes del PP avisan de que el lunes, sino antes, habrá noticias en la reunión del comité ejecutivo nacional. Lo que queda del partido en Madrid aceptará lo que diga el líder sin rechistar, tal y como han señalado los portavoces. Ciudadanos ya se ha comprometido a apoyar al que presente el PP, con el argumento de que eso es lo que han votado los madrileños sin ni siquiera esperar a conocer el nombre.
El futuro de la autonomía se decide desde una planta noble de Génova 13 unos pisos más arriba de la sede del PP regional, en el despacho de Rajoy, que además designará un presidente con fecha de caducidad porque el candidato de verdad, el que peleará las autonómicas frente a Ciudadanos –desatado últimamente en las encuestas– lo desvelará tras el verano. En este contexto, todos los partidos dan ya la legislatura por rematada y asumen que se avecina una larguísima campaña electoral.
Íñigo Errejón, previsible candidato de Podemos a la presidencia de la Comunidad, pone el acento en la complicidad de Ciudadanos. Y habla de una legislatura muerta: “El presidente del Gobierno ha decidido trasladar la situación de bloqueo en la política española a la política madrileña y esto solo puede ser así gracias a Albert Rivera. Porque el PP no tendría números para mantener ese bloqueo, pero Ciudadanos ha decidido que le conviene más alentar y permitir el bloqueo hasta la podredumbre”, sostiene Errejón, que pronostica “un vacío de poder, con un presidente interino pero sin Gobierno”.
Para los socialistas, Rajoy ha dejado Madrid a merced de “los tiempos que convienen al partido”. “Es poco entendible que, por un intento de ganar tiempo o marcar lo que viene bien al PP llevemos un mes con una parálisis de gobierno total”, apunta el secretario general del PSOE de Madrid, José Manuel Franco. El partido extiende ese bloqueo también al poder legislativo. “No se están celebrando comisiones y no hay sesiones de control. El día 10 se ha convocado sin preguntas”, concreta.
Podemos y PSOE no quieren dar por amortizada la legislatura pero consideran que los grandes esfuerzos del PP se pondrán en salvar la transición hacia 2019 y potenciar el desembarco de candidatos. Errejón pronostica, en este escenario, un “vacío de poder, con un presidente interino pero sin Gobierno”. “En la legislatura no ha habido ni leyes ni proyectos que recordar sino una campaña permanente de marketing de la presidenta; y si se va la presidenta, no hay nada”. “La sensación de que puede estar casi amortizada, pese a que queda un cuarto, tiene que ver con que no va a haber un cambio real de gobierno. Son los mismos con distintas caras”, apunta Franco.
Freno a la carrera preelectoral
Los interlocutores sociales aseguran que el parón evidente en la agenda de la expresidenta durante el mes de crisis no se ha reproducido en los cargos intermedios, las personas encargadas de las tareas de gestión del día a día y a quienes el presidente en funciones dedicó el discurso más institucional del Dos de Mayo. La situación de vacío de poder, de “shock” para muchos en el partido, no dejaba muchas más opciones.
“Los procesos de negociación no se han visto fuertemente alterados pero sí los resultados. Desde que estalló el caso máster no ha habido ni una foto. No estaban en disposición”, explica Rosa Cuadrado, responsable de la federación de Sanidad de CCOO Madrid. UGT tampoco ha notado grandes cambios en “la actividad de las direcciones generales”. “Las cosas han seguido funcionando en una dinámica similar que no es una gran interlocución”, explica Teresa Jusdado, del sector de Enseñanza.
El sindicato asegura que, al margen de la crisis de Gobierno, hay cuestiones que ya no estaban funcionando antes. “Firmamos y ratificamos un acuerdo sectorial de enseñanza en junio del año pasado y siguen sin aplicarnos algunos de los puntos, como el aumento de la retribución por sexenios”, ejemplifica. “Tenemos pendiente que nos convoquen, y eso evidentemente no ha ocurrido en el último mes”, zanja.
En general, los sindicatos perciben una “ralentización” de la “carrera preelectoral que había emprendido Cifuentes” antes del 21 de marzo. Apenas una semana antes, Cristina Cifuentes anunció un megaproyecto de reforma del hospital público La Paz que se ha torcido antes de empezar –el concurso para el diseño del nuevo centro ha quedado desierto– y una nueva bajada de impuestos. La maquinaria acababa de ponerse en marcha cuando el asunto del máster obligó a detenerla abruptamente. Los intentos por reactivarla fueron tan breves como el tiempo que pasaba hasta que el caso máster daba un nuevo titular.
En su último Consejo de Gobierno –un día antes de la dimisión– Cifuentes intentó dejar atada la legislatura a riesgo de que Génova decida que sea otro y no su mano derecha, Ángel Garrido, quien tome las riendas del Gobierno de la Comunidad de Madrid hasta 2019. Así, los consejeros aprobaron el pasado 24 de abril el Plan Anual Normativo, que recoge la previsión de iniciativas para este año que viene. Redactarlo es una obligación administrativa y hay que presentarlo antes de que acabe el mes de abril.
El mensaje del Gobierno en funciones es unánime: no hay presidenta pero sí programa hasta que acabe el mandato. El presidente transitorio, Ángel Garrido, se esfuerza estos días en aparentar estabilidad institucional sin arrogarse demasiado protagonismo. El PP designará un candidato antes del lunes pero, hasta entonces, Garrido no se quita el traje de la institución.
Esta situación de incertidumbre, más allá de estrategias electorales, no interesa a nadie. Tampoco a los empresarios, que aunque no quieren “entrar a nivel político” piden “que se genere estabilidad institucional cuanto antes”. “En esta situación las empresas siguen trabajando y generando empleo. La estabilidad institucional favorece la generación de riqueza y empleo, sería importante cerrar cuanto antes este periodo. No podemos perder el tiempo, en la Comunidad tenemos 300.000 desempleados a los que ofrecer oportunidades”, asegura Francisco Aranda, portavoz de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM).
El 'código Mariano' se basa en decisiones lentas. En una acción que solo se pone en marcha cuando la situación sobrepasa todos los límites. El presidente tardó 35 días en señalar a Cifuentes la puerta de salida. Y ya van otros diez sin Gobierno. La región, de más de seis millones de habitantes, se mantiene en compás de espera desde hace un mes y medio. El futuro de la autonomía se falla en un despacho de Génova 13 y solo depende de un hombre.