Las derechas necesitarían una investidura exprés después del 28A para poder parar la exhumación de Franco
La fecha del 10 de junio como momento fijado para la exhumar a Franco ha sido elegida con la máxima cautela. La decisión anunciada este viernes será efectiva después de las elecciones generales del 28A, pero sin dejar casi ningún margen para que un virtual Gobierno de las tres derechas pueda revertirla. Solo un acuerdo exprés entre esas tres formaciones en pleno proceso electoral para las europeas, autonómicas y municipales podría abrir la puerta a un cambio en la decisión. Para ello, Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal tendrían que acelerar sus acuerdos de Gobierno al máximo y pisar el acelerador para que ese hipotético Gobierno llegase a tiempo de estrenarse consolidando la presencia del dictador en el Valle de los Caídos. Frente a ese escenario, la opción más probable es que la decisión adoptada hoy sea ejecutada por el actual Gobierno del PSOE en funciones.
La constitución del Parlamento está fijada para el próximo 21 de mayo. Tras esa reunión se abrirá un plazo de cinco días para la configuración de los grupos parlamentarios y su inscripción en el registro de la cámara. Esos requisitos nos acercan a la semana del 28 de mayo, en la que las formaciones políticas deberían empezar a hablar sobre la posibilidad de sumar sus fuerzas para investir a uno u otro presidente. Hacerlo antes es improbable debido al clima electoral para los comicios del día 26. El proceso de investidura solo es rápido cuando un partido gana las generales por mayoría absoluta, algo que todas las encuestas descartan en esta ocasión.
En caso de que las tres derechas sumen lo suficiente como para proponer la presidencia de uno de sus tres líderes, el acuerdo deberá producirse de manera instantánea, si el objetivo perseguido es llegar a tiempo para que un nuevo Consejo de Ministros pueda deshacer la decisión adoptada sobre Franco.
Dando por hecho que los números sumen para la derecha y el entendimiento llegue en tiempo récord, Partido Popular, Ciudadanos y Vox aún tendrían otro escalón que salvar: convencer al rey para participar de esa velocidad y que el monarca proponga a un candidato a la investidura sin excederse en las rondas de contactos previos con las formaciones políticas.
Si Felipe VI propone un candidato la última semana de mayo, quedaría tiempo para que durante los primeros días de junio se produzca la sesión de investidura. Aún así. se trata de plazos muy ajustados que exigen una mayoría clara tras las elecciones y el compromiso de las fuerzas de la derecha de olvidar todas sus diferencias para primar la velocidad unidos por un objetivo: dejar a Franco donde está.