El expresidente de la gestora celebra que Pedro Sánchez pacte ahora con Rajoy
El presidente asturiano, Javier Fernández, ha vuelto a Madrid. Poco más de medio año después de acabar su mandato al frente de la gestora que se hizo con las riendas del PSOE tras la caída de Pedro Sánchez, Fernández ha celebrado de forma sibilina que el tiempo le haya dado la razón. O es lo que él considera después del entendimiento que ha alcanzó Sánchez con Mariano Rajoy ante el desafío independentista.
“Hace un año, cuando estábamos debatiendo en el seno del PSOE, si hacíamos posible un Gobierno del PP, dije que había algo peor de un gobierno en minoría de Rajoy que un gobierno en mayoría –ha comenzado Fernández–. Añadía que Rajoy había acreditado que con mayorías no negociara. Lo que está pasando es que tiene que negociar. Algo, poco, negoció conmigo y ahora está negociando con la nueva dirección, que puede resultar sorprendente con las posiciones que se mantenían”.
Esa ha sido la primera pulla que ha lanzado Fernández en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum: “Yo no estoy para juzgarlo sino para comprenderlo”, ha dicho en el acto, al que cinco miembros de la Ejecutiva del PSOE, pero de un perfil bajo.
Preguntado directamente sobre el portavoz del PSOE, Óscar Puente, que dijo que Fernández había tenido “el culo el pompa” con el PP, Fernández ha evitado contestarle. “Es evidente que yo pacté. Está bien cuando se rectifica y se rectifica en la buena dirección”, ha dicho el presidente asturiano, que ha mostrado su total acuerdo con Ferraz en lo que respecta a la posición que han mantenido los socialistas en Catalunya ante el desafío independentista. En cuanto a los pactos, Fernández también se refería a que Ferraz esté abierto a llegar a acuerdos con Moncloa sobre financiación autonómica y cuestiones relativas al agua.
Fernández es el presidente autonómico más alejado de Sánchez desde la convulsión interna del año pasado. El jefe del ejecutivo asturiano, que no se presentó a la reelección como secretario general y que ya ha anunciado que no concurrirá en las elecciones de 2019, ha admitido que lleva dos meses sin hablar con el líder de su partido, aunque le ha restado importancia: “Yo solo soy presidente de Asturias, no estoy al frente de la federación asturiana; si lo estuviera, hablaría más a menudo”.
El expresidente de la gestora ha elegido a Alfredo Pérez Rubalcaba como presentador del acto. Ambos mantienen un estrecho vínculo de amistad. Fernández ha aprovechado las preguntas de los periodistas para reivindicar a los referentes históricos del PSOE, casi todos alejados de la nueva dirección. El propio Rubalcaba aseguró este lunes que en Ferraz le “habían puesto como un trapo”. Justificó no haber informado a la dirección de su encuentro con la líder del PDeCAT, Marta Pascal. La ausencia de explicaciones generó malestar en las plantas nobles de Ferraz, donde afeaban al exsecretario general que no hubiera llamado a Sánchez para informarle de su conversación. Miquel Iceta sí se puso en contacto con él tras la publicación en eldiario.es.
A Fernández le han preguntado si, como Felipe González, se siente huérfano de dirigentes que le representen en la actualidad. El presidente asturiano ha evitado responder directamente, pero ha aprovechado para mandar un mensaje a Sánchez: “Me reconozco mucho en Felipe González. En él y en otros dirigentes del PSOE. Creo que todos, incluida la dirección actual, debe preservar ese activo y estoy seguro que están en ello. Un partido no puede prescindir de sus referentes por muy nuevo que se autodenomine”. El comentario se refiere a la actual dirección socialista, que reitera que hay un “nuevo PSOE”.
Defiende cambiar la Constitución, pero lo ve “muy difícil”
El presidente asturiano también ha evitado pronunciarse sobre el ascenso de Ciudadanos en las encuestas mientras que Rubalcaba y otros dirigentes sí avisan a Ferraz de que Albert Rivera no solo 'pesca' en el PP sino que también se lleva votantes socialistas. “Ni el PSOE ni otro partido debería de incorporar el miedo demoscópico porque eso te lleva a posiciones cortoplacistas”, ha avisado Fernández, que ha pedido una “visión estratégica a medio plazo”. “El PSOE deberÍa hacer lo que hizo siempre: actuar como un jano político, con una mirada hacia Podemos para competir en igualdad y con una mirada en el PP para competir en eficacia”.
En su intervención, Fernández ha admitido que es “muy difícil” reformar la Constitución, que él defiende en consonancia con la dirección socialista. Esa propuesta se convirtió en el principal objetivo de Sánchez para esta legislatura, pese a que sus socios potenciales lo han enfriado. Por eso Fernández ha dedicado buena parte de su intervención a la reforma de la financiación autonómica, un reto que ve más factible, aunque también quiere que los principios generales se recojan en el nuevo texto constitucional.