Feijóo pide al PP no relajarse para liderar las encuestas hasta las generales
“Vamos por el buen camino”, insistió este martes el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, en su discurso de balance del curso político durante el Comité Ejecutivo Nacional de la formación que lidera. En cuatro meses, los que lleva al frente del PP tras el cisma que acabó con la expulsión de su predecesor, Pablo Casado, el ahora jefe de los populares no solo cree haber logrado recuperar la “cohesión interna” que saltó por los aires a principios de año, sino también situarse como una “alternativa viable” y “seria” frente al “guirigay” del Gobierno.
“No lo dudan la mayoría de los ciudadanos, ni la mayoría de las encuestas, no lo duda ya el CIS [que, en su último barómetro, el de julio, le dio como ganador por primera vez] y, por sus últimos movimientos, todo parece indicar que no lo duda ya ni el señor [presidente del Gobierno, Pedro] Sánchez”, dijo Feijóo ante la plana mayor de su partido. Su mensaje fue claro: el trabajo de los próximos meses del conjunto del PP debe estar dirigido a mantenerle ahí, al frente de los sondeos, hasta las generales previstas para finales de 2023 o principios de 2024. Más de un año de “duro trabajo”, según las palabras que utilizó él mismo este martes.
Feijóo pidió a los suyos no confiarse. “No hemos logrado nada”, dijo, refiriéndose a las encuestas. Pero, a renglón seguido, se vanaglorió de su breve etapa al frente del PP. “No es el 'efecto Feijóo', no es un partido más en el que se escuche 'yo, yo, yo'. Este es un partido que trabaja en base a 'nosotros, nosotros, nosotros'”, apuntó. “Al menos el principio lo hemos hecho bien, lo hemos conseguido. Las cosas están cayendo por su propio peso, Sánchez está centrado en hacer oposición a la alternativa y nosotros en preparar un Gobierno”, añadió.
Con esas palabras, el líder de los populares quiso referirse a los recientes cambios realizados por el presidente del Gobierno en el PSOE, que, a juicio de Feijóo, están directamente vinculados con el alza del PP en las encuestas.
En su última alocución ante el máximo órgano político de su partido antes del parón veraniego, Feijóo enfatizó que “hay un clamor en todos los territorios” para que él sea presidente del Gobierno. Y utilizó las mismas tretas que su predecesor Casado para desacreditar al Gobierno al que acusó de “mentir” y criticó por su pluralidad. “España tiene el peor Gobierno posible porque es débil, sectario e irresponsable”, dijo, en una frase que bien podría haber suscrito el anterior líder del PP. “Nos gobierna con una amalgama de ideologías en la que el escenario es de una lucha de egos que abochorna a cualquiera entre socialistas, sanchistas, yolandistas [en alusión a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz] y pablistas [refiriéndose al exvicepresidente Pablo Iglesias], todo aderezado con nacionalistas, independentistas, antisistemas y Bildu”, concluyó.
“España ya no les escucha porque no les cree”
Sánchez, añadió, “no respeta ni las más básicas instituciones de la democracia”, por lo que considera que, en los próximos meses, ante ese “clamor” que quiere llevarle a él, a Feijóo, a la Moncloa, va a “recurrir al insulto” y a “usar todos los resortes del Estado para frenar el cambio”. “Por más que lo intenten y quieran llamar la atención, recuperar la iniciativa perdida es ya imposible. España ya no les escucha porque España ya no les cree”, remachó.
El líder del PP entró directamente al cuerpo a cuerpo con Sánchez pero también con Yolanda Díaz, que acaba de arrancar Sumar, el proceso de escucha tras el que decidirá si concurre a las generales como candidata a presidenta del Gobierno de todo el espacio a la izquierda del PSOE. “España no está para que su presidente mire de reojo a su vicepresidenta. No está para que la responsable de Hacienda [en alusión a María Jesús Montero, recién nombrada vicesecretaria general del PSOE] se dedique a sumar votos. España no está para que la responsable de empleo [de nuevo, en referencia a Díaz] priorice su campaña personal frente al drama de estar liderando el país con el doble de paro de la UE”, añadió.
Frente a la izquierda, Feijóo se presenta como un líder que “marca la diferencia” con “un proyecto distinto” y “único” en toda España pero que atiende “a los problemas concretos” de cada territorio. La suya, agregó, es una “alternativa viable y sólida”, preparada para “ganar las elecciones autonómicas y municipales” del próximo año. “Nuestra cohesión interna está marcando la diferencia”, apuntó, solo cuatro meses después del mayor cisma del PP de toda su historia. “No nos equivoquemos, sigamos marcando la diferencia, sin conformarnos con lo que otros están haciendo mal. Nuestro principal objetivo es ayudar a que España no caiga en la resignación, con renovadas ilusiones y esperanzas”, recalcó.
Pero también, igual que Casado, Feijóo cerró el curso político cuestionando las ayudas de Bruselas y el futuro de pensiones y sueldos públicos. “Nuestra alternativa es un Gobierno que le diga la verdad a la gente, que le diga qué ajustes está comprometiendo el Gobierno central con Bruselas, que les diga a los pensionistas cómo va a pagar las pensiones, que diga a empleados públicos si les va a congelar o no los salarios”, apuntó. Un Gobierno, remarcó, “que trate a los españoles como adultos y no como niños”. “España no está para estas bromas, para hablar en serio. Y humildemente creo que lo podemos hacer nosotros”, remachó.
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