El exasesor fiscal y exsecretario del Instituto Nóos Miguel Tejeiro, cuya declaración como testigo en el juicio del caso Nóos ha arrancado pasadas las 16.30 horas de este jueves, ha señalado que era “práctica habitual” en la entidad y otras empresas vinculadas, lideradas por Iñaki Urdangarin y su exsocio Diego Torres, fingir la contratación de empleados en aras a simular la actividad de las mercantilesde esta trama. El objetivo era poder así justificar y “ennegrecer” los ingresos que de forma irregular obtuvieron de las Administraciones.
Miguel Tejeiro es al hombre al que Iñaki Urdangarin, Diego Torres y la infanta Cristina decidieron cargar con el muerto de la trama de delitos fiscales y blanqueo de dinero que les ha llevado al banquillo, en sus declaraciones ante el tribunal. Tejeiro es el “asesor fiscal” al que una y otra vez se han referido los antiguos socios durante el juicio como el responsable de llevar por mal camino la filantrópica tarea que habían puesto en marcha con su ONG.
A diferencia de Urdangarin, Torres y la infanta Cristina, Tejeiro ha comparecido como testigo. Justo antes de que comenzara la fase de juicio oral, la última acusación que sobre él pesaba, la de Manos Limpias, fue retirada. De 11 años como cooperador de todos los delitos de Urdangarin y Torres, la acusación popular pasó de un plumazo a eximirle de cualquier responsabilidad. Cuestión de “estrategia procesal”, alegó la abogada Virgina López Negrete.
Miguel Tejeiro es hermano de Ana María Tejeiro, mujer de Diego Torres y que también se sienta en el banquillo de los acusados.
A preguntas del fiscal anticorrupción Pedro Horrach, Miguel Tejeiro ha manifestado que uno de estos trabajadores 'ficticios' era su hija, Patricia Tejeiro, quien estuvo empleada en Nóos Consultoría Estratégica “sin trabajar” después de que Torres y su mujer, Ana María Tejeiro, le ofrecieran una propina mensual de 60 euros al mes durante cerca de un año.
Sin embargo, ha apuntado que en la nómina figuraba que cobraba unos 600 euros y, al ser preguntado sobre qué pasó con el resto del dinero que oficialmente constaba que cobraba, ha asegurarlo no saberlo de forma directa si bien su hermano, Luis Tejeiro, excontable en el Instituto, “me decía que se lo quedaban ellos”, en alusión a ambos exsocios.
Interpelado por la finalidad de esta práctica, Tejeiro ha manifestado que “no era tanto el quedarse ese dinero” sino ser dados de alta en la Seguridad Social para aumentar los gastos deducibles a Hacienda además de disminuir la base imponible y la cuota a pagar en el Impuesto de Sociedades.
En cuanto a su hija, ha manifestado que también a través de su hermano supo que ella había también remitido a una amiga para ejercer también de empleada ficticia, “a propuesta de Torres”. El testigo ha señalado que no cree que el resto de trabajadores cobraran propina como su hijo sino que se prestaron a ello “como favor”.
Niega la supervisión de la Casa Real
El exasesor fiscal de Iñaki Urdangarin, Miguel Tejeiro, ha negado tajantemente, además, que la Casa Real supervisara las declaraciones tributarias del grupo y el IRPF de Iñaki Urdangarin.
El marido de la infanta Cristina y su socio, Diego Torres, cuñado de Tejeiro, declararon como acusados que la Casa Real, a través de Rubio, García Revenga y Romero, supervisaba y avalaba todas las actividades del Instituto Nóos y las empresas de su grupo. También la infanta Cristina apuntó a Zarzuela: “Todo lo que hacíamos estaba controlado”.
Miguel Tejeiro ha asegurado en cambio que nunca ha visto al asesor fiscal de la Casa Real Federico Rubio y que solo habló con él “dos veces” porque le pasó los datos tributarios de Iñaki Urdangarin relativos a los bienes que compartía con su esposa, la infanta Cristina, para la declaración de IRPF de la hija del Rey Juan Carlos.
También ha manifestado al tribunal que nunca ha tenido ningún contacto con el secretario de la infanta Carlos García Revenga y que toda su relación con el abogado del Rey Juan Carlos, José Manuel Romero, fue una comida junto con Urdangarin sin contenido relevante.