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Un general de Ceuta reproduce parte de un discurso de Franco de 1931 para instar a cumplir las órdenes aunque no gusten

Gonzalo Testa

Ceuta —
9 de diciembre de 2022 18:56 h

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“¡Disciplina!... Nunca bien definida y comprendida”. El general de Brigada Fernando Rocha y Castilla, segundo jefe de la Comandancia General de Ceuta, ha pronunciado este año en el acuartelamiento de García Aldave, cuna de La Legión, un discurso con motivo de la festividad de la Inmaculada Concepción, patrona de Infantería, reproduciendo parte del pronunciado hace 91 años en Zaragoza por el a la postre dictador y entonces general Francisco Franco.

El 14 de julio de 1931, con motivo de la disolución por Manuel Azaña de la Academia General Militar que dirigía, Franco exhortó a los cadetes a tener “¡disciplina!” incluso “cuando el pensamiento aconseja lo contrario de lo que se nos manda, cuando el corazón pugna por levantarse en íntima rebeldía, o cuando la arbitrariedad o el error van unidos a la acción de mando”.

Este domingo, Rocha y Castilla (Ceuta, 1963), que en los ochenta cursó estudios en el mismo centro de instrucción militar aragonés reabierto en 1940, reprodujo parte de las palabras de Franco para reclamar a la tropa la misma posición “a pesar de que no estemos de acuerdo con la orden que se nos da, aunque pensemos que nuestro jefe se ha equivocado y creamos que debería hacerse de otra manera”.

Según ambos, en esos momentos de contradicción está el “verdadero valor” de la disciplina, en los momentos en los que “la mente nos aconseja lo contrario de lo que se nos manda... y acatamos la orden”, según la variación de Rocha, que a lo largo de su carrera ha formado parte de la Guardia Real y participado en misiones internacionales en Bosnia, Afganistán y Líbano.

Si Franco pidió a los suyos que fueran “paladines de la lealtad, la caballerosidad, la disciplina, el cumplimiento del deber y el espíritu de sacrificio por la Patria”, el general ceutí, diplomado en el Mando de Unidades Paracaidistas y de Operaciones Especiales, ha concretado en tres los “valores fundamentales” de cualquier infante contemporáneo: “Disciplina, lealtad y ejemplaridad”.

El primero, para acatar las órdenes cuando se discrepa. El segundo, “a los jefes y a los subordinados” para “intentar ser siempre justos y dar a cada uno lo que le corresponde o lo que le toque en ese momento sin dejarnos llevar por falsos amiguismos, el cariño hacia alguna persona o Unidad o a una determinada forma de ser de un subordinado...”. La ejemplaridad como clave para “tener cohesión” porque “una Unidad cohesionada será sin duda mucho más temible”.

Pregunta parlamentaria al Gobierno

El senador designado por las Cortes Valencianas Carles Mulet (Compromís) ha denunciado este viernes en una pregunta por escrito al Gobierno de Pedro Sánchez que la alocución de Rocha fue “una adaptación, en algunos tramos literal y en otros claramente inspirada cambiando simplemente palabras, de una del genocida Francisco Franco”.

Desde su punto de vista “es un nuevo ejemplo de cómo el franquismo continúa bien presente en ciertos estamentos militares”, por lo que ha interpelado al Ejecutivo para saber “qué propuesta tiene para que los discursos de Franco dejen de inspirar a militares como el general segundo jefe de la Comandancia General de Ceuta y que sus referentes sean democráticos”.

Fuentes de la Comandancia General de Ceuta, donde Rocha tiene una imagen muy alejada de los estereotipos ultras, han advertido que más allá de la frase en la que literalmente parafrasea al dictador, su mensaje fue “en realidad, muy moderno, que alusiones que seguramente habrán disgustado a los más 'vieja guardia', defendiendo la necesidad de la disciplina pero aceptando la discrepancia con una orden que se pueda creer equivocada”.

Mulet ha preguntado durante las últimas semanas en varias ocasiones al Gobierno central por distintos vestigios franquistas existentes en propiedades del Ministerio de Defensa, propietario de un tercio de la reducida superficie (19 kilómetros cuadrados) de la ciudad autónoma.

Margarita Robles visitó por primera vez a finales de noviembre la localidad norteafricana española y durante los días previos a su viaje se probó cómo quedaría una gran bandera española cubriendo los nombres de los cuatro “héroes” de La Legión a los que se ensalza en un pedestal ante la vista de todo el mundo en el cuartel legionario del Serrallo: Franco, Millán Astray, Valenzuela y Suceso Terreros.

Finalmente la Comandancia renunció a ocultarlos y anunció que no se taparía “nada de ningún monumento” por la visita de la ministra. “Cumpliremos lo que se nos ordene, pero no está previsto actuar hasta que se reciban instrucciones”, indicaron fuentes del estamento militar.