Inés Sabanés: el cerebro de Madrid Central da un paso atrás después de una vida dedicada a la política
Inés Sabanés (Cubells, Lleida, 1953) da un paso atrás. Tras una vida dedicada a la política activa, la dirigente de Verdes Equo y diputada de Más País los últimos tres años pone punto y final a su etapa en la primera línea institucional donde ha ocupado bancada en las tres administraciones del estado: nacional, autonómica y municipal. Sabanés se retira por “motivos personales” con 70 años. Se va con una larga lista de servicios en la política, siempre ligada a la izquierda y al ecologismo. En sus hitos está el de haber puesto en marcha el primer área de bajas emisiones en Madrid como delegada de Medio Ambiente del Gobierno de Ahora Madrid con Manuela Carmena como alcaldesa.
“Se trata de una decisión personal que ya estaba tomada antes del adelanto electoral. He sido abuela y siente que ya es hora de dejar paso a otros perfiles dentro del partido”, explican desde Verdes Equo sobre la decisión de retirarse, si bien seguirá ligada al partido y participando en los actos en los que se la necesite.
Catalana de origen y vallecana de adopción, Sabanés ha terminado su etapa en la vida política como la empezó: como diputada nacional del Congreso. Allí regresaba en 2019 de la mano de Más País con Íñigo Errejón, con quien Verdes Equo había llegado a un acuerdo de coalición tras romper con Unidas Podemos. Sabanés volvía a la Cámara Baja 23 años después, donde había sido diputada por Izquierda Unida entre 1996 y 1999.
En ese impás de tiempo hasta su vuelta al Congreso, Sabanés se empleó a fondo en la política regional y municipal de Madrid. Primero como concejala de IU en el Ayuntamiento de Madrid durante ocho años (1999-2007) y después como diputada y portavoz en la Asamblea de Madrid por esta misma formación entre 2007 y 2011, un periodo en el que denunció sistemáticamente la corrupción de la época de Esperanza Aguirre. Ese año, Sabanés abandonó sus cargos orgánicos en Izquierda Unida, una decisión que justificó en “el distanciamiento con una organización en la que los compromisos de cambio se han diluido en el tiempo”.
Fue en 2015 cuando por primera vez formaría parte de un gobierno después de que Verdes Equo se sumase a la candidatura de coalición liderada por Carmena y en la que también estaban Podemos, que había nacido un año antes, e IU, entre otras formaciones y movimientos ciudadanos. Ahora Madrid fue la sorpresa de aquella noche electoral de hace ocho años y lograba hacerse con el bastón de mando de la ciudad tras dos décadas de gobiernos ininterrumpidos de la derecha.
En aquel gobierno inesperado, a Sabanés le tocó entonces ponerse al frente de la delegación de Medio Ambiente y Movilidad en una ciudad con altos índices de contaminación, a la que Bruselas había dado tirones de oreja en numerosas ocasiones y donde el coche era el protagonista de las calles. El reto estaba servido.
En 2019, otra vez como independiente de Verdes Equo se sumó a la lista de Más Madrid liderada por Carmena, que se presentaba a la reelección en la capital. Aunque Más Madrid ganó las elecciones, no pudo gobernar al no poder sumar los apoyos suficientes para una mayoría absoluta. Cuatro meses después, el anuncio de Íñigo Errejón de dar el salto a la política nacional con Más País la llevó a formar parte de su candidatura como número tres. La formación solo sacó dos escaños, pero la renuncia de Marta Higueras como número dos, hizo que tomase posesión como diputada nacional y renunciase a su acta de concejal.
Madrid Central, renaturalización del Manzanares y Bicimad
Su cartera y su impulso por cambiar la dinámica 'cochista' de Madrid, llevó a Sabanés a tener un rol clave en el Gobierno de Carmena. Su hito más importante fue la puesta en marcha del área de bajas emisiones Madrid Central, que aunque el PP llevó a los tribunales y la tumbó, el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida ya no ha podido revertir por exigencias de la Unión Europea.
Madrid Central llegó tarde, cuando ya quedaba poco para terminar la legislatura, y todos los consultados le confieren a Sabanés el empeño de sacar adelante una medida a la que se opuso toda oposición de derechas y a la que puso piedras en las ruedas el funcionariado del consistorio tras dos décadas al servicio del PP. La medida es a día de hoy incuestionable y ha ayudado a que Madrid cumpla por primera vez los niveles de calidad del aire que exige Bruselas.
Pero Madrid Central no es la única medida que ha dejado huella en la ciudad y tiene el sello de Inés Sabanés. La renaturalización del río Manzanares fue otro de los grandes éxitos de su gestión al frente de la delegación de Medio Ambiente y Movilidad. Desde que el Gobierno municipal de Ahora Madrid autorizase que se abrieran las compuertas de las presas, la recuperación fue todo un éxito medioambiental. Primero, aparecieron islas y orillas, que en seis meses se empezaron a cubrir de eneas, carrizos, álamos y sauces de cinco especies; la calidad del agua mejoró y la población de peces como el barbo creció; con ello, aumentó la cantidad y variedad de aves: hoy hay unas 68 especies; se liberaron tortugas y hasta volvieron las nutrias. Otro hito que el Gobierno de Almeida no ha podido revertir.
Sabanés también endureció el protocolo por picos de contaminación y empezó el camino para remunicipalizar Bicimad, el servicio público de préstamo de bicicletas. Todos estos logros, la convirtió en foco de los ataques del PP, que se querelló contra ella por esta gestión de las bicis eléctricas al denunciar sobrecostes en la operación. La cacería judicial a la que trató de someterla un Almeida entonces portavoz de la oposición, fue archivada. En un momento dado, y ante el ruido mediático por este caso, Sabanés puso a disposición de la alcaldesa su cargo.
Lo que no pudo Sabanés es revertir el problema de la suciedad en la ciudad. Y aunque lo intentó con soluciones intermedias, no pudo hacer nada con los contratos integrales que la anterior alcaldesa Ana Botella había firmado en 2013 y que se extendían hasta 2021.
Ahora Sabanés, licenciada en Educación Física de formación, se retira para dejar paso a las nuevas generaciones. Se va con una cartera de servicios a la vida pública que a más de uno le gustaría tener en el currículum.
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