El expresidente de Madrid (1983-1995) Joaquín Leguina defiende en una entrevista con Efe que el PSOE y el PP “tienen que abrirse” y salir de la endogamia que, por ejemplo, ha llevado a que Elena Valenciano vaya a ser cabeza de lista en las europeas.
“O se abren o mueren los dos partidos”, asegura Leguina.
A su juicio, la candidatura de Valenciano evidencia que el PSOE sigue “jugando en un terreno acotado y endogámico”, dentro del cual no le “parece mal” esa elección, pero advierte de que su partido debe abrirse “o puede desaparecer”.
Dice que al PP “le pasa algo parecido, con menos agudeza”, pero que “tiene la misma enfermedad”, y pone un nuevo ejemplo en los líderes del PP y del PSOE andaluces (Juan Manuel Moreno y Susana Díaz), a los que reprocha no haber “trabajado nunca” fuera de sus respectivas organizaciones políticas.
“No podemos seguir así, que se lo metan en la cabeza. Si te metes (en un partido), algún oficio tienes que tener antes; me da igual peón caminero que ingeniero de caminos, pero tienes que haber trabajado fuera”, clama este doctor en Ciencias Económicas y en Demografía, estadístico superior del Estado desde 1969, puesto al que regresó tras abandonar su escaño en el Congreso en 2008.
Presidente de la Comunidad de Madrid durante doce años y durante once secretario general de los socialistas madrileños, Leguina es también un prolífico escritor de narrativa y ensayo.
Con el título “Historia de un despropósito. Zapatero, el gran organizador de derrotas”, acaba de publicar un análisis de la política de la última década, en el que propone prohibir que los políticos intervengan en decisiones sobre contrataciones o concesiones administrativas de obras y servicios públicos para impedir al corrupción.
También aboga por que las primarias abiertas sean obligatorias por ley en todos los partidos; avanza que participará en las que celebrará el PSOE en noviembre para elegir a su candidato a la presidencia del Gobierno y promete que “cuando se presenten todos” dirá a quién va a votar.
De los nombres que se barajan sólo elogia el “currículum dentro y fuera” del partido del secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, del que dice que “por supuestísimo” que tiene derecho a presentarse y que le “parece muy bien” que esté dispuesto a pelear por ello.
No obstante, señala que Rubalcaba ha sido el “mal menor” y que, a excepción del “éxito que ha tenido en Cataluña, donde ha encarrilado las cosas”, no ha acertado en la renovación del “discurso” y el “proyecto político” del PSOE, quizá porque “no tiene apoyos suficientes solventes”.
Sostiene Leguina que su partido “no se ha centrado lo suficiente” y critica que sus dirigentes no quieran admitir que la mayoría los 4,5 millones de votos que perdió en 2011 se fueron al PP.
“No quieren aceptarlo y se creen que tienen el hueco por la izquierda, pero lo tienen por la derecha”, afirma.
En su opinión, el PSOE tiene que “enterrar el zapaterismo para poder recuperarse” y, aunque cree que “puede ganar” las próximas elecciones europeas, aventura que lo haría con un “resultado malo” y que puede producirse una “debacle para los dos grandes”.
Partidario del bipartidismo -“cualquier persona sensata debe serlo”, dice-, Leguina explica que “eso no quiere decir que sean siempre los mismos partidos” y que el PP y el PSOE pueden ser “sustituidos”.
En un repaso de otros partidos, considera que IU “carece de un discurso coherente” y admite que él “no pondría una tienda de comestibles” con sus actuales dirigentes.
De UPyD critica que sea un partido “personalista, en torno a su lideresa, Rosa Diez,”, que dice “lo que a la gente le gusta oír”, lo que en su opinión es la “antipolítica” y él no les votaría nunca.
Defiende que Ciudadanos “es otra historia”, que su líder, Albert Rivera, es un joven “valioso” e “inteligente” y reitera, como ya hizo en las últimas autonómicas, que si él “estuviera en Cataluña les votaría”.
“Esa gente es valiente, coherente y de una moderación que me gusta, aunque me gustaría que estuvieran un poco más a su izquierda, pero su líder es una persona valiosa y nada pretenciosa, humilde, como debería ser un político; me parece un tipo que no se debería desperdiciar”, argumenta.
Asimismo califica de “decentes” y “valiosos” a algunos fundadores del partido Vox, como Alejo Vidal Cuadras y Santiago Abascal, a los que dice que no va a votar “porque son de derechas”, pero que “son gente decente, con la que se puede hablar y se puede entender uno”.
En la entrevista, Leguina reconoce que la presidenta andaluza Susana Díaz “ha dicho algunas cosas muy sensatas, lo cual es novedad dentro del PSOE y se agradece”, pero hace hincapié en que “no le van a dar el Nobel este año”.
Sobre el asunto de los ERE en Andalucía, opina que Chaves y Griñán “han pagado las responsabilidades políticas” que tenían y pone la mano en el fuego en favor de que “ninguno de ellos se ha llevado un duro”.
Respecto al PP, opina que Rajoy “se parece demasiado a Zapatero” y que “es menos aventurero, pero igual de arbitrario”.
Tras reprocharle que tenga un Gobierno “flojísimo, mucho más flojo que la media de los votantes y militantes del PP”, y que diga que “no se enteraba de nada” en el caso Bárcenas, asegura que nunca ha “entendido cómo aguanta a una persona como María Dolores de Cospedal”.
Leguina, que reconoce que “se alegra” del desencuentro que supuestamente viven Cospedal y Rajoy, añade que espera y desea que la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha “salga por pies en las próximas elecciones autonómicas y desaparezca de la política española”.