Oriol Junqueras renuncia a defenderse y utiliza el juicio para erigirse en auténtico líder del independentismo
Oriol Junqueras i Vies, líder en prisión de Esquerra Republicana de Catalunya, ha optado por convertir la necesidad en virtud. Convencido de sus pocas posibilidades de escapar a una condena por su papel en el proceso de ruptura con España, Junqueras aprovechó el momento histórico de su declaración para presentarse como el auténtico líder del independentismo, decidido a “asumir las responsabilidades” que impongan los jueces y que éstas no recaigan en “nadie más”. A 1.560 kilómetros del banquillo observa el juicio quien fuera presidente de la Generalitat en el momento del referéndum del 1 de octubre, Carles Puigdemont, líder del sector soberanista heredero de la antigua Convergència que pugna con ERC por imponerse en el escenario que dejó el fracaso del procés.
Se daba por hecho que el líder de ERC no se prestaría al interrogatorio de la acusación popular, ejercida por la formación de ultraderecha Vox, pero la larga intervención de su abogado, Andreu Van den Eynde, durante el trámite de las cuestiones previas, no permitía concluir que Junqueras fuera a renunciar a contestar a la Fiscalía y la Abogacía del Estado.
El principal acusado evitó finalmente someter a contradicción de la Fiscalía las afirmaciones realizadas a preguntas de su abogado, tales como “nada de lo que hemos hecho es delito” o ese “nunca, nunca, nunca, nunca” con el que respondió a la cuestión de si él y el resto de acusados “han aceptado, discutido o asumido en alguna ocasión usar la violencia”. Al mismo tiempo que rechazaba contestar a los fiscales, Junqueras denunciaba en una decena de ocasiones la “silla vacía” con la que el Estado ha recibido las demandas sobre la autodeterminación de Catalunya.
Y como no hay líder sin misión, Oriol Junqueras dejó claro su programa: “La autodeterminación es lo que hemos intentado, intentamos e intentaremos siempre. Incluso sentados aquí, ante este tribunal y las acusaciones que nos hacen”.
Defensor sin fisuras durante su declaración de la consulta soberanista como instrumento para hacer efectiva la voluntad popular, Junqueras dio sin embargo un rodeo para referirse a la Declaración Unilateral de Independencia. Su abogado le preguntó cuál fue el significado de la DUI y él respondió que se trataba de “dar cumplimiento al mandato” de las elecciones del 27 de septiembre y de la consulta del 1-O.
Todo ello “se insertaba en la voluntad dialogante que siempre hemos demostrado y que apelaba constantemente a buscar una solución política de carácter multalteral que implicaba, en primer lugar, al Gobierno español y a las instituciones españolas y que fueron unos llamamientos que se hicieron constantemente”.
Esta disertación sirvió de introducción para reivindicar su papel en el procés y la vigencia de su liderazgo ante el sector soberanista: “Lo seguimos haciendo. Y si no, ¿qué hago yo aquí? Asumir las responsabilidades que se me quieran atribuir respecto al referéndum para que no las asuma nadie más y tener la oportunidad de dirigirme a todos ustedes y a los que nos siguen para intentar explicar una vez más que estamos ante una cuesitón que exige una solución política avalada de algún modo por el voto de los ciudadanos y que tiene que ser respetado. Defender la independencia no es delito”.
Primer mitin de la campaña a las europeas
Hay algo que con seguridad evita Junqueras con su decisión de no contestar a la Fiscalía y la Abogacía del Estado y es caer en contradicciones o asunciones involuntarias del delito, el objetivo principal de los interrogatorios de la acusación. Por este motivo, su defensa considera la decisión como un acierto desde el punto de vista jurídico. También en el plano político, en el que Junqueras ha podido exponer sin cortapisas y en público su ideario tras más de un año en prisión y a las puertas de unas elecciones donde liderará la lista de ERC al Parlamento Europeo.
A su vez, la reivindicación del 1-O de Junqueras contrasta con la desvinculación completa de los trabajos de preparación del referéndum que hizo el exconseller de Interior Joaquim Forn, candidato de JxCat a la alcaldía de Barcelona el 26-M y que se medirá en las urnas con la ERC de Junqueras. En plena competición entre ambas formaciones para liderar el espacio independentista, Forn deslindó el ejercicio de su cargo como conseller de su apoyo del 1-O, que limitó a su “compromiso político”. En el segundo tramo de su declaración incluso negó haber percibido la declaración de independencia como “el nacimiento de un nuevo Estado”.
El movimiento de Junqueras tiene otra derivada: su estrategia se enfrenta a la del resto de acusados, que ya tienen decidido contestar a Fiscalía y a Abogacía del Estado. Quedó de manifiesto nada más acabar su declaración, cuando fue relevado en la silla Forn y éste contestó a todos y replicando con minuciosidad y numerosos datos las preguntas del fiscal Fidel Cadena. Fuentes de la defensa de Junqueras buscaban restar relevancia a esa discrepancia al término de la sesión. “Estamos en el siglo XXI y no contestar a la Fiscalía no es declararse culpable. Esto va de derechos fudamentales”, zanjaban.
A lo más que ha alcanzado Junqueras en su defensa jurídica ha sido en negar de forma genérica algunas acusaciones de la Fiscalía. Así, ha rechazado de forma sucinta haber destinado dinero público al 1-O o haber impulsado actos violentos. Además de negarlo, ha dado argumentos políticos, como que Rajoy y Montoro negaron la malversación del 1-O y que renunciaría a su objetivo de la independencia si tuviera que emplear medio violentos.
Por su parte, la defensa del conseller Forn expiraba cierta satisfacción. Durante su declaración habían quedado al descubierto algunos flancos débiles del interrogatorio del fiscal. Fidel Cadena llegó a preguntar Joaquim Forn cuál fue la posición de Òmnium y la ANC sobre la proclamación o no de la DUI, lo que motivó la reprimenda del presidente del tribunal, por una cuestión que se le puede plantear directamente a ambos líderes civiles, sentados en el banquillo. Además, los Jordis ya estaban en prisión cuando se adoptó la decisión objeto de la pregunta.
En otro momento, Cadena tradujo la expresión “ha de celebrar-se”, habitual en el catalán para referirse a un hecho futuro, como un mandato expuesto por los Mossos en un informe referente al 1-O. Sin mostrar nerviosismo en el cuerpo a cuerpo con el fiscal, Forn incluso se ha permitido la ironía cuando Cadena le ha preguntado si su antecesor en el cargo y el resto de consellers que dimitieron a tres meses del 1-O verbalizaron en público su desacuerdo con la vía unilateral. “Lo que sé es que el día del referéndum fueron a votar”, ha lanzado.
En lo que sí coincidieron Junqueras y Forn es en negar cualquier orden política a los Mossos d'Esquadra para facilitar el referéndum, tal y como sostiene la Fiscalía. Forn se explayó además en explicar que los Mossos cumplieron todos los mandatos de la Fiscalía y los tribunales antes y durante el 1-O, que aquel día se produjo el mayor despliegue en la historia de la Policía autonómica e intentó restar dramatismo al relato del Ministerio Público sobre el asedio a la conselleria de Economia. “Los relatos de la acusación son un poco peliculeros”, afirmó al referirse a la salida de la secretaria judicial por el edificio del teatro Capitol, pasando escoltada de una azotea a otra.