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Jupol intenta que un psiquiatra referente de la extrema derecha sea perito en defensa de los policías que mataron a un joven en Vallecas

Tres policías imputados por la muerte a tiros de un joven en su casa de Vallecas

Pedro Águeda

8 de marzo de 2024 15:29 h

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La Audiencia Provincial de Madrid acoge desde este viernes el juicio contra tres policías nacionales que causaron la muerte a tiros a un joven en el rellano de su casa de Vallecas en noviembre de 2021. En la primera jornada, dedicada a las cuestiones previas, el presidente de la sala ha rechazado una pericial que ha presentado la defensa de los policías, que ejerce el sindicato Jupol, y que firma el psiquiatra José Cabrera, tertuliano habitual en programas de televisión y referente de la extrema derecha por sus críticas al Gobierno y la defensa a ultranza de las actuaciones policiales.

Los tres policías se enfrentan a la petición de la familia de Kebyn Brayan Peralta Asencio de diez años homicidio. La Fiscalía rebaja la petición a una condena por homicidio con eximentes, que dejaría la condena en 2 años y medio. El Ministerio Público intentó retirar la acusación, pero tras la decisión de la Audiencia Provincial de enviar a juicio a los policías retomó la acusación con eximentes. La Abogacía del Estado solicita la absolución de los tres agentes. Kebyn falleció a causa de los seis disparos que alcanzaron su cuerpo y que practicaron los policías, según ellos en legítima defensa. La víctima portaba, dicen los agentes, un cuchillo de 12,5 centímetros que apareció roto por el mango y sin huellas.

El juicio se celebra con tribunal del jurado pero es el presidente de la sala, el magistrado Alberto Varona, quien ha negado la pericial de 25 páginas del doctor Cabrera por estar repleta de consideraciones de tipo jurídico que exceden su papel de psiquiatra forense. En sus conclusiones ni siquiera recoge su propia tesis de que los estupefacientes que había consumido Kebyn (70 kilos, 170 centímetros) le hicieron enfrentarse a la Policía con enorme agresividad y que eso justifica que los policías dispararan en 19 ocasiones, alcanzando con seis tiros al joven, de 21 años.

El doctor Cabrera, que fue director de la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid con gobiernos del PP, es tertuliano fijo del programa de Iker Jiménez, haciendo de altavoz de los posicionamientos negacionistas de la extrema derecha en cuestiones como la violencia de género. En uno de sus programas, ante la investidura de Pedro Sánchez, exclamó en directo. “No me sale de los cojones”. En una entrevista a The Objective, el doctor afirmó: “La Policía española saca poco las armas por miedo”.

Los dos abogados de la acusación particular, en representación de los familiares de Kebyn, se han opuesto a la aportación de la pericial del doctor Cabrera porque el psiquiatra describe el estado en el que estaba el joven por el consumo de drogas (MDMA, marihuana y un medicamento similar a la Viagra) en el momento de los hechos, sin que conste en el informe forense cuándo tomó las sustancias y qué efecto tenían sobre él en el momento de los disparos. El magistrado ha aceptado la tesis de que el informe está repleto de consideraciones que exceden al psiquiatra y ha dado la posibilidad a la defensa de los policías de que sea rectificado antes del lunes, cuando se retormará el juicio.

Barrio de Palomeras

Fue la propia madre de Kebyn quien alertó a a situación: Kebyn había amenazado a su hermano y se mostraba muy violento. Bajó con dos de sus hijos a la calle y esperó a la los policías, a los que facilitó las llaves del domicilio. Los cuatro agentes llevaban chaleco antibalas y un escudo protector. Tres de ellos, los que cabían, tomaron un ascensor y accedieron en el mismo instante a la vivienda, en la novena planta de un edificio de diez pisos en el modesto barrio de Palomeras, en uno de los distritos con menos renta per cápita y esperanza de vida de la capital. El cuarto policía subió a pie tres pisos y allí tomó otro ascensor. 

A partir de ahí solo se conoce la versión de los agentes, completada después por los efectivos del Samur y los informes de la Policía Científica y los forenses. Según los agentes actuantes, Kebyn apareció en el salón escondiendo un cuchillo en una manga, con la mirada perdida, antes de abalanzarse sobre ellos pese a las advertencias. Acometía una y otra vez contra el agente que llevaba el escudo y que se ofrecía en primer lugar. Dicen los policías que saltaba e intentaba acuchillarles por encima de la protección y por los laterales. Kebyn medía 170 centímetros y pesaba 70 kilos.

En una de las acometidas, el agente que portaba la protección perdió el control de la misma. Fue entonces, siempre según la versión de la Policía, cuando Kebyn se fue a acuchillar a uno de los agentes que estaba en el suelo del rellano de la escalera, desprotegido. Este policía dice que Kebyn le intentó apuñalar varias veces en la cabeza, pero que él se apartaba y el cuchillo impactaba contra la pared. Que entonces sacó su arma y disparó. Otros dos agentes le imitaron. Cuando el cuarto accedió a la novena planta, Kebyn ya había doblado las rodillas por los disparos de sus compañeros. 

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