La Fiscalía acusa de homicidio con atenuantes a los tres policías que mataron a un joven en su casa de Vallecas
La familia de Kebyn aprecia homicidio sin eximentes y Jupol, que ejerce la defensa, y la Abogacía del Estado solicitan el sobreseimiento para los agentes, que dispararon al menos 18 veces al joven armado con un cuchillo de 12,5 centímetros
La Fiscalía de Madrid acusa de homicidio con eximente incompleta a los tres policías nacionales que mataron a tiros a un joven de 21 años en el rellano de su casa de Vallecas el 26 de noviembre de 2021, según ha expuesto el representante del Ministerio Público en la vista que se ha celebrado este viernes en el Juzgado de Instrucción número 1 de Madrid, previa a la celebración del juicio con tribunal del jurado, han informado a elDiario.es fuentes jurídicas.
Los tres agentes se sentarán en el banquillo con esa petición por parte de la Fiscalía mientras que la acusación particular, que ejerce la familia de Kebyn Brayan Peralta Asencio, solicita una condena por homicidio. La defensa de los policías, que ejerce el sindicato Jupol, y la Abogacía del Estado, solicitan el sobreseimiento.
En una próxima vista, las acusaciones concretarán los años de condena que solicitarán por el homicidio y el homicidio con eximente incompleta. El delito de homicidio está castigado con entre diez y quince años de cárcel. La petición de la Fiscalía con la eximente incompleta conlleva la rebaja de uno o dos grados, lo que podría dejar la petición fiscal por debajo de los cinco años de cárcel.
Kebyn falleció como consecuencia de los seis disparos que recibió por parte de tres policías nacionales que dispararon contra él en al menos 18 ocasiones. Los policías habían acudido al barrio de Palomeras, en Vallecas, a petición de la madre del joven, que quería que los agentes calmaran a su hijo o lo sacaran de casa, después de que se hubiera mostrado alterado y violento con su hermano. Los policías alegan que el chico les recibió con un cuchillo de 12,5 centímetros de hoja que intentó clavarles repetidamente, hasta que uno de ellos se vio acorralado y disparó, a lo que siguieron los disparos de los otros dos imputados.
El cuchillo, de proporciones similares al cubierto para la carne, apareció con el mango separado de la hoja y sin huellas. La familia de la víctima cree que los agentes, provistos con un escudo protector, hicieron uso de sus armas de fuego de forma desproporcionada. La representación legal de la familia ha solicitado en la vista de este viernes que se envíe a la Policía Científica los restos de la ropa de Kebyn para profundizar en la trayectoria y cercanía de los disparos, algo que no se ha hecho hasta ahora.
Con todo, el juez Pedro López Jiménez ha considerado que hay indicios suficientes para juzgar a los tres policías. La defensa de éstos solicitó un informe toxicológico para acreditar que la fiereza de Kebyn (1,70 metros de alto y 70 kilos de peso) estaba relacionada con las sustancias que aparecieron en su organismo. El juez aguardó al resultado de ese informe y con él envió el caso a juicio. Al tratarse de un homicidio será juzgado por un tribunal del jurado.
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