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El lanzamiento oficial de Actúa lleva a Llamazares a un enfrentamiento directo con la dirección de IU

Alberto Garzón, en el centro, y Gaspar Llamazares, derecha, junto a miembros de Podemos en la campaña del 26J.

Aitor Riveiro

Sábado 15 de diciembre. Gaspar Llamazares y Baltasar Garzón confirman un secreto a voces: su partido, Actúa, será una herramienta electoral para el ciclo que se abre en 2019. Ninguno de los dos figura de forma oficial como integrantes de Actúa. La formación no tiene militancia ni órganos, salvo un mínimo Consejo Político formado por cuatro personas. Pero son el principal reclamo de una formación que se posiciona como única alternativa a Unidos Podemos y que podría competir en las urnas con IU, de la que Llamazares sigue siendo portavoz en Asturias.

Dos días después, este lunes, el coordinador de IU, Alberto Garzón, anunciaba que la dirección de la coalición abordaría en una reunión cómo reaccionar ante unos hechos que, ha deslizado, podrían ser calificados de “transfuguismo”. Una palabra que, sin mencionarla, pone sobre la mesa la posibilidad de una expulsión para Llamazares y otros militantes de IU que pudieran encontrarse en una situación similar.

“En IU está penado el transfuguismo y que alguien utilice otro partido para competir con IU”, Garzón antes del inicio de la reunión de Rumbo 2020, el espacio de debate que acoge a la coalición, a Podemos, a En Comú y a En Marea. “Es perfectamente legítima la construcción de un espacio político”, ha sostenido Garzón ante los periodistas, para calificar de “muy grave” que haya “personas de IU que monten un partido político aparte para competir”, en referencia a Actúa.

Minutos después de las declaraciones de Garzón, IU matizaba de forma oficial el mensaje para recordar que “en ningún momento” el líder había planteado que se fuera “a estudiar la expulsión de Gaspar Llamazares de IU” este mismo lunes por la tarde. “Lo que se va a estudiar es el anuncio que hicieron el sábado de presentarse con otras siglas. El abanico de opciones es amplio y podría centrarse simplemente en plantear una reunión aclaratoria o demandar una rectificación, por ejemplo”, concluía el breve comunicado.

Llamada a Llamazares

El propio Garzón explicaba por la tarde que la Comisión Colegiada de IU ha aprobado una “aclaración” a los militantes de IU que han participado de forma activa en Actúa. Una situación que ha calificado de “surrealista”.

El coordinador llamará por teléfono este martes a Llamazares para pedirle explicaciones, según ha declarado por la tarde el propio Garzón. “Nos preocupa que en un momento en el que reclamamos unidad política haya gente con una posición tan extravagante que pudiera conducir a mayor dispersión de la izquierda”, ha añadido.

Garzón ha recordado además que “la lista de Izquierda Abierta obtuvo un 5%” en la Asamblea que le aupó al liderazgo de IU. “El espacio político de Llamazares y de Izquierda Abierta siempre tendrían que formar parte de una izquierda rupturista. Yo les integré dentro de la dirección. La unidad es el camino, pero yo no puedo obligar a nadie a que permanezca en nuestra organización”, ha concluido.

El coordinador respondía así a los mensajes que Llamazares había lanzado en Twitter tras las informaciones que apuntaban a una expulsión que, de momento, solo es una hipótesis. 

Relaciones rotas por la alianza con Podemos

Las relaciones entre Garzón y Llamazares están rotas desde hace muchos meses. El portavoz de IU en Asturias ha sido una de las voces más críticas contra la estrategia de la dirección federal, que ha apostado por la unidad de acción electoral con Podemos.

Una idea, refrendada de forma mayoritaria por la XI Asamblea Federal de IU, que ha motivado una limitada rebelión dentro de la coalición entre quienes están más alejados de los centros de toma de decisión.

Esta misma semana, un manifiesto de cargos y excargos de IU, entre los que figuraban el propio Llamazares y Cayo Lara, los dos predecesores de Garzón en el cargo, criticaba a la actual dirección.

Ha sido el último episodio de un distanciamiento que ha tenido diferentes momentos álgidos. Este mismo verano, la federación asturiana de IU se revolvía contra la celebración de un referéndum que ratificara los acuerdos de alianza electoral con Podemos de cara a los próximos comicios.

El enfrentamiento llevó a la dirección federal a amenazar con la intervención de la organización en Asturias. Funcionó y el referéndum se celebró. Pero la brecha ya estaba abierta y se instaló la idea de una posible escisión de IU en una de las regiones donde más referencias históricas atesora la izquierda española.

La apuesta de Llamazares por Actúa ya ha provocado un enfrentamiento estatutario con IU, que ha suspendido la asignación económica que reciben como integrantes de la coalición, precisamente por su promoción del nuevo partido.

En las próximas semanas, IU tiene que determinar sus candidaturas para las elecciones autonómicas y municipales de 2019. Un proceso en el que las organizaciones territoriales tienen voz y voto. Asturias, donde Llamazares se plantea repetir como número uno de la lista. Una opción que podría toparse con su apuesta por Actúa y volver a tensar una cuerda que ya está casi rota.

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