El relator especial de las Naciones Unidas para la Libertad de Expresión, David Kaye, denunció hoy que la libertad de expresión está bajo ataque en el mundo, con numerosos gobiernos imponiendo restricciones injustificadas.
“La situación de la libertad de opinión y expresión en el mundo es bastante desalentadora”, dijo Kaye en una conferencia de prensa antes de presentar su último informe ante la Asamblea General de la ONU.
El experto sostiene en el texto que “las personas que desean ejercer su derecho a la libertad de expresión afrontan todo tipo de restricciones” y que “con frecuencia” los motivos alegados para ello “no se sostienen”.
Por ejemplo, Kaye criticó hoy la existencia de muchas normas y medidas que, pese a basarse en objetivos que pueden ser legítimos como la seguridad nacional o el orden público, no son necesarias objetivamente ni cumplen con la necesaria proporcionalidad.
En ese sentido, apuntó al problema de leyes “vagas” en áreas como la lucha contra el extremismo o la defensa de la religión, que no son claras y permiten que las autoridades las interpreten a su gusto.
En su informe, el experto recuerda que ha expresado su preocupación por reformas en ese sentido en países como España y Francia, al considerar que criminalizan de forma genérica el “enaltecimiento del terrorismo”.
“Las restricciones redactadas de manera tan amplia permiten que se sancionen formas de expresión que no deberían ser objeto de restricción”, indica.
Entre los problemas crecientes, Kaye señaló los cortes del acceso a internet ante protestas pacíficas, el acoso a periodistas y activistas y los acciones por parte de Gobiernos para evitar críticas.
Como ejemplo de esto último, dijo que las leyes que existen en muchos lugares y que prohíben insultar a reyes o gobernantes no se sostienen en el marco de la legislación internacional.