El Gobierno de Marruecos no está dispuesto a recibir al Enviado Especial de la ONU para el Sáhara Occidental, Christopher Ross, hasta obtener “aclaraciones sobre los límites de su misión”, ha advertido hoy el ministro de Exteriores, Salahedín Mezuar.
En unas declaraciones al diario “Al Ahdaz al Magrebiya”, Mezuar dijo además que Marruecos ha pedido estas clarificaciones “por escrito” y hasta el momento solo ha recibido “respuestas verbales” del enviado Ross, con quien el país magrebí ya ha chocado en el pasado.
Mezuar dijo que esto no significa que haya una “crisis” entre Marruecos y la ONU por la cuestión del Sáhara, pero insistió en la necesidad de “clarificaciones”.
Además, el ministro lamentó que su país no haya sido “consultado” por las Naciones Unidas a la hora de nombrar a un nuevo jefe de la Misión de la ONU en el territorio (Minurso), y dio a entender que su llegada a El Aaiún no será efectiva hasta que se resuelvan “muchas aclaraciones” sobre su mandato.
En teoría, la nueva jefa de la Minurso, la canadiense Kim Bolduc, debía haberse hecho cargo de su puesto el 1 de agosto último, en sustitución del alemán Wolfgang Weisbrod-Weber, pero el retraso en su llegada no había recibido una explicación hasta las palabras de Mezuar.
El ministro marroquí no explicó cuáles son las “clarificaciones” que su país exige de Ross y de Bolduc, y cuáles son los “límites” de sus misiones, aunque en los dos últimos años el debate se ha centrado en una eventual extensión de los mandatos de la Minurso a la vigilancia de los derechos humanos en el Sáhara, algo a lo que Rabat se opone tajantemente.
En mayo de 2012 el gobierno marroquí anunció que “retiraba su confianza” en Christopher Ross por su “comportamiento desequilibrado y parcial” en el tema del Sáhara Occidental, pero recibió una bofetada diplomática cuando Ban Ki-moon desoyó sus argumentos y confirmó al diplomático estadounidense en el cargo.
Las relaciones de Ross con el Gobierno marroquí han sido desde entonces cuando menos distantes; el Enviado Especial ha realizado varias giras más en la región en un espíritu de “construcción de medidas de confianza” entre las partes, pero ha negado tener en la mano ningún nuevo “plan de arreglo” para el territorio.
La situación actual es de bloqueo total, ya que el Frente Polisario exige un referéndum con una pregunta clara sobre la independencia y Marruecos se niega en redondo, presentando como única opción una propuesta de autonomía para el territorio.