Las enmiendas, a las que ha tenido acceso Europa Press, se dividen en dos posicionamientos antagónicos: estrechar los lazos para reforzar la vinculación entre ambas formaciones o bien romper con el PSOE en el Congreso y crear un grupo parlamentario propio.
La ponencia marco no plantea que se aborde la relación PSC-PSOE, pero su redactado fue anterior a la división del partido por la posibilidad de facilitar la investidura de Rajoy con una abstención técnica, una medida que los socialistas catalanes rechazan mayoritariamente y que ha abierto la puerta a la ruptura de voto.
Por ejemplo, el militante Josep Guinot, de la agrupación local del PSC en Terrassa (Barcelona), reclama que es necesario hablar de la relación con el PSOE durante el debate congresual, y apuesta por “mantener el acuerdo suscrito hace tantos años”, aunque admite que existen demasiadas discrepancias entre formaciones.
Otra de las enmiendas está rubricada por cuatro miembros de la agrupación del partido en el distrito del Eixample (Barcelona) y plantea la posibilidad de crear un grupo propio en el Congreso de los Diputados porque, según afirman, el PSC se ha convertido “en una baronía más del PSOE, que se está convirtiendo en una organización feudal”.
Para que pueda visualizarse “un PSC no sucursalista” del PSOE, también proponen recuperar la Entesa en el Senado, aunque apuntan a que primero hay que intentar mejorar las relaciones con el PSOE para que los socialistas catalanes sean 'de facto' una formación con autonomía.
“ACTUAR CONJUNTAMENTE”
En el polo opuesto, el militante Lluís Roca Jusmet, también de la agrupación del Eixample, aboga por dejar clara la voluntad de “actuar conjuntamente con el PSOE”, y asegura que ahora es momento de unir y no separar.
Estas tres enmiendas aparecen en un momento en que el protocolo de relaciones PSC-PSOE está en duda entre las filas socialistas, teniendo en cuenta que tanto el líder del PSC y aspirante a la reelección, Miquel Iceta, como su rival, la vicesecretaria y alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), Núria Parlon, han apostado por votar 'no' a Rajoy pese a que el PSOE decida eventualmente facilitar su investidura con una abstención.
Iceta asegura que su voluntad no es romper la disciplina de voto, sino ser coherente con lo que decidió el Comité Federal del PSOE e impedir otro gobierno del PP porque, insiste, es lesivo para rehacer el diálogo entre el Estado y la Generalitat.
Parlon, por su parte, es más tajante y habla abiertamente de romper la disciplina de voto con el PSOE, además de exigir que se reviste cuanto antes el protocolo de relaciones entre ambas formaciones.
Tanto Iceta como Parlon defendieron desde un primer momento el 'no' a Rajoy y se alinearon con la estrategia del exsecretario general del PSOE Pedro Sánchez, que dimitió precisamente por el desacuerdo del sector crítico con este planteamiento.