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El misterio de los votos nacionalistas a la derecha para elegir a los vicepresidentes del Congreso

Es la derivada que deja la sesión constitutiva de las Cortes y la elección de los miembros de la Mesa del Congreso. Diez votos perdidos, de los que nadie se responsabiliza, y que han ido a parar a los candidatos de PP y Ciudadanos en la ronda de elección de los vicepresidentes de la Cámara Baja, que habían llegando a un pacto para esta votación.

La candidata del PP a la vicepresidencia, Rosa María Romero, ha conseguido 83 votos, mientras que Prendes ha conseguido 96. La suma alcanza los 179 escaños, 10 más de los que da la unión de PP y Ciudadanos. De hecho, Ana Pastor se ha quedado en 169 apoyos durante la elección del presidente del Congreso que le ha enfrentado a Patxi López.

Lo que está claro es que los votos de más no vienen de PSOE o Unidos Podemos y las confluencias. Estas formaciones han apoyado a sus candidatos: la candidata del PSOE, Micaela Navarro, ha obtenido 85 votos a favor, y Gloria Elizo, de Podemos, 71. Las miradas se dirigen entonces al resto de grupo de la cámara, los nacionalistas vascos y catalanes, que se habían abstenido durante el pulso entre Pastor y López.

Sin embargo, nadie se hace responsable de esos votos. El PNV dice que ellos no han sido. Su portavoz parlamentario, Aitor Esteban, ha dicho que ninguno de sus cinco diputados ha apoyado a los candidatos de PP y Ciudadanos.

Joan Tardá, de ERC, ha sido más explícito. El diputado catalán se ha sentido ofendido cuando se ha señalado a su formación, que tiene nueve diputados, como la responsable de los apoyos a los dos grandes partidos de la derecha. “Quien crea que hemos votado a PP o Ciudadanos es tonto o no se entera de nada”, ha zanjado.

Las miradas se dirigen entonces a Convergencia, con ocho asientos, cuya abstención fue clave en la elección de Pastor. Su portavoz, Francesc Homs, ha jugado al despiste, primero sin querer aclarar qué había hecho su partido, y después asegurando que él no había votado a los candidatos de PP y Ciudadanos, pero que el resto de los votos de su formación son secretos. Otra diputada de CDC ha dicho a través de Twitter que ella tampoco había apoyado a esos candidatos.

Quedan dos partidos minoritarios: Bildu, con dos asientos, y Coalición Canaria, con uno. Las sumas y restas indican que al menos dos formaciones nacionalistas tendrían que haberse unidos sus votos a los de la derecha.

Lo cierto es que ni Prendes ni Romero necesitaban el apoyo de terceros para salir elegidos. Ambos sumaban suficientes votos para superar a sus rivales. Sin embargo, fuentes populares -que no han revelado de dónde han venido los apoyos- han comentado que buscaban tener “un colchón” para asegurarse la elección de sus candidatos. Una estrategia conjunta de PSOE y Podemos y otros partidos podía haber echado al traste el pacto de los partidos de la derecha, aunque finalmente esto no ha ocurrido.

Desde Ciudadanos aseguran que no saben de dónde vienen esos votos, y que no los habían pedido. Albert Rivera ha dicho que su partido se ha limitado a cumplir “con el acuerdo firmado (con el PP) y hemos recibido 64 votos más los 32 de Ciudadanos”.

Según este relato, los votos nacionalistas habrían ido a parar a la candidata del PP. Sin embargo, aún no se sabe de dónde han venido los apoyos nacionalistas que han ayudado a la derecha en su pacto para repartirse dos de las vicepresidencias del Congreso.