Esperanza Aguirre hace campaña a favor de las primarias. Pero la presidenta del PP madrileño sabe como nadie que los candidatos en el PP no los eligen sus militantes en primarias, sino los máximos dirigentes del PP nacional en sus despachos. Y, para ser elegido en una plaza como la Comunidad de Madrid, la decisión última está en Moncloa, es decir, “sólo lo sabe Rajoy... y quizá Viri [la esposa del presidente]”, reconocen en el PP de Madrid.
En esa carrera para seducir al omnipotente presidente del Gobierno, Ignacio González ya se ha postulado públicamente. Y parece que, de momento, goza de las simpatías de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y la secretaria general y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal. Sáenz de Santamaría lo presentó en un desayuno informativo en el Ritz el 2 de junio y, este lunes, 6 de octubre, será De Cospedal quien haga lo propio en el acto organizado por Nueva Economía Fórum.
En política, las presentaciones en actos públicos no son fortuitas ni baladís: significa que, por lo menos, hay sintonía y afinidad. Y en pleno proceso por presentarse en buenas condiciones para ser candidato electoral, son dos gestos significativos hacia González por las número dos del PP y del Gobierno central. Y así lo perciben también muchos en el PP madrileño, que entienden que Ignacio González va reforzándose y consolidando sus posiciones como candidato para la Comunidad en las elecciones de mayo.
Y eso que González nunca había terminado de ser bien visto en el entorno de Rajoy: lo vetó como sucesor de Miguel Blesa al frente de Caja Madrid en 2011 y el hecho de ser la mano derecha de Esperanza Aguirre durante tantos años, lejos de sumar, resta en Moncloa. No obstante, González tiene buena relación con la secretaria general del PP, con quien coincide en vacaciones, y con quien compartió gabinete cuando De Cospedal fue consejera de Infraestructuras y Transportes de Aguirre.
Desde que Aguirre dejó la presidencia regional en septiembre de 2012, González se ha esforzado por dibujar un perfil propio, sabedor de que su imagen es muy diferente a la de Aguirre, una de las favoritas de los militantes madrileños. Y quizá por eso también va encajando mejor en Moncloa: Rajoy nunca ha sido muy amigo de las personalidades exuberantes, sino todo lo contrario, y tanto el perfil que proyecta él como su Gobierno son un ejemplo de ello.
En ese afán por salirse de la sombra de Aguirre, González tampoco se ha alejado mucho de las líneas básicas del PP madrileño, aunque le haya llevado a chocar públicamente y periódicamente con el Gobierno de Rajoy: por las subidas de impuestos, la financiación autonómica, la excarcelación de Bolinaga y la aplicación de la sentencia europea que anulaba la doctrina Parot. Pero, de momento, parece que esos conflictos se dan por descontados tanto en Génova como en Moncloa, y que en Sol se extiende la percepción de que González está cada vez más cerca de ser candidato.
El vacío dejado por Ana Botella es evidente. La alcaldesa se ha visto arrinconada por los suyos hasta el punto de anunciar que no se presentará a las elecciones, lo cuál algunos creen que puede hacer que el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, anuncie el candidato a la capital antes de que acabe el año.
Mientras tanto, las especulaciones crecen, pero nadie más que el propio Rajoy conoce lo que tiene en la cabeza, que puede verse muy influido por los resultados de las encuestas que se hagan en vísperas electorales. Y los nombres que circulan son los de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; la expresidenta regional, Esperanza Aguirre; y la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes.