El nuevo poder toma posesión en los ayuntamientos
Hace tan solo unos meses sería inimaginable un mapa de poder municipal como el que este sábado quedará configurado de manera oficial en los ayuntamientos. El desplome del Partido Popular arrastra a los de Rajoy fuera de alcaldías tan importantes como Madrid (donde llevaban gobernando un cuarto de siglo), Sevilla, Cádiz o Santiago. En Valencia Rita Barberá ha anunciado su intención de entregar su acta de concejal tras conocerse el acuerdo que hará alcalde a Joan Ribó (Compromís). Las elecciones del 24M anunciaban cambio y necesidad de pactos. Los acuerdos se han ido cerrando a última hora con más normalidad de la anunciada desde una derecha que pronosticaba el caos tras los resultados electorales.
La fotografía de este sábado es la del éxito de la confluencia. Candidaturas como las de Ada Colau en Barcelona o Manuela Carmena en Madrid anuncian nuevos tiempos a pocos meses de las elecciones generales. De nada ha servido el discurso del miedo alentado en campaña por el PP. El PSOE ha reaccionado a los resultados y, desde la dirección, han invitado a sus candidatos a facilitar los gobiernos de Carmena en Madrid, de Santisteve (Zaragoza en Común) o los de las mareas en A Coruña y Santiago.
Si algo tienen en común los nuevos dirigentes es un discurso muy centrado en la protección de los que menos tienen. La activista Ada Colau ha conseguido exportar sus propuestas contrarias a los desahucios, situando al poder municipal como un muro de contención frente a los lanzamientos hipotecarios a los que ninguna institución había puesto freno hasta la fecha.
Por ello, los nuevos ayuntamientos serán observados desde una nueva óptica y el resultado efectivo de sus políticas tendrá una relación inevitable con el éxito que este tipo de fórmulas políticas pueda tener de cara a las elecciones generales.
En este contexto, Podemos analiza su posición sabedor de que el éxito de las candidaturas ciudadanas también les marcan el paso en la búsqueda de una confluencia que los de Iglesias quieren sin tener que renunciar a sus siglas.
Pactos de doble dimensión
Las negociaciones se preveían complicadas por la doble dimensión que comportaban al estar condicionadas en parte por los acuerdos en las Comunidades Autónomas. El bloqueo de la investidura en Andalucía también pronosticaba dificultades para acuerdos en ciudades tan importantes como Sevilla o Cádiz. Sin embargo, todos esos pactos se han ido cerrando a lo largo de la mañana del viernes, sin que se auguren grandes sorpresas en las ciudades clave para las investiduras.
Sólo en Gijón las negociaciones de los partidos de izquierda han culminado con un total fracaso. Xixón Sí Puede no aceptó votar al candidato socialista (como sí hará el PSOE en Oviedo en favor de otra candidatura ciudadana) y convocó una polémica consulta que certificó su decisión. Al final, el partido de Álvarez Cascos mantendrá esa alcaldía.
San Sebastián será uno de los Ayuntamientos más madrugadores. Ha convocado su reunión plenaria para las nueve de la mañana. En Madrid, la alcaldía de Carmena será sometida a votación a las 11 de la mañana. Barcelona celebra pleno vespertino y Colau tendrá que esperar a las cinco de la tarde para iniciar la sesión que le dará la alcaldía.
Hay alcaldes que tendrán que asistir a dos sesiones. Es el caso del alcalde en funciones de Teo (A Coruña). Martiño Noriega ganó las elecciones en Santiago con Compostela Aberta y antes de tomar posesión de su cargo tendrá que asistir al pleno de Teo como alcalde saliente para dar el relevo.
El calendario electoral aún no está despejado tras el anuncio de elecciones autonómicas en Cataluña para el mes de septiembre. A CiU (y también al PP) ya no le conviene el adelanto, pero Artur Mas tendría muy complicado desdecirse del compromiso y guardar sus cartas hasta mejor ocasión. Ciudadanos espera en esos comicios el trampolín definitivo para situarse en el escenario de generales por encima de lo conseguido en las municipales y autonómicas. Los de Rivera llegaban al 24M anunciados como el nuevo amo de llaves en la política local pero se han quedado a las puertas.
