Podemos y Ciudadanos. Pablo Iglesias y Albert Rivera. Los dos partidos sin representación parlamentaria, los dos candidatos que aspiran a romper con la hegemonía política de PP y PSOE de las últimas cuatro décadas. Los dos únicos que, en 2015, se atreven con el reto de llenar grandes espacios, un reto que, si sale bien, es perfecto; pero si sale regular, es fatal.
Iglesias y Rivera miden este domingo su capacidad de convocatoria con sendos actos multitudinarios en Madrid. Podemos, en la Caja Mágica; y Ciudadanos, en Vistalegre. Unas 12.000 personas en cada espacio.
Podemos, después de la experiencia de las catalanas, donde la candidatura en la que es integraba con ICV y EUiA, Catalunya Sí que es Pot, obtuvo peores resultados de los que esperaba, decidió diseñar una campaña diferente: con actos de cercanía, más reducidos, interactuando más con la ciudadanía, y pensando en las televisiones. “El votante al que puedes convencer no suele ser el que viene a un acto de miles de personas a emocionarse”, han comentado en ocasiones tanto Iglesias como Íñigo Errejón, su director de campaña. “Tenemos el recuerdo del polideportivo de Dos Hermanas, que lo llenamos, o el de actos multitudinarios en Catalunya, y es fantástico, pero no siempre es efectivo para llegar al indeciso y no siempre se traduce en votos. A ese votante se llega por la televisión, y no siempre ayudan los mítines, en los que te pueden sacar gritando y causar rechazo al menos convencido”, han reflexionado: “Pero algún gran acto siempre quieres hacer, porque animas a los tuyos, te emocionas y trasladas una imagen de partido con grandes apoyos”.
Y ese gran acto de Podemos en esta campaña, un poco de rebote, va a ser el de este domingo en la Caja Mágica, donde celebra el último acto de campaña de la caravana central en Madrid. A una semana de las elecciones del 20D, el partido de Iglesias aspiraba a llenar la plaza de toros de La Cubierta de Leganés, un municipio del sur de Madrid. Finalmente, será en la Caja Mágica, un recinto con bastante más aforo. El motivo del cambio: la noche de antes hay otro acto en el mismo lugar y Podemos se ha encontrado con la imposibilidad de terminar el montaje a tiempo. El nuevo recinto se ha anunciado este jueves y la reserva de entradas se activó a media mañana del mismo día –el viernes por la noche Podemos aseguraba tener ya 8.000 reservas–.
El partido de Pablo Iglesias juega con dos bazas a su favor. La primera, una corta pero intensa experiencia en organizar actos de gran magnitud. Pocos días después de irrumpir en las elecciones europeas de 2014, Podemos desbordó la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid. Cinco meses después, fue la primera asamblea en el Palacio de Vistalegre. Y en enero de este mismo año, la Marcha del Cambio, que abarrotó la Puerta del Sol en una manifestación de autoafirmación que movilizó a personas de toda España. La segunda baza tiene nombre propio: Ada Colau. La alcaldesa de Barcelona, con gran capacidad de convocatoria, ya ha participado en un acto de campaña junto a Pablo Iglesias en Barcelona. El de Madrid del próximo domingo será el primero que haga estrictamente con y para Podemos.
Ciudadanos tiene menos experiencia en movilizar grandes multitudes a sus actos. Es un partido cuya base social no es tan movilizada como la de Podemos y cuyo líder, Albert Rivera, se siente mucho más cómodo en otro tipo de formatos y con un tono más de conferencia que mitinero. “Pero nuestra gente quería un gran acto”, explica Rivera, “y hemos pensado que había que hacerlo”.
Y el lugar indicado no puede ser más simbólico: Vistalegre. Recuerda a cuando el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero vivía en la abundancia de votos, de capacidad movilizadora y de poder, tanto en Moncloa como en comunidades y ayuntamientos. Y también recuerda a la asamblea fundacional de Podemos, hace 14 meses. El escenario no es casual... Pero es muy grande.
En Ciudadanos confían en llenar. “No será sólo un mitin”, relata Rivera, “queremos hacer más cosas, que sea lúdico, que lo pasemos bien y que venga gente de toda España. Ya se están organizando autobuses para venir. Va a ser emocionante”.
Su personal de confianza sabe que la empresa no es sencilla, pero la idea de una imagen de Rivera con 15.000 personas allí donde triunfó el PSOE y Podemos, es muy tentadora.