España pierde el liderazgo europeo en paridad: el 43% de los escaños estarán ocupados por mujeres, menos que el 28A
- El dato de diputadas está cuatro puntos por debajo del que salió de los comicios de abril, cuando España consiguió batir récords con su 47,4% de mujeres en escaños
España pierde el liderazgo europeo en paridad. También sale del grupo de países con congresos más paritarios del mundo. Es otra de las conclusiones que sale de las elecciones generales del 10N: los resultados dejan un Congreso en el que el 43,4% de los escaños estarán ocupados por mujeres y el 56,8%, por hombres. El dato de diputadas está cuatro puntos por debajo del que salió de los comicios de abril, cuando España consiguió batir récords con su 47,4% de mujeres en escaños. El 10N constata un retroceso que, no obstante, sigue siendo el segundo mejor dato desde que en España volvió la democracia. El descenso de diputadas tiene que ver con el aumento del peso de Vox en el Congreso, el partido con más hombres como cabezas de lista.
Fue ese 47,4% de mujeres el que convirtió a España en el país europeo con el Congreso más paritario, por encima de los nórdicos. Le seguía Suecia, con un 47,2% de mujeres con escaño; Finlandia, con un 47%; Francia, con un 40%, y Dinamarca, con un 39,11% (después de las últimas elecciones de junio de este año). El porcentaje obtenido este 10N hace que España ocupe ahora el tercer lugar en esa lista.
El 28A también hizo que España fuera uno de los cinco países con más diputadas. Ese era el quinto mayor porcentaje del mundo, según los datos del Banco del Mundial. Por delante, estaban Ruanda (el 61%), Bolivia (53%), Cuba (53%), y México (48%). El resultado de este 10N hace que otros países pasen por delante: Namibia, Suecia, Nicaragua, o Costa Rica, por ejemplo.
El ascenso de Vox, que ha pasado de 24 a a 52 diputados tiene efecto también en el dato de paridad. Los seis grandes partidos a nivel nacional (incluyendo a Más País) presentaron más hombres que mujeres encabezando sus candidaturas. Pero el partido de Santiago Abascal no solo era el más masculinizado en sus cabezas de lista, también había situado a las mujeres en las últimas posiciones por cada tramo de cinco puestos, según el análisis que hizo eldiario.es. De esta manera, la formación de Santiago Abascal prioriza a hombres en primeros, segundos y hasta terceros puestos y pone a las mujeres por detrás.
Los resultados han hecho que la ya tercera fuerza política en España coloque un 73% de diputados hombres y un 26,9% de diputadas mujeres. También es mayor el porcentaje de diputados en el PP, del 58% frente al 42% de diputadas. En el PSOE la paridad es exacta y en Unidas Podemos han salido elegidas más diputadas que diputados: el 51,4% y 48,6%, respectivamente.
El hito de la Ley de Igualdad
El 28A había dejado el Congreso más paritario de la democracia: el 52,6% de los escaños estaban ocupados por hombres y el 47,4%, por mujeres. Era el dato más elevado desde que volvió la democracia, 7,7 puntos por encima del anterior récord, que se registró en las generales de 2015, con un 39,7% de diputadas. En 2016, ese dato bajó ligeramente hasta el 39,4%.
Hay dos puntos de inflexión que hicieron que la participación política de las mujeres en el Congreso aumentara a comienzos de los años 2000. El primero, en 2003: el Consejo de Europa hizo una recomendación para que los partidos políticos equilibraran la participación de hombres y mujeres en sus órganos de dirección y en sus candidaturas electorales. En las elecciones generales de 2004, el porcentaje de diputadas pasó a ser del 36% (ocho puntos más que en las de 2002, cuando fue del 28,3%).
El otro hito fue la aprobación de la Ley de Igualdad. La norma, impulsada por el Gobierno de Zapatero y fue aprobada definitivamente en 2007, reconocía el “principio de presencia equilibrada” en las listas electorales. Desde entonces, el conjunto de candidatos de un sexo no puede ser inferior al 40%. Sin embargo, la norma no obliga a que esa presencia equilibrada en términos absolutos se reparta en las posiciones que candidatos y candidatas ocupan en las listas. Por ejemplo, puede haber dos o tres hombres seguidos en las primeras posiciones de una candidatura, como ha hecho Vox sistemáticamente.