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El Partido Popular levanta el veto sobre Conde-Pumpido para el Constitucional

Conde-Pumpido en una imagen de archivo

Gonzalo Cortizo

La bestia negra del PP en el mundo judicial ha dejado de serlo. La formación que lidera Mariano Rajoy ha levantado el veto sobre el exfiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, y ha dado luz verde para su ingreso en el Tribunal Constitucional a mediados de marzo.

En la decisión pesan tres aspectos: la caída en desgracia de Federico Trillo, la sintonía del propio Pumpido con el ministro de Justicia y, sobre todo, un pacto tácito en el seno del Tribunal para que los temas de Cataluña se resuelvan por consenso y sin votos particulares.

Pumpido fue acusado por el Partido Popular en multitud de ocasiones de estar detrás de cada una de las actuaciones de la fiscalía en el caso Gürtel. En 2011, Federico Trillo decía de él: “Ese ser inefable dejará su nombre en la leyenda negra de la historia judicial española”. Ese tipo de afirmaciones se han convertido en vapor.

Pacto tácito

En el Partido Popular valoran ahora la necesidad de renovar el Constitucional con la mirada puesta en el llamado “desafío independentista”.

En este punto, PP y PSOE han alcanzado un acuerdo de unidad de acción para conseguir que las decisiones sobre la estructura del Estado se adopten por consenso y sin votos particulares. Las dos principales formaciones no quieren dejar resquicios a la interpretación ante las reclamaciones de independencia que llegan desde el Gobierno de la Generalitat.

La renovación del alto tribunal corresponde a la renovación de los magistrados que corresponde elegir al Senado, una vez escuchadas las propuestas de los parlamentos autonómicos.

Partido Popular y PSOE han querido evitar “nada que venga contaminado por propuestas de Podemos o sus confluencias”, según aseguran fuentes conocedoras de las negociaciones. Dicho de otro modo, las dos principales formaciones tienen el firme propósito de ponerse de acuerdo y no dejar entrada a nada de la nueva política en la composición del máximo tribunal.

Pumpido cuenta además con otro activo: su buena relación con el ministro de Justicia, Rafael Catalá.   

En el mundo judicial nadie duda de la trayectoria de quien muchos consideran “el penalista de referencia” en el derecho español contemporáneo. Su entrada cubriría la salida de otra penalista: Adela Asúa.

“El perfil que quiere el PP es institucional, se buscan hombres de Estado”, asegura una de las personas más implicadas en la negociación.

Tras años considerando a Cándido Conde-Pumpido como el enemigo público número uno de un PP acosado por la corrupción, en Génova 13 empiezan a valorar por primera vez que su perfil se adecua a las necesidades de dos partidos que quieren trabajar mano a mano en la trinchera judicial contra los independentistas.   

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