Los partidos históricos de ultraderecha pierden el 80% de los votos en las europeas tras la irrupción de Vox
La irrupción de Vox en el espectro político ha debilitado al entorno histórico de la ultraderecha española. Los apoyos recibidos por formaciones como Alternativa Española, Falange o Democracia Nacional se han reducido un 82,9% en las últimas elecciones europeas, en comparación con los comicios que se celebraron hace cinco años. A pesar de que la movilización fue mucho mayor que entonces, cerca de 20 puntos más de participación, estos colectivos no han conseguido mantener a su electorado.
En ese espectro ideológico de la extrema derecha, el partido de Santiago Abascal ha conseguido multiplicar sus apoyos. Ha pasado de 245.635 votos en 2014 con la candidatura liderada por Alejo Vidal Quadras a 1,3 millones este año con la lista encabezada por Jorge Buxadé. “Vox ha recibido votos de gente que nos hubiera votado a nosotros si no hubieran tenido el acelerón que sufrieron de diciembre a abril”, explican fuentes de ADÑ, la coalición de partidos ultras que han concurrido a las europeas, a eldiario.es. Consideran que estos partidos no consiguen gran implantación porque en España el sentimiento eurosescéptico no está muy expandido.
Para afrontar las últimas elecciones europeas se unieron varios partidos ultras en una única candidatura. Hace cinco años hubo más coaliciones, algunos se presentaron con su marca y otros participaron junto a otras formaciones. El pasado 26 de mayo Falange Española de las JONS, La Falange, Alternativa Española y Democracia Nacional concurrieron conjuntamente en la misma papeleta encabeza por las siglas ADÑ.
Esta candidatura que obtuvo 11.798 votos (0,05% del apoyo electoral), estaba encabezada por el empresario Martín Sáenz de Ynestrillas, hermano del dirigente ultraderechista Ricardo Sáenz de Ynestrillas, e incluía a una hija de Blas Piñar como número cuatro. Los ejes de su programa se basaban en la restauración de “la soberanía nacional”, la “salida del euro” y políticas contra la inmigración porque consideran que “España debe reafirmarse en sus valores tradicionales”.
Por su parte, en 2014 estos partidos se dividieron en cuatro candidaturas, a través de esas formaciones consiguieron más votos, sumando en total 69.272. Entre esos apoyos, 21.617 fueron recabados por FE de las Jons; 12.928 por Democracia Nacional; La España en Marcha consiguió 16.902, esta coalición estaba integrada por Alianza Nacional, La Falange, Nudo Patriota Español y Movimiento Católico Español; e Impulso Social logró 17.825, en este lista electoral se integraban varios partidos, entre ellos Alternativa Española, liderado por Rafael López-Diéguez, yerno de Blas Piñar, fundador de Fuerza Nueva.
Como se ha ido desvelando en las semanas de campaña, algunos de estos partidos no eran desconocidos para algunos miembros de Vox. Por ejemplo, el número tres de la candidatura a la Comunidad de Madrid y vicesecretario de Implantación Territorial, Jorge Cutillas, formó parte de la formación de López-Diéguez en las listas de las elecciones europeas del 2009.
Por su parte, Jorge Buxadé, cabeza de lista a los recientes comicios europeos con el partido de Abascal, se presentó en 1995 en candidaturas de Falange Española de las JONS por Tarragona a las elecciones catalanas y un año después, también figuró en una lista a las generales de Falange Española Auténtica por Barcelona.
Más allá de estas formaciones, a pesar de que el grupo neonazi Hogar Social se registró en marzo como partido político y anunció a esta redacción que su “intención” era “concurrir a una de las elecciones de este año”, no ha participado en los comicios que se han convocado en 2019. Según explica la presidenta del colectivo ultra Melisa Domínguez, no les dio tiempo a formar una estructura y organizarse. “Hasta que no veamos que tengamos posiciones reales, no vamos a presentarnos”, ha explicado.