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Pedro Sánchez, decidido a oponerse con su voto a la propuesta de techo de gasto del Gobierno

Pedro Sánchez, en el último congreso del PSOE.

Gonzalo Cortizo / Irene Castro

Pedro Sánchez se opondrá al techo de gasto que el Gobierno tiene previsto aprobar la próxima semana y que supondrá la primera votación en el Congreso de cara a los presupuestos de 2018. La nueva dirección socialista está decidida a intentar frenar con su voto el plan económico que Rajoy ya ha pactado con Albert Rivera. Fuentes de la Ejecutiva socialista aseguran que el voto en contra en el Congreso al paquete presupuestario del Gobierno es la opción más probable, pero que no se anunciará hasta que se conozcan las cifras.

El secretario general del PSOE advirtió este lunes a los miembros de su ejecutiva de que, después del cambio de criterio sobre el CETA, esta será la siguiente decisión que su formación deberá afrontar. Las declaraciones que se han sucedido en las últimas horas refuerzan esa idea: Rajoy no podrá contar esta vez con el PSOE para sacar adelante uno de sus principales debates económicos. 

La última vez que Rajoy sometió a votación el techo de gasto, el PSOE estaba controlado por la gestora de Susana Díaz. Bajo el mandato de la dirección provisional, los socialistas apoyaron la propuesta de Moncloa tras negociar a cambio la subida de un 8% en el salario mínimo interprofesional.  

Ahora las cosas han cambiado y la dirección del nuevo PSOE ha marcado el debate en su agenda a la espera de que el Gobierno empiece a enseñar su cartas económicas de cara al futuro. Este jueves Montoro trasladará su propuesta de objetivo de déficit en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, que reúne al ministro de Hacienda con los consejeros de área de las diferentes comunidades autónomas. El lunes será el turno del Gobierno, que dará a conocer la cifra del techo de gasto con el que quieren arropar las próximas cuentas públicas. 

Por ahora el único con información oficial es Albert Rivera. Durante el almuerzo que ha compartido con Rajoy en Moncloa, ha sido el primero en conocer las líneas básicas de los planes económicos del Gobierno para el próximo año. Según fuentes de Moncloa, ambos dirigentes “han comentado las líneas generales del nuevo techo de gasto y deuda pública para el próximo año”. Rivera ha sido el primero de la lista en acceder a esa información, antes que las Comunidades Autónomas y antes incluso que la mayoría de los miembros del Consejo de Ministros.

La falta de información no parece un problema para un PSOE que parece intuir lo que se cuece en la factoría económica de Montoro. El número tres del PSOE, José Luis Ábalos, insinuó este martes en el Congreso por donde irá la postura de su partido: “La política presupuestaria de este Gobierno no nos gusta, así que...”. Ábalos se mostró abierto a negociar con el Ejecutivo el techo de gasto para 2018. En ese momento se le transmitió a la nueva dirección una oferta del Gobierno en términos similares a los que aceptó la gestora y Sánchez lo valoró, pero la posición contraria se ha impuesto finalmente.

Los socialistas no son los únicos que se quieren enfrentar a los números de Rajoy. Tras su encuentro con el líder socialista, Pablo Iglesias hizo un llamamiento al PSOE para trabajar en la redacción conjunta de una propuesta alternativa al techo de gasto del PP.

El propio Sánchez en declaraciones al programa Al Rojo Vivo insistió en su postura: “En estos últimos cinco años, salvo con la dirección provisional, siempre hemos sido muy beligerantes con la política fiscal y presupuestaria del Gobierno”.

No obstante, fuentes socialistas recuerdan que la decisión del PSOE de apoyar la propuesta presupuestaria del Gobierno en diciembre respondió a que formaba parte de un paquete en el que consiguieron colar la subida del salario mínimo. Además, en aquel momento, los presidentes autonómicos socialistas presionaron para que saliera adelante porque les interesaba por las cifras del objetivo de déficit para las comunidades. 

Bruselas había dado un margen a España que podía traducirse en flexibilidad para las autonomías. “Se planteó la aprobación porque hubo una flexibilización del objetivo de déficit”, recuerdan desde Andalucía. El Gobierno aceptó un 0,6% del PIB para 2017 frente al 0,5% que planteaba inicialmente

A pesar de la advertencia que ha hecho el número tres del PSOE a los barones –a los que ha recordado que se les “escuchará” pero que la decisión última depende de Ferraz–, en los gobiernos socialistas no existe la misma preocupación que en diciembre, dado que dan por hecho que no habrá razones para apoyar esta vez el paquete presupuestario que ponga sobre la mesa Montoro. Ya cuentan con lo que se fijó en diciembre para los próximos dos años (objetivo de déficit del 0,3% para 2018 y del 0% para 2019). “No tenemos noticia de que se vaya a modificar”, señalan desde uno de los gobiernos socialistas. 

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