Que Miquel Iceta sea el próximo presidente del Senado es algo que no está sucediendo de forma automática. Para pesar de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno quiere que el líder de los socialistas catalanes presida la Cámara Alta, pero para eso necesita que el Parlament de Catalunya vote a Iceta como senador, y que eso ocurra antes de la constitución del Senado, el próximo 21 de mayo.
El primer problema, el de los plazos, terminó de resolverse este miércoles: la Junta de Portavoces del Parlament acordó finalmente realizar un pleno específico el próximo miércoles para votar la candidatura de Iceta como senador autonómico.
El acuerdo, por tanto, es votar la semana próxima sobre la designación de Iceta como senador en sustitución al expresident de la Generalitat José Montilla, que ha presentado este mismo miércoles su dimisión. Pero esto no significa ni mucho menos que el primer secretario de los socialistas tenga allanado el camino hacia la presidencia del Senado. Aunque por buen uso parlamentario los grupos suelen permitir que los partidos renueven sus senadores sin intromisiones, en este caso la premura ha enfadado a prácticamente todos los grupos, que podrían castigar al socialista.
Así, el segundo problema, el de ganar la votación, aún no parece resuelto, en tanto que los independentistas y Ciudadanos han evitado aclarar cuál será su voto, lo que podría complicar su nombramiento.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha querido hablar de ello a su llegada a Sibiu (Rumanía), donde este jueves tiene lugar una cumbre informal de jefes de gobierno de la UE: “Los españoles han hablado y también los catalanes, y han apostado por fuerzas políticas que defienden el diálogo. El resto de fuerzas políticas debe escuchar a la sociedad española, que quiere que el PSOE gobierne y prosiga la recuperación de los derechos y libertades. Sería un mal comienzo”.
“Le pediría a las fuerzas políticas”, ha dicho Sánchez, “que nos dejen ejercer nuestro derecho de poder elegir a la representación de senadores. Espero que reflexionen, que dejemos a un lado la polarización, el veto, el bloqueo, y pensemos que lo importante es revitalizar el Senado y el Estado autonómico”.
En este sentido, Sánchez ha alabado la figura de Iceta: “Es uno de los mejores representantes políticos, siempre ha defendido el diálogo y los puentes dentro de la Constitución. Y espero que las fuerzas en Catalunya respeten nuestro derecho a elegir a nuestros representantes”.
El problema con el que se ha topado Sánchez para colocar a Iceta en la presidencia del Senado es que el líder de los socialistas catalanes no es senador. Y que para serlo necesita el aval del Parlament para convertirse en senador de designación autonómica, es decir, del voto de la mayoría del Parlament, y los independentistas y Ciudadanos no aclaran aún cuál será su voto sobre el nombre de Iceta, lo que puede complicar su nombramiento.