La posición de Anticapitalistas sobre Catalunya pone en riesgo su alianza con Pablo Iglesias

La relación entre Podemos y Anticapitalistas es como los ojos del Guadiana: aparece y desaparece en la historia del partido surgido en enero de 2014. Parte fundamental en la gestación y nacimiento de Podemos, en seguida se constituyó como el adversario del autodenominado “grupo promotor” encabezado por Pablo Iglesias y que dirigió los designios del partido hasta febrero de 2017.

Vistalegre 2 y los procesos asamblearios autonómicos tras las elecciones de junio de 2016 modificaron los equilibrios internos. Iglesias se alió con los anticapis (y viceversa). A veces orgánicamente y otras solo políticamente. Ese acuerdo peligra ahora por la posición de Anticapitalistas sobre Catalunya.

La tormenta se desató entre el viernes y el domingo en varias secuencias. Primero, el secretario general de Podem, Albano-Dante Fachin, y otros dos de los cuatro diputados del partido ocultaron el sentido de su voto a la dirección estatal y al resto del grupo en el Parlament en la sesión que sirvió para proclamar la república catalana. Fachin no es miembro de Anticapitalistas, pero sí recibió el apoyo de este grupo en las primarias. En su lista sí iban miembros de Revolta Global, la referencia catalana de anticapis.

Después, Fachin puso en duda su participación en las elecciones del 21 de diciembre convocadas por Rajoy tras la aplicación del artículo 155, casi a la vez que Catalunya en Comú anunciaba su intención de acudir. Ya el domingo, el Consejo Ciudadano catalán decidió abrir una ronda de contactos con todos los partidos, incluidos los independentistas. Al ya inevitable conflicto territorial se sumaba un actor imprevisto: Anticapitalistas lanzó un comunicado en el que daba carta de naturaleza a la independencia de Catalunya.

La dirección estatal de Podemos salió al paso inmediatamente, desautorizó a su secretario general en Catalunya y convocó una consulta para ratificar la coalición electoral con los comunes de Xavier Domènech. Pablo Iglesias cuenta con el respaldo mayoritario dentro de la organización a su posición sobre Catalunya y en su desautorización de Albano-Dante Fachin. Pero la grieta abierta por Anticapitalistas amenaza con tener una peor solución.

Una parte de Anticapitalistas es consciente del problema político generado por el comunicado del domingo. Teresa Rodríguez y José María González, Kichi, se desmarcaron casi inmediatamente. Andalucía y el Ayuntamiento de Cádiz pesan mucho para la dirección autonómica de Podemos. Este desmarque cayó como un jarro de agua fría en la dirección de anticapis, que salió al paso de los titulares con un tuit en el que aseguraban que su intención no era “reconocer” la república catalana.

Pablo Iglesias elevó la apuesta y apuntó que quien estuviera de acuerdo con el comunicado estaba “políticamente fuera de Podemos”. Toda un aviso a navegantes. Y a los muchos dirigentes de anticapis en órganos municipales, regionales y estatales del partido: Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, País Vasco, Navarra, Catalunya, Islas Baleares... En casi todos los consejos hay miembros de Anticapitalistas. Algunos en posición de dirección y con buena proyección de cara a la próxima ronda electoral.

Miguel Urbán: el puente entre direcciones

El principal nexo de unión entre Anticapitalistas y Podemos es el eurodiputado Miguel Urbán, que forma parte de las ejecutivas de uno y otro. Urbán, a quien Pablo Iglesias reconoció su papel en la fundación de Podemos en el cierre de la campaña del 26J, ha mantenido el silencio hasta ahora, consciente de lo delicado de la situación. Y del riesgo de ruptura entre organizaciones y dentro de Anticapitalistas.

En declaraciones a eldiario.es, Urbán intenta rebajar el nivel de tensión. “El comunicado del domingo no pone en riesgo nada”, asegura desde Bolivia, donde asiste a una reunión con parlamentarios miembros de la Comisión Especial Mixta de Investigación de los Papeles de Panamá. “Es un comunicado en la línea que lleva defendiendo años Anticapitalistas y que es cierto, como dijo Pablo, que no comparte el conjunto de Podemos”, concede.

Urbán si reconoce que “ha fallado el tono en las referencias a la proclamada república catalana”, que califica como “realidad política que ni siquiera existe como tal”. “No había nada más lejos de nuestra intención que generar más ruido mediático en torno a la posición de Podemos, que no está siendo fácil pero que es la única del arco institucional que está siendo democrática y responsable”, señala. Y añade: “La posición de Podemos es la más valiente y complicada entre todos los partidos. A pesar de todos los ataques, Podemos está defendiendo un referéndum pactado y la realidad plurinacional resistiendo al bloque monárquico para proponer una solución democrática y justa para Cataluña y el resto de España”.

Entonces, ¿por qué un comunicado propio de Anticapitalistas? El antiguo partido (hoy reconvertido en asociación después de que Iglesias y la primera dirección intentara expulsarlos de Podemos al introducir una prohibición de doble militancia) mantiene dos velocidades. Una, la de los militantes y cargos que también lo son en Podemos. Otra, la de quienes no creen que el partido que dirige Iglesias sea la herramienta más adecuada para lograr sus objetivos.

Urbán responde a las amenazas de quien considera que la defensa de sus principios le sitúa “fuera de Podemos”. “La presencia de personas de Anticapitalistas en los órganos se decidió por los inscritos”, recuerda a eldiario.es. “Seguiremos debatiendo y planteando nuestras posiciones desde la diversidad y la pluralidad que existen en Podemos”.

Anticapitalistas afronta su propio congreso

El partido-asociación que es Anticapitalistas celebrará un congreso en noviembre. Y tendrá que resolver un conflicto que arrastra desde hace meses, en realidad desde la fundación de Podemos, entre su alma más institucional y la más revolucionaria.

Anticapitalistas fue una escisión de IU y, como recuerdan algunos de sus dirigentes de forma habitual, ha tenido una historia de extraparlamentarismo a la que, por tanto, podrían volver. Pero no todo el mundo lo cree así. La oportunidad que ofrece el acceso a la institución hace que otros militantes vean su presencia en congresos, parlamentos y asambleas como una oportunidad para hacer políticas reales que afecten a la vida de la gente.

A cuenta de la crisis por Catalunya, Urbán defiende que Anticapitalistas mantendrá su esencia con “la necesidad de un horizonte de proceso constituyente no sólo en Cataluña sino en el conjunto del Estado para romper con el régimen del 78”. ¿Con qué objetivo?: “Construir una alternativa donde podamos resolver la triple crisis social, territorial y democrática que vivimos en este país, siempre desde el compañerismo y el respeto a las compañeras y compañeros de Podemos”.

Esa fue una de las columnas de la fundación de Podemos. Este mismo lunes, Iglesias apelaba a utilizar las próximas elecciones en Catalunya del 21 de diciembre como “palanca” para intentar una amplia reforma constitucional que supere lo que se pudo lograr en la Constitución.

En Anticapitalistas no son pocos los que creen que la fallida república catalana podía ser esa palanca. Y no había que esperar a unas elecciones difíciles, de resultado incierto y a las que Podemos irá con Catalunya en Comú, pero roto o sin su principal referente catalán aunque unido.