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El PP alega ahora que el acuerdo con Vox “no es secreto” y que lo dará a conocer “cuando esté cerrado”

La dirección del Partido Popular ha negado este miércoles que el acuerdo alcanzado con Vox para hacer alcalde de Madrid a José Luis Martínez-Almeida sea secreto, como lo ha sostenido en las últimas horas la formación de extrema derecha, que ha llegado a amenazar al PP con hacerlo público si el partido de Pablo Casado no le da concejalías en el ayuntamiento de la capital.

“El acuerdo no es secreto”, explican fuentes de la cúpula popular consultadas por eldiario.es. “Lo único que se decidió fue discreción hasta que se supiera exactamente en qué puesto está cada uno”, señalan desde Génova, que evitan dar más detalles sobre lo pactado con Vox hasta que culmine la negociación con el partido de Santiago Abascal.

Las fuentes consultadas sostienen que el contenido y las medidas pactadas con el partido de extrema derecha “se darán a conocer cuando se cierre del todo el acuerdo, que no está cerrado todavía”.

Vox intentó este martes presionar al PP con publicar el supuesto pacto “confidencial” para forzar a los de Casado a que les dieran cargos tanto en el ayuntamiento como en el futuro Gobierno de la Comunidad de Madrid. Según los de Santiago Abascal, el escrito incluye una cláusula que habla de “concejalías de Gobierno”, pero desde el PP ni lo confirman ni lo desmienten, según dijo el propio Almeida.

El ya alcalde de Madrid se escudó en que el pacto se trataba de un “acuerdo nacional” para no hacerlo público, pese a ser el competente para ceder las concejalías. Génova ahora insiste en que no existe secretismo y que el pacto se conocerá en las próximas semanas.

Este es el tercer golpe sobre la mesa escenificado por Vox desde las elecciones del 26M. Primero fue el tira y afloja en la Asamblea de Madrid. El nudo se resolvió con un principio de acuerdo, firmado con el PP, que garantizaba a Vox “entes” en el Gobierno regional.

La solución in extremis fue otro pacto secreto que ninguna parte quería hacer público mientras lanzaba mensajes contradictorios sobre lo acordado: si había un compromiso o no de ceder consejerías, como afirmó en un principio Vox; o si se hablaba solo de “entes” en genérico sin importar cuál sea la traducción de eso en el organigrama del Ejecutivo, como matizó luego el PP.

El segundo nudo gordiano –el relativo al Ayuntamiento de Madrid– se desenredó en la madrugada del viernes al sábado, con el acuerdo sellado entre PP y Vox sin cámaras ni focos para salvar la investidura de José Luis Martínez-Almeida. El esquema se reproduce: versiones incompatibles sobre un mismo pacto.