PP y Ciudadanos aparcan su guerra para atacar a Pedro Sánchez por su tesis doctoral
El PP y Ciudadanos han aparcado la guerra abierta que mantienen desde que Pablo Casado ganó las primarias el pasado julio y que les había llevado a cruzar graves acusaciones sobre todo por el asunto catalán hasta el punto de que los de Rivera habían acusado al Partido Popular de asumir el discurso independentista y estos respondieron acusándole de mezclarse con radicales y violentos en sus actos reivindicativos.
La dimisión de la ministra de Sanidad, Carmen Montón, una pieza clave del Gobierno socialista, a raíz de la investigación periodística de eldiario.es que destapó graves irregularidades en la consecución de su máster, ha hecho que los partidos que rivalizan por el centro-derecha oliesen la sangre. El PP decidió entrar de lleno en un tema que siempre había rehusado desde la llegada de Casado a la presidencia: la tesis del presidente, Pedro Sánchez, y las sospechas que se han vertido sobre ella durante los últimos años, alimentadas por la decisión del presidente de no facilitar su distribución en Internet.
Ciudadanos eligió ese flanco, consciente de que es el mejor camino para distanciarse de sus rivales en el arranque de un curso político que tiene por delante varias convocatorias electorales. El partido de Rivera ha elegido un campo en el que hacer daño al PSOE -que acaba de dejar caer a una de sus ministras- y dañar también al PP, en vilo hasta que el Supremo decida en unas semanas si, tal y como pidió una juez de primera instancia, imputa a Casado por las irregularidades de su máster en la Universidad Rey Juan Carlos.
En el pleno del Congreso del miércoles, con la renuncia de Montón en todas las portadas, el líder de Ciudadanos dirigió sus dardos contra el jefe del Ejecutivo. “Hay dudas razonables sobre la publicación de su tesis”, le espetó. Cambió sobre la marcha su pregunta en la sesión de control obviando Catalunya, que era el tema registrado en el orden del día. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, permitió ese giro sin llamarle la atención hasta que acabó su primera intervención. Pastor dio una confusa explicación en la que no quedó claro que Sánchez no tenía por qué contestar a ese asunto. El Gobierno presentó una queja formal contra la presidenta de la Cámara Baja al entender que no había hecho cumplir el reglamento.
Ciudadanos marca el paso
Visiblemente molesto, Sánchez respondió. El ruido acerca de su tesis le persigue desde las primarias de 2014 y es uno de los temas que, junto con los asuntos de su familia, más le molesta al presidente. El socialista siempre se negó a publicar su tesis y lo máximo en lo que transigió durante algún tiempo fue en autorizar a algunos periodistas a que accedieran al texto y después a permitir su consulta libre en la Universidad Camilo José Cela.
La intervención de Rivera robó todo el protagonismo a Casado en el que era su debut parlamentario y el primer cara a cara contra el presidente del Gobierno. El líder del PP, muy incómodo con el asunto de los másteres, ni siquiera había citado el cese de Montón en sus críticas al gabinete socialista.
La publicación por parte de ABC y Ok Diario de dos informaciones sobre supuestos plagios -hasta ahora no acreditados- de Sánchez en su trabajo de fin de carrera -sacó cum laude en la Universidad Camilo José Cela- animó al PP a subirse al carro de su rival en un asunto que los populares siempre habían rehuido.
El presidente y su equipo, que sabían desde la víspera de la publicación de una “información falsa” que atribuyen a Ciudadanos, apenas durmieron para preparar la respuesta que, a diferencia de otras ocasiones, estaba lista a primera hora del jueves: Moncloa lo negó todo y anunció que si no hay rectificación, Sánchez emprenderá acciones legales contra el diario ABC.
En el Gobierno están convencidos de que “no hay tema” con la tesis del presidente y apelan a la respuesta que ha dado la universidad, que descarta irregularidades, y al comunicado de uno de los exaltos cargos del Gobierno de Zapatero, Carlos Ocaña, al que OK Diario culpaba de haber redactado la tesis, y que lo ha negado rotundamente.
Sin embargo, algunas fuentes reconocen que el asunto -y más en la semana de la caída de Montón- desgasta y asumen que PP y Ciudadanos tratarán de sacarle todo el partido posible. Para empezar, Rivera ya ha sumado al PP para forzar que Sánchez acuda al Parlamento a rendir cuentas –Ciudadanos no puede hacerlo en solitario porque está lejos de los 70 diputados que se requieren para hacerlo–. El PP, que mantuvo un perfil muy bajo con el escándalo de Montón, ha apoyado finalmente esa petición que rechazan tanto Unidos Podemos como Esquerra Republicana de Catalunya.
El asunto todavía coleará y por ahora ha obligado al presidente a difundir su tesis en Internet. Los socialistas defienden que no existió plagio alguno aunque admiten que fue un error mantener el documento oculto durante tanto tiempo y esperan acabar rentabilizándolo a largo plazo. “Está cerrado de la mejor manera posible. Se les ha ido el freno”, expresa un dirigente del PSOE. “Estos tiros históricamente han salido por la culata”, agrega otro. Frente al terremoto interno que causaron las irregularidades de Montón, en el PSOE hay cierre de filas en el caso de la tesis de Sánchez a la vista de las informaciones publicadas.
Franco en un segundo plano
Moncloa espera minimizar el daño que han provocado las acusaciones de plagio y que la apuesta de Ciudadanos se convierta en un boomerang hacia Casado conforme avance el proceso judicial que investiga su máster en la Universidad Rey Juan Carlos. De hecho, el PSOE se apresuró a pedir la dimisión del líder del PP justo después de que Rivera aireara las dudas sobre la tesis de Sánchez en el Congreso el miércoles.
El Gobierno acusa a las “derechas azul y naranja” de haber propiciado la polémica de la tesis del presidente coincidiendo con la aprobación en el Congreso del decreto ley que permite exhumar a Francisco Franco. Para el Ejecutivo era una fecha marcada en rojo por su importancia para un debate que genera, además, incomodidad en el PP y Ciudadanos.
“Es inentendible y vergonzoso que el día que tenemos que decirle a todo este país que seguimos juntos contra la violencia de género y que vamos a exhumar los restos del dictador, las derechas quieran decirle a los españoles que el problema está en otro sitio, en una tesis doctoral”, ha expresado Carmen Calvo en los pasillos del Congreso. Moncloa ha replicado incluso una nota de prensa con ese asunto. La vicepresidenta ha cargado contra las derechas por “ponerse de perfil frente a la dictadura” en referencia a su abstención en la votación del decreto para sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos.
En una comunicación en Facebook, Sánchez ha acusado a Ciudadanos y el Partido Popular de montar una campaña “de desprestigio” y se mostró “orgulloso” de su trabajo universitario.