El PP negocia con el PNV la reforma que entrega a los jueces el poder para nombrar a su cúpula
Partido Popular y Ciudadanos dependen del PNV para conseguir cambiar las reglas del juego e imponer un nuevo sistema de elección de vocales en el Consejo General del Poder Judicial. Ambas formaciones han enmendado en el Senado la reforma en marcha y plantean ahora que sean los jueces quienes elijan directamente a 12 de los 20 vocales del CGPJ. Las dos formaciones conservadoras han conseguido salvar el trámite en el Senado, pero la decisión se tendrá que refrendar esta semana en el Congreso. El PP ha puesto a trabajar a Rafael Catalá con el objetivo de convencer al PNV y acercarse una mayoría.
La decisión de cambiar el sistema se produce tras el fiasco de las negociaciones para renovar el CGPJ, cuyo acuerdo acabó frustrándose. El mismo PP que enrojeció cuando se conocieron los mensajes telefónicos de Ignacio Cosidó hablando sobre el control de la judicatura se ha propuesto ahora la tarea de cambiar el sistema.
Las posibilidades de que el PP y Ciudadanos consigan los votos suficientes para dar a los jueces el poder de nombrar a 12 vocales es escasa. Aún convenciendo al PNV, a los impulsores del cambio les harían falta los votos de Coalición Canaria y Nueva Canarias. Para acometer la reforma, Rivera y Casado tienen que sumar un total de 176 escaños.
Génova ha dado la orden de buscar los votos necesarios y Rafael Catalá se ha encargado de buscarlos. Las primeras conversaciones ya se han producido. El diputado Mikel Legarda ha sido el interlocutor del PNV, al que el PP se ha acercado para pedir sus votos. Los nacionalistas vascos tomarán su decisión el próximo lunes, tras la reunión de su grupo parlamentario. Fuentes del PNV en el Congreso aseguran que no hay ninguna decisión tomada, pero matizan que las enmiendas que han llegado desde el Senado a propuesta de Ciudadanos “no gustan”.
La reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial fue aprobada en el Congreso el pasado 30 de octubre, tras el acuerdo alcanzado por el PP, PSOE y Unidos Podemos. La propuesta inicial pretendía derogar el sistema presidencialista que otorgaba plenos poderes al presidente del CGPJ y abrir la Comisión Permanente a todos los vocales y no al exclusivo club de elegidos por Carlos Lesmes. Al tratarse de una ley orgánica, tras su aprobación en el Congreso el texto debía pasar por el Senado, en donde Ciudadanos y PP se han puesto de acuerdo para modificarla con enmiendas.
Esas enmiendas son las que llegan esta semana al Congreso para ser sometidas a una nueva votación. PSOE y Unidos Podemos, dos de los tres impulsores iniciales de la reforma, anuncian que votarán en contra de los cambios aprobados por el Senado. La responsable de Justicia en Unidos Podemos, Gloria Lizo, asegura: “Hace falta una legitimación democrática en la designación de los vocales, nunca nos hemos planteado que sea una elección de los propios jueces”. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha manifestado en multitud de ocasiones en la misma línea, reclamando que sea el Parlamento el que determine quienes ascienden a la cúpula del Poder Judicial.
“Que los jueces nombren a los jueces es volver al pasado, es como crear un sindicato amarillo”, aseguran fuentes del grupo socialista en el Congreso. “Si tengo que elegir entre la enmienda Cosidó o la enmienda Bandrés me quedo con la segunda”, afirman las mismas fuentes.
El actual sistema existe desde 1985. Ese año, el ministro de Justicia Fernando Ledesma llevó al Congreso su proyecto de Ley Orgánica del Poder Judicial. Hasta entonces, la cúpula judicial había sido elegida por jueces. El diputado de Euzkadiko Ezquerra, Juan Mari Bandrés, fue el motor del nuevo modelo, a través de una enmienda que pasó a la historia como la “enmienda Bandrés”. Durante el debate, el diputado vasco dejó una frase para las hemerotecas: “Solo el pueblo legitima”. Todo el Parlamento, excepto Alianza Popular, apoyó aquella modificación que otorgaba a las cámaras de representantes el poder para nombrar a la cúpula judicial. AP incluso acudió al Constitucional para intentar tumbar la nueva normativa pero el alto tribunal no les dio la razón.
Las asociaciones judiciales apoyan el cambio de modelo que impulsa Ciudadanos y al que el PP se ha sumado tras la polémica de Cosidó y el fracaso en la renovación del CGPJ. A pesar de esa unanimidad, en el sector pocos muestran confianza de que el PP consiga los votos suficientes para volver a un modelo inspirado en 1985. El Congreso de los Diputados acoge este jueves el vibrante debate que volverá a poner sobre la mesa el análisis del estado de las cosas en la organización de la élite judicial. Los jueces volverán a ser el tema principal de la discusión política, al menos durante el debate.