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PP y PSOE creen que se puede ganar las europeas con menos de seis millones de votos

Los dos grandes partidos, PP y PSOE, acostumbrados a sumar más del 80% de los votos en casi todas las elecciones, empiezan a rebajar seriamente sus expectativas de cara a los próximos comicios europeos del 25 de mayo.

Con los datos internos que manejan ambas formaciones, dan por hecho que quien llegue a conseguir seis millones de votos en las elecciones será el claro ganador. No obstante, ninguno de los dos partidos tiene garantizado que podrá llegar hasta ese nivel de votantes.

Gane quien gane las elecciones por debajo de seis millones de votos, supondría la victoria electoral más pírrica desde 1989 y, claramente, significaría que el bipartidismo se acaba en España.

En 1989, con Fernando Morán de cabeza de lista, el PSOE ganó las europeas con 6.275.000 votos, con un censo mucho menor que el actual y tras celebrarse dos elecciones europeas casi consecutivas por la incorporación de España a la entonces Comunidad Económica Europea en 1986.

Desde entonces, la participación en estos comicios ha sido baja, pero con excepciones. Loyola de Palacio consiguió en 1999 casi 8,5 millones de votos; y el PSOE, un millón menos. El PP, que ganó los dos últimos comicios, estuvo siempre cerca de los siete millones de votos.

Ahora, los dos grandes partidos se temen lo peor. Con porcentajes en torno al 30% según todas las encuestas -hay que recordar que el PP logró el 42% de los votos y el PSOE el 39% en las europeas de 2009- los dirigentes de ambas formaciones creen que quien más se acerque a los seis millones tiene los comicios en su mano.

La dirección del PP cree que, al menos, tiene asegurados cuatro millones de votantes, según El Mundo. Lo que supone casi siete millones menos que hace dos años y medio. El PSOE no quiere hablar de una cifra de suelo electoral, pero daría como un éxito todo lo que pasara de los 5,5 millones.

Fuentes socialistas lo explican por dos motivos: una alta abstención, que podría llegar al 60% -superó el 55% en 2009-, y una fuga de votos a formaciones pequeñas que en estas elecciones tienen más opciones de ganar votos.

Por todo ello, está más que claro que los dos grandes partidos volverán a apelar al voto útil y, en el fondo, siguen pensando que les funcionará en la recta final de la campaña.

Ahora, desde ambas formaciones políticas se opina que aunque con seis millones de votos, o menos, las elecciones se ganen; el futuro escenario político y social que se dibuja empezará a ser muy distinto, y el bipartidismo quedará tocado si pierde casi veinte puntos, como se presume.