Cuando aún no se habían constituido formalmente las Cortes, la mayoría de los partidos se apresuraron a anunciar cuáles serían las primeras iniciativas que registrarían en el Congreso. Pablo Iglesias, líder de Podemos, se adelantó a todos y anunció el día de Nochebuena, sólo cuatro después de las elecciones generales, que lo primero que haría su grupo parlamentario sería registrar una proposición no de ley sobre la llamada Ley 25 de Emergencia social. Luego fueron los socialistas los que anunciaron una batería de medidas. El PP mantuvo que no había ninguna necesidad de empezar la actividad parlamentaria en Pleno hasta que no hubiera un nuevo Gobierno. Pero en cuanto se decidió que el Congreso echaría a andar y tramitaría este tipo de iniciativas que no comportan control, el PP se apresuró a registrar las suyas.
La mayoría eran idénticas a otras ya aprobadas o proponían pronunciarse sobre algún asunto en el que anteriormente se había votado en contra. La primera que se debatirá este martes, aún sin Gobierno pero en el primer Pleno que celebra el Congreso si no se cuenta el de intento de investidura de Pedro Sánchez. El texto del grupo que dirige Rafael Hernando recuerda la indisolubilidad de la nación española y el hecho de que la soberanía nacional resida en el Parlamento, nada nuevo.
Lo que sí introducen esta vez en el texto es la negativa tajante a que pueda haber una consulta sobre la autodeterminación en Cataluña. De hecho, el punto 3 de la proposición no de ley indica que la soberanía nacional “es incompatible con cualquier tipo de referéndum o consulta ciudadana sobre lo que es y debe ser España, en la que una parte de los españoles decidan por todos los demás”.
Esta última parte es la destinada, sobre todo, a abrir brechas en las posturas de partidos como el PSOE, Ciudadanos y Podemos. De hecho, el propio vicesecretario del PP Javier Maroto admitía este lunes que la propuesta, que también se debatirá este martes a la misma hora en el Pleno del Senado, “tiene máxima actualidad una vez conocida la reunión entre Pedro Sánchez y Carles Puigdemont”.
La afirmación de Maroto sobre la vigencia deja claro que la única intención del PP al presentar la iniciativa era meter el dedo en el ojo del secretario general del PSOE ya que “en materia de unidad parece que cada día hace una cosa distinta”. Desde el PP se señala que no se puede afirmar que España es una única nación a la vez que el PSC defiende la permanencia de ayuntamientos catalanes dentro de la Associació de Municipis per la Independència (AMI) y algunos socialistas están a favor del derecho a decidir.