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PSOE y Podemos se citan para buscar un acuerdo imposible contra Rajoy

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, antes de una de sus reuniones de 2016.

Gonzalo Cortizo / Aitor Riveiro

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias vuelven a encuadrarse en una foto que ya se hicieron en 2016 y que acabó con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. Los líderes de PSOE y Podemos se han vuelto a citar tras el llamamiento del primero “para conseguir una mayoría parlamentaria que cierre esta etapa negra de Gobierno del PP”, tal y como afirmó el secretario general en su discurso de proclamación tras el último congreso socialista. La reunión tendrá lugar este martes en el despacho de la portavoz del PSOE, Margarita Robles.

Iglesias y Sánchez llegan a la reunión sin aparente ánimo de rivalidad, pese a tratarse de dos líderes convencidos de que se disputan en parte el mismo espacio electoral. En esta ocasión, la situación cambia porque Ciudadanos ya ha anunciado que no tiene intención de sumarse a la mesa. Dicho de otro modo, los números que pide Sánchez para tumbar a Rajoy vuelven a no salir.

El nuevo líder socialista busca con este encuentro la presencia que su dimisión como diputado le robó en la escena política diaria. Sánchez está dispuesto a alargar sus encuentros con Iglesias y poner a trabajar a comisiones de trabajo que, desde ambos partidos, demuestren que otras mayorías son posibles.

Esa es la intención también de Iglesias, que acude a la cita como secretario general de Podemos y presidente del Grupo Parlamentario Unidos Podemos-En Comú-En Marea. Iglesias pedirá a Sánchez el apoyo del grupo socialista a varias iniciativas parlamentarias presentadas por el grupo confederal referidas a pensiones, al desbloqueo de la proposición de ley para subir el Salario Mínimo Interprofesional, a una reforma de la negociación colectiva, a la recientemenre presentada para luchar contra la pobreza infantil o que modifique su posición sobre el CETA y pase de la abstención al no.

El primer punto de fricción será precisamente la postura del PSOE sobre la votación del acuerdo comercial con Canadá, bautizado bajo las siglas CETA. Los socialistas han decidido abstenerse (hace un mes defendían el sí) como un gesto de acercamiento al electorado de Podemos. La formación de Iglesias, sin embargo, no ha tardado en denunciar que esa abstención se hace insuficiente para una formación que pretende defender una postura de izquierda pensada en “los de abajo”.

Techo de gasto, otro “hecho” para Podemos

Pablo Iglesias llevará a la reunión otro asunto de gran importancia y que tiene muy preocupado al Gobierno de Mariano Rajoy: el techo de gasto, el primer paso para los presupuestos de 2018 y una de las votaciones que más atención recaba en la UE.

Sin techo de gasto, Rajoy no podría aprobar las cuentas de 2018 y ese escenario podría conducir a una prórroga de los actuales. La ley no permite prorrogar las cuentas públicas en dos ocasiones consecutivas. Si el bloque contra los números de Rajoy supera al de quienes están a favor, el PSOE y Unidos Podemos podrían conseguir como rédito un adelanto electoral de apenas unos meses sobre la fecha prevista.

Tanto el techo de gasto, que llegará al Congreso en julio, como el CETA, que se votará este mismo jueves, son votaciones en las que en Unidos Podemos estarán muy atentos al PSOE para comprobar si las palabras del “nuevo Sánchez” se convierten en hechos, como han señalado varios portavoces del grupo confederal.

El acercamiento entre Sánchez e Iglesias tiene como principal consecuencia otro movimiento político: Ciudadanos se ve arrastrado a una extrema cercanía con el PP que no entraba en los planes iniciales de Albert Rivera.

Con Ciudadanos en el bloque de enfrente, cualquier acuerdo que adopten Pedro Sánchez y Pablo Iglesias deberá contar con el beneplácito de nacionalistas catalanes y vascos. Se trata de buscar un equilibrio en el que ambas formaciones ya han trabajado con Antonio Hernando al frente del grupo parlamentario socialista.

¿Qué es lo que cambia en esta ocasión? La variación fundamental es que la resurrección del líder socialista ha obligado a Unidos Podemos a pensarse si es momento de una posición frontal frente a un líder que acaba de protagonizar una victoria épica contra el establishment clásico de la socialdemocracia española.

Las intenciones de Pedro Sánchez también tienen sus incógnitas: el líder del PSOE busca la presencia mediática que su dimisión como diputado le arrancó de las manos. Tras el encuentro, Sánchez ni siquiera podrá salir a valorarlo en las salas de prensa del Congreso, a las que no tiene acceso por no ser diputado. En su lugar, será su número tres en Ferraz, José Luis Ábalos, el encargado de valorar el encuentro.

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