La guerra en el seno del Partido Socialista de Madrid parece lejos de amainar. Tras la negativa este martes de Juan Lobato a presentar su dimisión después de que ABC publicase que registró ante notario una conversación con Pilar Sánchez Acera, jefa de Gabinete del ministro Óscar López, sobre la supuesta filtración del correo que envió la pareja de Ayuso a la Fiscalía reconociendo su doble fraude fiscal, la presión interna contra el líder de los socialistas madrileños no ha dejado de crecer.
La portavoz del PSOE en el ayuntamiento de Madrid, la exministra de Industria, Reyes Maroto, reclama a su compañero de filas que convoque de manera urgente una reunión extraordinaria de la ejecutiva regional de su partido y se someta a una cuestión de confianza. “Se tiene que volver a ganar confianza. Tiene que desarrollar una moción de confianza en un comité ejecutivo regional que convoque lo antes posible”, ha dicho Maroto en rueda de prensa en el consistorio de la capital.
Al ser preguntada si respalda o no a Lobato, la portavoz municipal del PSOE ha dejado claro que ella “no habría actuado así”. “Yo desde luego hubiera hecho las cosas de otra manera, creo que la lealtad es lo que suma en un partido político. Creo que [a Lobato] le ha faltado lealtad sobre todo hacia una compañera de su Ejecutiva como es Sánchez Acera”. “Esperemos que el secretario general en esa moción de confianza no solo dé explicaciones sino también qué responsabilidades [tiene] en los hechos que vamos conociendo que claramente nos preocupan”, ha añadido.
Maroto ha asegurado que en el PSOE “respetan a los gobiernos internos, las cosas que se hablan se tienen que hablar también hacia dentro para tomar las mejores decisiones y trasladar a la ciudadanía” y a la dirección regional de Madrid le toca ahora decididir “cuál es el papel de Juan Lobato”. “Sabéis que estamos a puertas de unas primarias… y hay que saber si se tiene que renovar el liderazgo en el PSOE de Madrid. Yo creo que Juan Lobato tiene que dar muchas explicaciones a la militancia”, ha zanjado.
Antes, el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, ha a exigido a Lobato que dé explicaciones “más sólidas” sobre las “delicadas y graves” decisiones que ha adoptado en las últimas semanas y que se convoque cuanto antes la comisión de la Ejecutiva regional del PSOE.
“Es grave el caer o el provocar las distracciones respecto a lo fundamental, que es esa declaración de ese señor particular que declarará porque es quien realmente está implicado en este asunto y todo lo demás son distracciones. Son distracciones y creo que no debemos caer en ellas”, ha dicho en referencia al novio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador y sus supuestos delitos contra la Hacienda Pública.
Por el momento, desde la dirección del PSOE se cuidan de no pronunciarse públicamente sobre el posible cese o dimisión de Lobato, al que en privado, sin embargo, dar por acabado políticamente. “No podemos entender que una persona se plante en un notario a registrar una conversación con un compañero. Nadie lo puede entender”, sostienen fuentes de Ferraz, que añaden que la cúpula del partido no se enfrentará abiertamente con él.
“La dirección federal no puede ni debe hacer nada. A tres días de un Congreso no tiene sentido montar una guerra, esa es mi opinión. Otra cosa es lo que digan los militantes. La dirección federal no va a hacer nada. El PSM no lo sé”, añade un alto cargo del partido.
Lobato había convocado a la prensa para una “declaración institucional” a las 9.30 horas de la mañana y todo hacía pensar en su salida. Pero no ha sido así. Lobato sigue incluso después de que este lunes reconociera que registró ante notario una conversación con Pilar Sánchez Acera, jefa de Gabinete del ministro Óscar López, sobre la supuesta filtración del correo que envió la pareja de Isabel Díaz Ayuso a la Fiscalía reconociendo su doble fraude fiscal.
Tanto Ferraz como sus compañeros de partido se enteraron de la decisión de Lobato por la prensa, ya que la noticia del registro la publicó ABC, y eso generó un fuerte malestar tanto en el PSOE como en el Gobierno. “No veo cuál es el problema de acreditar el origen lícito de esa comunicación”, ha dicho Lobato en rueda de prensa, defendiendo el registro en el notario y lanzando dudas sobre lo que le contaron desde Moncloa.
“Eran los medios de comunicación, según se me dijo”, quienes publicaron el citado correo. “¿Qué problema hay? Yo no veo ningún problema, al revés, al revés. Ahora, vista la reacción, como digo, de algunos dirigentes de mi partido, parece como si de alguna manera se dudara sobre la veracidad de lo que ahí se me dijo. Yo esto de luego no lo contemplo, no contemplo que fuera falso lo que se me dijo, que fuera falso que el origen de esa documentación eran los medios de comunicación, porque esto sería bastante grave”, ha zanjado.
Socialistas madrileños apuntan, además, que las últimas horas han sido críticas para Lobato y se están produciendo movimientos internos y llamadas entre cargos para forzar su salida. En este punto, las distintas fuentes consultadas admiten a Europa Press que la dirección del partido a nivel nacional también está jugando sus cartas “para tumbarle”.