Podemos carga contra Llop por decir que “con una herida basta” para probar violencia en agresiones sexuales
Después de que el PSOE se levantara de las negociaciones con su socio de Gobierno sobre la reforma del ‘solo sí es sí’, cada parte ha comenzado a dar la batalla por el relato. Este martes, la ministra de Justicia, Pilar Llop, ha concedido una entrevista en la Cadena SER para explicar los puntos de la proposición que han presentado en el Congreso para modificar la norma y ha afirmado que “con una herida basta” para demostrar violencia en los casos de agresión sexual, lo que ha provocado la reacción airada de los dirigentes de Podemos, que han salido en tromba a defender que ese argumento les da la razón en su tesis de que crear subtipos en función de si hay o no violencia o intimidación saca de facto el consentimiento del centro de la ley.
“Ahora no, ahora si se demuestra que hay violencia o intimidación, que es muy sencillo probarlo porque con una herida ya se puede probar que ha habido violencia”, ha dicho Llop para tratar de justificar que su reforma “no toca” el consentimiento al mantener “absolutamente intactos” los artículos que lo definen. Así, Llop ha explicado que el artículo 178.2 —que no se reforma en la iniciativa del PSOE— afirma que “en todo caso” se considera que hay agresión sexual cuando hay violencia, intimidación o abuso de una situación de superioridad o de vulnerabilidad de la víctima. “Cuando concurren esas circunstancias no hay que probar el consentimiento. Ese es el gran valor que tiene el artículo 187.2 y eso no se toca”, ha aseverado la ministra.
En este sentido, Llop ha afirmado que la existencia de esas circunstancias hay que probarlas siempre ante el juez en un Estado de derecho —antes y después de la reforma del ‘solo sí es sí’—, pero que la gran novedad que trajo la nueva regulación es que “ya no hay que probar” el consentimiento cuando concurren esos supuestos. “Lógicamente, eso no se toca”, ha dicho la ministra, que ha acusado a los socios minoritarios del Gobierno de estar “confundiendo a la opinión pública” y ha negado que haya “un problema sobre el consentimiento”. “Yo vengo de ese mundo y en los casos en los que el agresor decía que la relación sí era consentida y la víctima decía que no sí que era un calvario probatorio para las víctimas porque todo recaía sobre ellas. Ahora sí se demuestra que hay violencia e intimidación —que es muy sencillo probarlo porque con una herida ya se puede probar que ha habido violencia— ya no hace falta que la víctima pruebe que ha habido consentimiento”, ha aseverado.
En Unidas Podemos, sin embargo, consideran que estas palabras de Llop confirman su tesis de que la reforma de los socialistas modifica el corazón de la ley por afectar, en su opinión, a la base del consentimiento. Minutos después, en una entrevista en Catalunya Ràdio, la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, le ha respondido que precisamente es “ahí a donde no quieren volver”.
“Hay una discrepancia fuerte que tiene que ver con qué queremos y de qué manera queremos que se proteja en el Código Penal la libertad sexual de las mujeres. Para sostener si hubo violencia no basta decir con ‘ah, me empujó’ sino que tiene que probarse. Es ahí a donde no queremos volver. La ministra [Llop] lo ha dicho con claridad: si se puede probar la violencia ya no es necesario probar el consentimiento. No es confusión, es discrepancia política”, ha explicado la dirigente de Podemos, que ha considerado que la sociedad está retrocediendo a los días posteriores a la sentencia de La Manada, cuando las mujeres salieron al grito de “hermana, yo sí te creo”. “Es el mismo argumento”, ha insistido.
En paralelo, prácticamente toda la cúpula de Podemos ha salido a criticar en redes sociales el corte de la ministra en el que habla de la “herida” como argumento suficiente para demostrar la violencia. La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha planteado que “si probar la violencia en una agresión sexual es tan sencillo, ¿por qué en el 2021 de 4.000 sentencias sólo 500 mujeres pudieron probarla?”. “Otra vez el foco en las mujeres, en cuánto nos resistimos, en si cerramos las piernas. Es el modelo de la manada, no el del consentimiento”, ha dicho en un mensaje en Twitter.
“¿Y qué ocurre si no hay herida? ¿Se asume que se ha consentido? Habrá que demostrar que no. Es decir, esta reforma vuelve al modelo anterior”, ha considerado por su parte la secretaria de Estado de Agenda 2030, Lilith Verstrynge en un tuit en el que ha incluido el vídeo con la intervención de la ministra. “Confirmado por ella misma: quieren volver al código penal anterior; el de ”¿cerraste bien las piernas?“, el de la ”manada“”, ha añadido el portavoz parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique. El portavoz ha insistido más tarde en rueda de prensa en el Congreso que la ministra ha dejado claro que la propuesta que maneja su partido es una vuelta al modelo anterior del Código Penal. “En muchos casos de La Manada no había heridas. Cuando hay una relación sexual no consentida ya hay violencia. ¿Qué es si no una relación consentida? Por eso el Código Penal anterior producía las aberraciones que producía, por eso salían tantas mujeres a la calle”, ha argumentado Echenique.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, no ha subido directamente ninguna publicación contra las palabras de su compañera de Gobierno pero ha retuiteado algunos mensajes en esa línea, entre ellos, uno de la secretaria de Estado de Igualdad en el que manifestaba que no quieren un modelo penal “en el que para demostrar una agresión importen más” las heridas que la voluntad de las mujeres. “Ese es el problema de la violencia como elemento suficiente para probar una agresión sexual, incidir en una inercia que si no veía heridas, veía consentimiento”, ha añadido.
Los mensajes críticos a la titular de Justicia también han trascendido el núcleo del partido. El presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, ha afirmado que “cuesta entender que algunos propongan volver al ”con una herida ya se puede probar que ha habido violencia“”. “Si todo vuelve a girar sobre la violencia e intimidación, el consentimiento pierde su centralidad y el feminismo sus conquistas”, ha lamentado.
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