Pedro Sánchez ha dado este sábado el pistoletazo de salida a la precampaña electoral del PSOE en Sevilla, el gran bastión de poder municipal de los socialistas, reivindicando la gestión del Gobierno central como garantía de defensa de los derechos de la mayoría de la gente. “¿Hay diferencias entre que gobierne la derecha y gobierne la izquierda? Pues las hay”, ha planteado el presidente antes de confrontar el modelo económico del PP con el llevado a cabo por el Ejecutivo de coalición durante las crisis de la pandemia y de la guerra.
Ante las citas con las urnas que deparará el año, el líder de los socialistas ha apelado directamente a la amplia mayoría social a la que ha asegurado que van dirigidas las medidas adoptadas por el Consejo de Ministros en materia de pensiones, derechos laborales o protección de las clases trabajadoras. “Los ciudadanos están llamados a elegir una opción. Importa menos lo que hayamos votado hace un año, dos o tres. Lo importante es responder qué ciudad y qué país queremos: ¿Queremos un país en el que se suba el salario mínimo o se congele? ¿Queremos un país en el que se revaloricen las pensiones conforme al IPC o que suban un 0,25% como ocurrió en el pasado? ¿Queremos un país donde prime la convivencia o donde prime la confrontación territorial?”.
Sánchez ha asegurado que la hoja de ruta de Ejecutivo no variará por ser año electoral. “Vamos a hacer lo mismo que hemos hecho en los años que no han sido electorales, seguir dignificando las pensiones, el salario mínimo, proteger a la ciudadanía ante las consecuencias económicas de la guerra”, ha prometido antes de arremeter contra el PP por la actitud mostrada durante los mayores desafíos de la legislatura. “Estos cuatro años no hemos hecho otra cosa que navegar frente a tempestades: la pandemia, la guerra, el volcán. Y lo hicimos frente a una oposición que usaba esas tempestades para intentar hundir al Gobierno aunque para ello se tuviera que hundir España”.
Durante su intervención, el presidente del Gobierno no ha pasado por alto el anuncio del vicepresidente de Castilla y León para que a las mujeres que decidan la interrupción voluntaria de su embarazo se les ofrezca escuchar el latido del feto y una ecografía 4D como medida disuasoria. Sánchez se ha referido a la “coalición del miedo de PP y VOX” y ha advertido que “la derecha sabe qué camino ha tomado, y es el que le marca la ultraderecha”, en referencia a la alianza de los de Feijóo con el partido ultra de Santiago Abascal. Y ha lanzado un aviso: “Con gobiernos socialistas lo que va a haber son avances en beneficio de las mujeres y ni un solo retroceso. No vamos a permitir retrocesos”.
Sevilla, bastión municipal del PSOE
El PSOE ha elegido Sevilla para abrir la precampaña para las elecciones municipales de mayo, inevitablemente solapada con la larga campaña para las generales, previstas para final de año. La elección de la capital andaluza tiene dos lecturas: Sevilla es la ciudad de España más poblada que gobierna el PSOE, desde 2015. Es, también, la provincia con una brecha de poder más abrumadora respecto al PP, que sólo gobierna en ocho de sus 106 municipios. Los socialistas tienen 72 alcaldías, el 66,98% del total.
Sevilla tiene, por tanto, un peso específico en el municipalismo de España, pero también un peso simbólico para el PSOE, por ser la agrupación con más militantes del país. Hasta hace poco, se la reconocía también como la agrupación con más músculo y pulsión electoral de España, cuna de Felipe González y Alfonso Guerra, y de los tres últimos presidentes andaluces: Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz.
La dirección federal y andaluza siempre han buscado aquí una imagen de partido tensionado, de bases movilizadas, para proyectar esa energía al resto de España. El reverso de esta foto está en las elecciones andaluzas del pasado junio, en las que el PP de Juan Manuel Moreno logró desbancar en votos por primera vez al gran bastión socialista. El PSOE obtuvo 123.933 votos en Sevilla capital en las municipales de 2019, un 32,65% del escrutinio; y se hundió hasta los 81.800 votos en las andaluzas, con un 19,83%.
Antonio Muñoz, el alcalde “encantador” de Sevilla
Antonio Muñoz, alcalde de Sevilla que heredó el puesto de Espadas, subió al escenario sobre los acordes de The charming man (El hombre encantador), del grupo británico The Smiths, su favorito. Muñoz tiene un perfil moderno, atípico para un candidato a la Alcaldía de Sevilla.
Los números que maneja el partido sobre su candidato son “optimistas”, pero en un escenario de lucha de bloques, a los socialistas les preocupa mucho la crisis de identidad y los enfrentamientos que dividen a los partidos a su izquierda (IU, Podemos, Adelante), aún a expensas de un pacto de coalición y de candidato.
Esta misma semana el alcalde ha cerrado un acuerdo con Ciudadanos -un partido abocado a la extinción- para aprobar los Presupuestos municipales de este año. El pacto tiene mucho peso político a cinco meses de los comicios. Con las cuentas aprobadas, Muñoz puede impulsar en las próximas semanas proyectos concretos para la ciudad que son gestión presupuestada, no sólo promesas electorales. “La cara de berrinche que se le ha quedado al candidato del PP”, ha dicho, en referencia a José Luis Sanz.
También ha sido el primer mitin de alto nivel que ha dado Muñoz, compartiendo cartel con Sánchez. El presidente del Gobierno le ha dedicado palabras de emoción: “Me han pasado una declaración que hiciste: Sevilla me ha hecho mejor persona. Creo que pocas veces he escuchado una declaración de amor y compromiso mejor, estoy seguro de que la vas a recibir de vuelta de los sevillanos en mayo”.
Con un tono alegre y reivindicativo, Muñoz ha dedicado su tiempo a hablar de los barrios de la ciudad, de los proyectos en ciernes -sobre todo en materia de movilidad-, y de la proyección de Sevilla en el conjunto del país: “Tenemos que jugar un papel más importante en el tablero nacional, no sólo podemos ser la ciudad de debajo de Despeñaperros a la que vienen para divertirse porque somos una ciudad alegre”, ha dicho.
El mitin se ha celebrado en el Pabellón de la Navegación de la Isla de la Cartuja, antigua sede de la Expo 92, donde Muñoz ha defendido que Sevilla cuenta con “el mejor parque tecnológico de Andalucía” -en velada competición con Málaga-. Como apuesta personal, el alcalde ha insistido en que no renuncia a que el Parlamento andaluz “apruebe la Ley de Capitalidad” para Sevilla. Muñoz ha cerrado su discurso con un dardo envenenado a sus rivales del PP: “No es tiempo ni de tristes ni de gafes ni de meigas”.
Juan Espadas, secretario general del PSOE andaluz y ex alcalde de Sevilla, ha abierto y conducido el mitin, dando paso a las alcaldesas de Osuna y Alcalá de Guadaíra, al líder del partido en la provincia y a su sucesor en el Ayuntamiento hispalense.
Espadas siente que la candidatura de Muñoz “es la culminación” de su propio proyecto, que dejó en sus manos para disputar el cartel electoral de las andaluzas y el liderazgo del PSOE-A a Susana Díaz, con nefastos resultados el pasado 19 de junio. “Esto es más fácil. Hoy no presentamos a un candidato, sino a un alcalde”, ha advertido, tras vaticinar que el PSOE de Sevilla “volverá a batir el récord de tres mandatos consecutivos”, con un guiño al que aún ostenta ese listón, el ex alcalde Alfredo Sánchez Monteseirín (1999-2011).