Pedro Sánchez mantiene su estrategia de acusar a Podemos de hacer pinza con el PP y evitar que haya cambio, a pesar de que no solo los de Pablo Iglesias se han levantado de la mesa de negociación y han anunciado su voto en contra sino que IU-Unidad Popular y Compromís han seguido el mismo camino, han suspendido las conversaciones y han asegurado que con el acuerdo alcanzado entre PSOE y Ciudadanos se opondrán a la investidura del candidato socialista.
“Me parecería incomprensible que Pablo Iglesias vote en contra”, ha expresado Sánchez en una entrevista en la Cadena SER en la que ha asegurado que la “línea roja” de los partidos de izquierdas está en que el PP salga del poder. “Nada o poco espero del PP, pero sí espero mucho de los partidos a mi izquierda. Espero que antes de votar por que Mariano Rajoy se perpetúe voten sí o se abstengan en una investidura de un candidato socialista”, ha agregado Sánchez.
El líder del PSOE ha cargado especialmente contra Podemos. Primero ha recordado que fueron los “últimos en sentarse en la mesa y los primeros en levantarse”. Según Sánchez, el texto que ha firmado con Albert Rivera es un “acuerdo que no excluye”. No obstante, Podemos ha dicho que es “incompatible” con sus propuestas al igual que IU-Unidad Popular, que lo califico de “antagónico”. Compromís también dijo que tiene “notas que desafinan”.
Además, ha señalado que Pablo Iglesias solo ha hecho tres propuestas: una vicepresidencia para Podemos, un referéndum para “romper España” y un aumento de 96.000 millones que “pondría en peligro la estabilidad”, según ha dicho Sánchez, que se ha mostrado convencido de que el pacto con Ciudadanos tiene puntos que pueden aceptar los de Iglesias, como la posibilidad de crear un impuestos a las grandes fortunas -que se estudiará y se pondrá en marcha en de caso de que Bruselas pida más “ajustes”, según fuentes socialistas- o la propuesta de reforma fiscal. “No podemos poner en peligro la unidad de España, poner a los jueces y fiscales bajo control del Gobierno o asumir un gasto explosivo -ha señalado Sánchez-. A partir de ahí podemos encontrar muchos puntos de encuentro”.
Respecto a la derogación de la reforma laboral del PP -uno de los principales compromisos electorales del PSOE-, Sánchez ha restado importancia a que no figure explícitamente en el texto del acuerdo. Considera que no es necesario dejarlo por escrito si se “deroga de facto”. Para Sánchez lo importante en este momento era explicar cómo se va a derogar, es decir, cuáles van a ser los cambios.
“Si le digo 'en un lugar de la Mancha' usted sabe que estoy hablando del Quijote y de Cervantes. Como candidato tengo que explicar cómo lo voy a hacer: recuperando la ultraactividad, recuperando la negociación colectiva, planteando tres contratos”, ha enumerado Sánchez, que ha pedido a Podemos e IU que reconozcan que es un avance sustancial. Pese a que el PSOE insiste en que en la práctica es una derogación, en Ciudadanos evitan llamarlo así y aseguran que es un cambio de modelo puesto que no quieren tampoco volver al anterior.
Sobre la consulta a la militancia sobre los acuerdos, Sánchez ha admitido que puede suceder que les pregunte antes de alcanzar otros pactos. “Tenemos que firmar acuerdos a distintas bandas. Probablemente sean después de esta consulta por una cuestión de tiempo material ”, ha explicado el candidato socialista, que ha expresado que pedirá “la confianza a la militancia de que voy a alcanzar algún acuerdo”.