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Socialistas y liberales acarician el golpe de mano a los 'populares' en la UE: Timmermans llega con ventaja a la cumbre del reparto de cargos
El plan se ha tejido en la cumbre del G-20, en Osaka. Y ahora tiene que pasar por los exámenes de Bruselas. En principio, la idea que va a proponer Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, viene avalada por España, Alemania, Francia y Holanda. Y es la siguiente: presidencia de la Comisión para Frans Timmermans; presidencia del Parlamento Europeo, para Manfred Weber; jefatura de la diplomacia europea y, quizá, primera vicepresidencia, para el PPE; y presidencia del Consejo Europeo, para los liberales –¿Charles Michel y Mark Rutte a tiempo compartido?–.
Sobre la mesa, junta varias voluntades: la del principal país socialista –España–, popular –Alemania–, liberal –Holanda– y socialiberal –Francia–. Pero está cogido por los pelos, según diversas fuentes. Para empezar, el Partido Popular Europeo tiene que deshacer todo el terreno recorrido y ceder al segundo partido de las europeas la presidencia del Consejo Europeo.
Además, hay países que no tragan con Timmermans, como Polonia y Hungría, a los que el holandés ha tenido en el punto de mira como vicepresidente de la Comisión por sus violaciones del Estado de Derecho.
La Italia de Salvini tampoco va a estar feliz con el socialdemócrata... Así que, la tarde no será fácil, y para quien menos, para Merkel, valedora de Weber y a quien ahora está dejando caer. ¿Y si Merkel está mirando en el BCE a cambio de la cabeza de Weber? Las negociaciones para el BCE van por otro cauce, pero todo está relacionado, y Merkel siempre ha querido el poder económico de la UE, y Jens Wiedmann, presidente del Bundesbank opuesto a las políticas de socorro de países como España llevadas a cabo por Mario Draghi.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha iniciado con el presidente del Consejo europeo, Donald Tusk, su agenda de contactos previos a la cumbre europea en la que este domingo los jefes de Estado y de Gobierno de la UE aspiran a cerrar un acuerdo sobre el reparto de los altos cargos de las instituciones comunitarias.
Sánchez y el primer ministro portugués, Antonio Costa, son los elegidos por sus socios en el Partido Socialista Europeo (PES) como sus negociadores para defender los intereses de la familia socialdemócrata en la nueva jerarquía, para la que Tusk ha sido encargado de diseñar un reparto que respete varios equilibrios (de género, ideológico y geográfico).
Por ello, está también previsto que Sánchez y Costa participen a lo largo de la tarde en una nueva 'minicumbre' de los negociadores de las tres principales fuerzas políticas europeas, junto a los primeros ministros liberales Mark Rutte (Países Bajos) y Charles Michel (Bélgica) y los elegidos por el Partido Popular Europeo (PPE), el primer ministro letón, Arturs Karins, y el croata, Andrej Plenkovic.
Poco antes del arranque formal de la cumbre, el presidente español también se verá en un encuentro a tres con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y con la canciller alemana, Angela Merkel.
En cualquier caso, el reto en estas negociaciones es designar a las personas que ocuparán durante los próximos años las presidencias de la Comisión Europea, del Consejo europeo y del Banco Central Europeo (BCE), así como la Alta Representación de Política Exterior.
La configuración de este paquete marcará además la decisión sobre el futuro presidente del Parlamento Europeo. La Eurocámara, además, tiene poder para tumbar al candidato a dirigir el Ejecutivo comunitario, por lo que las negociaciones buscan también satisfacer sus condiciones.
Ante la dificultad de la tarea, los líderes de la UE podrían optar por cerrar únicamente la presidencia del Ejecutivo comunitario, el único de los puestos que puede tumbar el Parlamento Europeo, aunque el objetivo todavía sigue siendo lograr un acuerdo sobre todo el paquete, según señalan fuentes comunitarias a Europa Press.
Sánchez acude a la cumbre extraordinaria sin revelar aún las cartas de España en estas negociaciones y argumentando que su candidato a la presidencia de la Comisión es Timmermans, y que lo importante no es la nacionalidad sino que el futuro jefe del Ejecutivo comunitario comparta los mismos intereses.
El Gobierno español ha venido defendiendo, además, que tiene distintos perfiles sobre la mesa en función de los puestos a los que pueda aspirar. La mayoría de las fuentes consultadas apuestan por una vicepresidencia de la Comisión que podrían ocupar tanto Josep Borrell, si se trata de una cartera política, como Nadia Calviño si el cargo pertenece a la parcela económica.