“España está en una situación de emergencia. Nunca antes quizá haya estado tan amenazada nuestra unidad. Nunca antes quizá haya estado tan amenazada nuestra nación”. Las palabras son del portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, a cuenta de la distribución de escaños en el Hemiciclo y de los despachos de los diputados y trabajadores de los grupos parlamentarios en las áreas de trabajo aprobada este lunes por la Mesa del Congreso. Espinosa de los Monteros ha arremetido contra los grupos, a los que ha acusado de ir “todos contra Vox”. Pero especialmente contra el PP, al que ha atacado por “apoyar los privilegios de la izquierda radical y los separatistas antes que trabajar codo con codo” con ellos en una “oposición frontal” al futuro Gobierno de coalición del PSOE y de Unidas Podemos.
La Mesa del Congreso ha aprobado la distribución de los diputados en el Hemiciclo. Como se puede ver en la imagen que acompaña a esta información, la primera fila de escaños, la más visible para los telespectadores, la ocupan los cuatro principales grupos (PSOE, PP, Vox y Unidas Podemos), así como el PNV que, con solo seis representantes, mantiene uno de los lugares más privilegiados de la Cámara.
Es la ubicación del resto de grupos lo que ha indignado a Vox. El partido de extrema derecha, que obtuvo 52 diputados, tendrá que compartir espacio con los 10 de Ciudadanos, que se situará a mitad de Hemiciclo. Para que por el otro lado quepan los representantes del PP, que ocupan todo el lado derecho del Pleno, el grupo de Vox debe estirarse hacia arriba, con lo que el grueso de sus diputados estarán en las últimas filas.
La distribución acordada por la Mesa sitúa así a los grupos grandes en sus posiciones tradicionales (el PSOE en el lado izquierda y el PP, en el derecho) y reparte el resto de asientos entre los demás. Unidas Podemos, el PNV y ERC ocuparán la mayor parte del espacio central del Hemiciclo. Por encima de ellos, EH Bildu, el Grupo Mixto, el nuevo Grupo Plural y el grueso de los diputado de Vox.
La distribución de los escaños, que todavía no es definitiva porque los miembros de la Mesa se sientan alrededor de la tribuna de oradores y el Gobierno en los asientos azules habilitados al respecto, no es lo único que ha enfadado a Vox. El portavoz parlamentario también ha criticado el reparto de los despachos de los diputados y sus asistentes en las zonas de trabajo del Congreso, aunque ni él ni el vicepresidente de la Mesa a propuesta del partido de extrema derecha, Ignacio Gil Lázaro, han explicado el motivo.
“Ningún grupo se ha dirigido a Vox para hablar de cuáles son la mejor manera de distribuir escaños y oficinas”, ha lamentado Espinosa de los Monteros, pese a decir que este es un asunto que no importa en absoluto a los españoles. “Todos se habían puesto de acuerdo contra Vox”, ha añadido, para zanjar: “Ya va siendo hora de que se acostumbren a que Vox es la tercera fuerza. Estamos aquí para quedarnos”.
En opinión del partido que lidera Santiago Abascal, lo de hoy es una “cacicada contra Vox” y un “reflejo del miedo” que, ha dicho, los demás le tienen. Y ha insistido: “Todos los grupos han decidido excluir de Vox de estas negociaciones. Es significativo que el PP se siente con el PSOE y den posiciones de privilegio a los separatistas y a la izquierda más radical y busquen la manera de diluirnos en el Hemiciclo”.
Espinosa de los Monteros ha desgranado los argumentos de Vox de hoy en un hilo de Twitter.