Podemos ya ha lanzado la precampaña de las elecciones generales. Minutos después de que Mariano Rajoy anunciara en televisión que los comicios serían el 20 de diciembre, el partido de Pablo Iglesias pedía el voto en Twitter. Y tras cerrar el episodio de la confluencia, Podemos se ha volcado en acabar su programa. Al partido le ha costado más tiempo de lo previsto hacerlo, más de un mes de retraso, pero ha logrado lo que quería su responsable, Carolina Bescansa: aportaciones externas, memorias económicas y jurídicas y un sistema de participación que, como es habitual en Podemos, ya ha levantado suspicacias.
Medio millar de medidas
La propuesta que presentará Podemos el 20 de diciembre contará con “entre 400 y 500 medidas”, según Carolina Bescansa. La secretaria de Análisis Político y Social del partido asumió la cartera de Juan Carlos Monedero cuando este abandonó la dirección de Podemos y ha coordinado los trabajos de círculos, órganos locales y autonómicos y expertos externos que han aportado sus opiniones.
Deliberación en asamblea
Las medidas que lleve Podemos a las generales saldrán de un paquete de entre 800 y 1.000. Para completar el número, dirigentes del partido y cargos locales y autonómicos se reunirán con las bases del partido en asambleas. Podemos aspira a convocar unos 2.000 encuentros. En ellos, los asistentes podrán aportar sus propias medidas o debatir sobre las que ya se ha decidido incluir. La primera de estas asambleas se celebró el pasado jueves 8 en Fuenlabrada (Madrid) con la presencia de Bescansa. La última será el día 15. Siete días para acabar de recopilar todas las medidas.
Podemos aprovechará, además, para recoger las firmas que necesita para presentarse en cada provincia a las elecciones generales, ya que es la primera vez que lo hace y concurre en solitario.
Construye tu propio programa
Cuando se cierre el proceso de recopilación de medidas, hasta alrededor de un millar, se pondrá a disposición de cualquier persona inscrita en Podemos una herramienta para componer su propio programa. Y si logra los avales necesarios, someterlo al proceso de votación. “La gente con el aval de los círculos podrá proponer una selección de propuestas, una composición de 300, 400 o 500 medidas, con un mínimo y un máximo”, explica Bescansa.
La dirección de Podemos también presentará su propia propuesta, que contará además con el aval del Consejo Ciudadano Estatal. Pablo Iglesias controla la mayoría del máximo órgano entre asambleas de Podemos.
La votación y el “programa plancha”
A finales de octubre se someterán todas las propuestas a votación. Los distintos programas competirán entre ellos. Y lo harán de forma íntegra, ya que no se podrán eliminar aquellas propuestas que el elector no quiera. O todo, o nada. Un “programa plancha”. Esta ha sido la tendencia en los procesos de votación de Podemos desde Vistalegre. Y ha sido uno de los motivos de crítica contra la dirección de Podemos más utilizados dentro y fuera del partido.
La dirección justifica el modelo en la efectividad. Como hicieron en Vistalegre y después. “Tenemos muchísimas propuestas. Es difícil seleccionar unas u otras. Queremos garantizar que el programa tienen ese sentido de compromiso”, justifica Bescansa.
Pero, ¿y las medidas?
El programa de Podemos contará “siempre que sea posible” con memoria económica, memoria jurídica y calendario de aplicación. Es decir, cuánto costará, cómo se implementará y cuándo se pondrá en marcha. Algo que, como explica la responsable del programa, “ningún otro partido hace”.
Será el tercer programa oficial de Podemos, después del de las europeas y el de las autonómicas. Por el camino, además, el partido de Pablo Iglesias ha presentado decálogos sectoriales con medidas concretas que, en principio, iban a formar parte de su corpus programático. Es el caso, por ejemplo, del documento de Juan Torres y Vincenç Navarro.
Bescansa asegura que aquel documento se tendrá en cuenta. Lo que implica el adiós a la renta básica universal y su sustitución por una renta mínima que se dará en función de unos parámetros y que ya existe en algunas comunidades, como el País Vasco. Además, entre otros objetivos, se incluirán medidas para la paralización de los desahucios, la lucha contra la corrupción o la auditoría de la deuda.