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Expulsados de una discoteca sevillana entre escupitajos y empujones por “maricones de mierda”

Raúl Solís

Juan quiere mantener oculta su identidad “por miedo a represalias y a la exposición pública”, dice este joven de 24 años que el jueves salió con sus amigos a celebrar el cumpleaños de uno de ellos por la conocida discoteca hispalense Antique Theatro. Lo que estaba pensado que fuera una noche de fiesta y celebración terminó siendo una episodio de empujones, escupitajos, humillaciones, insultos homófobos, llamadas a la policía y hojas de reclamaciones para denunciar la actitud del personal de seguridad.

Todo comenzó, según los agredidos, cuando la puerta de emergencia fue abierta por unos jóvenes que nada tenían que ver con el grupo que celebraba el cumpleaños. En ese momento, dado que Juan y sus amigos estaban bailando cerca de la puerta, el personal de seguridad expulsó a dos miembros de la pandilla.

Juan salió de la discoteca a darle las llaves a su compañero de piso, uno de los expulsados, e intenta volver a entrar a la discoteca. No le dejaron volver a acceder al local: “Me cogió un portero y me empezó a insultar y a arrinconar, no podía ni moverme. Me dijo ‘maricón de mierda’, que me iba a matar y que me iba a poner la boca a puñetazos como si me hubiera hartado de comer pollas”, relata este estudiante de Comunicación Audiovisual de 24 años de edad.

Después de que una camarera se sumase al personal de seguridad y escupiera y lanzara “muchos insultos homófobos” a Juan, Ana y su novio, amigos de la pandilla llamaron a la Policía Local para denunciar las agresiones homófobas. El resto de amigos y algunos clientes de la discoteca afirman que pidieron hojas de reclamaciones: “Solicitamos un total de treinta hojas, pero sólo nos dieron tres en el momento que vieron llegar a la policía municipal”, rememora esta chica que no da todavía crédito al episodio de odio por razón de orientación sexual que sufrieron sus amigos en una de las discotecas más celebres de la capital andaluza.

Lo que más enfadó a Ana es que el portero le dijo que “tú y tu novio sí podéis volver a entrar, pero esos maricones de mierda no entran más en la discoteca”. Este hecho “fue el colmo y lo que refleja el odio que sienten hacia las personas homosexuales”, cuenta indignada.

“Yo puedo entender que la puerta de emergencia estuviera abierta y que ellos sospecharan que habíamos sido nosotros, pero las cosas no se solucionan insultando, escupiendo y amenazando”, señala Juan, uno de los integrantes del grupo de veinte amigos que pretendía celebrar un cumpleaños y terminó siendo expulsado de la discoteca por “maricón de mierda”.

“Se creyeron más al personal de seguridad que a nosotros”

“Se lo contamos a la policía municipal pero no le parecieron suficientemente graves los empujones, escupitajos e insultos, se creyeron más al personal de seguridad que a nosotros”, se lamenta Juan, que al día siguiente amaneció con algún moratón y que todavía, una semana después, espera que la policía local, tal como indicaron los agentes en la puerta del local, llame a las personas afectadas que facilitaron sus nombres y DNI que sirvieron para levantar el atestado de lo acontecido.

A la Policía Nacional, por su parte, no le consta ninguna agresión homófoba el jueves 11 de febrero, entre las cuatro y las cinco de la madrugada, en la discoteca Antique Theatro, sala de fiestas muy concurrida en las noches hispalenses.

Por su parte, fuentes del Ayuntamiento de Sevilla han informado a eldiario.es Andalucía que el atestado levantando por la policía municipal está en “trámite burocrático” sin que todavía se haya decidido si se le dará traslado o no a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, que es lo que se hace habitualmente si el hecho delictivo va más allá de una simple falta. En cuanto a la empresa, este medio intentó varias veces contactar con ella sin que respondieran al teléfono.

Fundación Triángulo (FT) confirma conocer el caso porque los agredidos se han puesto en contacto con la ONG para solicitar asesoramiento. Raúl González, presidente de FT en Andalucía, indica que está a la espera de coordinarse con el grupo de amigos expulsado de la discoteca Antique Theatro para denunciar la discriminación por razón de orientación sexual, situación que se podría haber acelerado si la Policía Local de Sevilla hubiera derivado el atestado a la Policía Nacional o si se contara desde la capital andaluza con un protocolo de actuación ante agresiones por razón orientación sexual o identidad de género, tal como existe en los delitos machistas u otros contra la integridad física y moral de las personas.

Juan anuncia que está intentando ponerse de acuerdo con sus amigos para interponer conjuntamente una denuncia vía penal por lo sucedido, aunque adelanta que “no va a llegar a ningún sitio”. La pregunta que se hace es: “Por qué la Policía Local no ha derivado todavía la denuncia que hicimos en la puerta de la discoteca a la Policía Nacional”. Su única medida efectiva, mientras tanto, será la de no volver a ir a la discoteca Antique Theatro.

Tres agresiones homófobas en sólo una semana

En Andalucía, en la última semana se han conocido tres actos de odio contra personas por su orientación sexual o identidad de género, lo que tiene en alerta a los colectivos LGTB. El viernes, Daniel, transexual de 21 años, denunciaba que un grupo de cinco personas le propinó una paliza cuando salió a pasear su perro por Granada. En Málaga, otro joven gay denunció este lunes la puñetazos y patadas recibidos por cinco hombres en pleno centro de la ciudad.

Mar Cambrollé, presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía, señala que la comunidad andaluza necesita una ley contra la homofobia y transfobia, “similar a la existente en Cataluña y Extremadura”, además de una campaña de sensibilización de la Junta en medios públicos y formación a los agentes policiales para erradicar los delitos de odio contra la diversidad sexual. “Las multas y sanciones son importantes, pero lo que va a la raíz del odio es la educación”, concluye la activista transexual.