Francisco Rodríguez, alcalde socialista de Dos Hermanas: “Vox es problema del PP, no del PSOE, no debemos hablar de ellos”

Francisco Rodríguez es alcalde de Dos Hermanas desde febrero de 2022.

Antonio Morente

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Como alcalde socialista de la localidad sevillana de Dos Hermanas, Francisco Rodríguez (1970) viene a ser como el guardián de las llaves del santuario del PSOE nacional, la que se ha convertido en su plaza más emblemática. El primer regidor de la democracia nacido y criado en el municipio, es funcionario municipal, lleva 20 años como concejal y en febrero del año pasado asumió la Alcaldía tras la renuncia de todo un tótem del socialismo andaluz, el histórico Quico Toscano, que llevaba casi cuatro décadas en el cargo fruto de diez mayorías absolutas consecutivas. Ahora, tras la pérdida por el PSOE de todas las capitales de provincia, Dos Hermanas (con sus casi 140.000 habitantes) es el municipio más poblado en el que gobiernan los socialistas en Andalucía. Rodríguez, secretario general de la agrupación nazarena, es consciente del peso simbólico de todo lo que le rodea, asegura que va a mantener una política continuista y reconoce que sí, que le supuso “un alivio” renovar la Alcaldía tras el adiós de Toscano. Y como él, además de reivindicar la voz de Dos Hermanas en el PSOE, insiste en que dirá las cosas claras, como su convicción de que Pedro Sánchez es víctima de un plan para desbancarlo por parte de la derecha ideológica, económica y mediática, como ya lo fueron Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.

Dos Hermanas se ha convertido en el municipio más grande que gobierna el PSOE en Andalucía. ¿Qué supone eso para la ciudad y para usted como alcalde?

Los socialistas gobernamos aquí desde hace 40 años, desde la primera vez con Quico Toscano en 1983, y Dos Hermanas ya era muy importante para el PSOE desde antes de convertirnos en el municipio más grande en el que tiene la Alcaldía. Siempre hemos sido uno de los mayores municipios gobernados por los socialistas en Andalucía, por población somos la novena ciudad por encima de capitales como Jaén y Cádiz e, irremediablemente para Huelva, la vamos a superar dentro de poco. Todo eso hace que Dos Hermanas juegue un papel preeminente en cuanto a poder institucional dentro de lo que de lo que es Andalucía, pero ese papel ya hace muchos años que lo juega porque lo que dice Dos Hermanas se tiene muy en cuenta.

¿La voz del alcalde de Dos Hermanas tiene que ser una referencia en el PSOE andaluz?

Lo que se tiene que escuchar es la voz del PSOE de Dos Hermanas, pero es que ya jugamos un papel importante no sólo a nivel andaluz, sino también nacional. Y en los momentos que nos ha tocado vivir después del 28 de mayo, pues lógicamente Dos Hermanas tiene que ser una voz cualificada en el PSOE de Andalucía.

A usted poco menos que le toca custodiar las llaves del santuario del socialismo español...

Pues sí. En España de norte a sur hay tres municipios que, sin ser capitales de provincia, históricamente somos de referencia para el PSOE: Vigo, Fuenlabrada y Dos Hermanas. En el mitin con el que Pedro Sánchez inició la precampaña, tuve la oportunidad de recordar que en 2014, cuando Alfredo Pérez Rubalcaba decide apostar por convocar por primera vez unas primarias para elegir al secretario general, uno de los candidatos que surgió fue el propio Pedro Sánchez. Entonces era un joven militante no muy conocido, pero en la agrupación de Dos Hermanas fue el que más ilusión nos generó y allí que nos fuimos tres de aquí a Alcorcón a ver su presentación, éramos los únicos andaluces. Después en 2016, cuando ya era secretario general, pasó en nuestro partido lo que pasó [el Comité Federal en el que Susana Díaz le dobló el pulso a Pedro Sánchez, que acabó dimitiendo como secretario general] y que debemos recordar para que nunca vuelva a pasar, y meses después (cuando ya estaba fuera) se hizo un manifiesto para apoyarlo y pedirle que volviera a presentarse. Y allí estuvimos otra vez los de Dos Hermanas, fue nuestro alcalde entonces, Quico Toscano, el que presentó ese manifiesto. Y fue aquí donde Pedro Sánchez anunció en 2017 que se volvía a presentar para secretario general, y donde inició la campaña de las elecciones de 2019. 

No se puede concebir hacer un análisis del PSOE en España, en Andalucía o en Sevilla sin tener en cuenta a los socialistas de Dos Hermanas

Pero esta conexión de Dos Hermanas con el PSOE ya existió con Felipe González y con José Luis Rodríguez Zapatero, ¿cómo explica que sea un lugar tan simbólico? 

Lo primero es que los vecinos siempre han venido confiando en el PSOE desde hace 40 años, incluso en estas elecciones hemos tenido un poquito más de apoyo que en 2019. En Dos Hermanas los socialistas tenemos una cultura propia, aunque le mostramos una lealtad absoluta a nuestro partido esté quien esté. Hay otros municipios que tienen mucha más militancia que el PSOE en Dos Hermanas, nosotros no somos una agrupación que hayamos bregado especialmente en busca de militantes o en trabajar lo orgánico, siempre hemos centrado nuestro trabajo en lo institucional. Mejorar los servicios y la calidad de vida de los vecinos está por encima del partido, aunque al final va indisolublemente unido. El éxito que hemos tenido los socialistas en Dos Hermanas es porque lo que representa nuestro partido es lo que más se parece a nuestra gente. Por eso el partido siempre ha tenido muy en cuenta nuestra voz y eso va a seguir siendo así, máxime en un momento especialmente complejo como ahora. Dos Hermanas va a ser la referencia para que se puedan comparar las políticas que hacemos los socialistas por y para la gente, por eso Dos Hermanas va a jugar un papel importante en en este tránsito que nos queda a los socialistas aquí en Andalucía y en el en el camino que estamos haciendo en el resto del territorio nacional. No se puede concebir hacer un análisis del PSOE en España, en Andalucía o en Sevilla sin tener en cuenta a los socialistas de Dos Hermanas.

¿Y no le da miedo defender a Pedro Sánchez en el actual contexto? Porque hasta parece que presume de su figura…

Pedro Sánchez a este municipio, y a otros muchos de España, le ha dado mucho. Es un error que un resultado en un municipio se achaque, según me convenga, a una única causa o factor.

¿Cree entonces que Pedro Sánchez no le ha hecho perder las elecciones a ningún alcalde socialista?

Creo que la situación del país está enrarecida, por encima del propio partido ha habido un volumen y un tono contra Pedro Sánchez desde que empezó a ser presidente que… Desde mi punto de vista, y esto es muy subjetivo pero creo que puede ser compartido por mucha gente, lo que está pasando forma parte de un plan, porque en este país todas las derechas (ideológica, económica y mediática) no han digerido y no han asumido que un socialista vuelva a gobernar España. Los socialistas hemos estado tres veces gobernando España, la primera vez con Felipe González, la segunda con Rodríguez Zapatero y esta tercera con Pedro Sánchez. Ya hay dos planes que han sido confesados, tras los cuales llegó el PP a gobernar España. Sobre la primera vez, Luis María Anson llegó a decir que “tuvimos que poner en riesgo el Estado para acabar con González”. La segunda vez, y en el peor momento de una crisis económica mundial, Cristóbal Montoro dijo que “da igual que caiga España, que ya la levantaremos nosotros”. Eso no lo dijo un militante cualquiera, que Montoro fue ministro de Economía. Las dos veces aquello fue parte de un plan, y creo que ahora esta calumnia permanente a una persona por encima incluso de su partido forma también parte de un plan.

Lo que está pasando con Pedro Sánchez forma parte de un plan, porque en este país todas las derechas (ideológica, económica y mediática) no han digerido y no han asumido que un socialista vuelva a gobernar España

¿Cree que hay un complot contra Pedro Sánchez?

Lo que yo no escucho son razones basadas en lo mal que pueda estar haciéndolo el Gobierno con su gestión. Hablamos de un Gobierno que en cuatro años tuvo que parar el país por la pandemia, que se encontró con la explosión de un volcán en la isla de La Palma y que después, junto con los demás países europeos, ha tenido que dar una respuesta a la guerra de Putin. Y en estas tres cuestiones inéditas, que nunca en democracia ha vivido ningún presidente del Gobierno en este país, las pensiones han subido de acuerdo con el IPC, se ha incrementado el salario mínimo un 46%, se ha aprobado por primera vez en la historia una ley que facilita el derecho a una vivienda, se ha legislado para tener derecho a una muerte digna… ¿Se han cometido errores? Seguramente, pero incluso con las situaciones inéditas que se han vivido jamás se ha hecho una transformación social mayor que la que se ha hecho en este tiempo. Las críticas que he escuchado son insultos y que te vote Txapote, pero nadie dice que vuelvan a congelarse las pensiones o que se baje el salario mínimo.

Pero lo que parece evidente es que han calado más las críticas que estas medidas del gobierno, ¿no?

Seguramente nos ha fallado en primer lugar la comunicación, pero también hay una parte de la derecha mediática que juega un papel dentro de ese plan que comentaba para cargarse a Pedro Sánchez. Evidentemente lo que estamos haciendo no está funcionando, uno de los esfuerzos que creo que tenemos que hacer es comunicarnos a través no sólo de las redes, sino también de los propios medios, hacernos más visibles y hacer más visible la gestión. Lo que tenemos que intentar es recordar lo que se ha hecho e ir proponiendo, como lo de aumentar de 16 a 20 semanas el permiso de maternidad y paternidad.

¿Cree que el PSOE puede llegar a tiempo y revertir la inercia actual?

Yo es que no estoy tan seguro de que vaya a haber un gobierno de derechas, creo que hay bastante partido porque estos días ya se está viendo en ayuntamientos y comunidades autónomas: la única posibilidad de que haya un gobierno de derechas es que el PP sume con Vox, con el que nadie quiere pactar en el resto de Europa porque lo ve como un peligro que pone en solfa las propias instituciones democráticas. El PP ha roto con toda la realidad que existe en España y sólo le queda ir de la mano de Vox. Y no lo digo yo, lo dice lo que está pasando en las comunidades autónomas y en los ayuntamientos.

¿Agitar el fantasma de Vox no supone un riesgo de que pase como las elecciones autonómicas andaluzas, que al final el voto útil se fue al PP?

No voy a ser yo el que agite lo de que viene la extrema derecha, eso ya está blanqueado y normalizado porque formaba del mismo plan que he comentado. Y eso no ha sido culpa del PSOE. Pero es una obviedad que el PP necesita a Vox para gobernar, aunque eso no significa que vea fácil que gobierne el PSOE: es complicado, pero no es imposible.

¿Cuáles son entonces sus sensaciones de cara al 23J?

Tengo sensaciones encontradas. Hay gente que transmite lo que yo llamo el plan, que no es el odio al PSOE, es el odio a quien lidera el PSOE. Eso me lo estoy encontrando en la calle, desgraciadamente, pero también a mucha gente que no votó en las últimas elecciones o en las anteriores y que me dicen que ahora van a ir a votar en conciencia. Se están despertando conciencias, que no digo que todas sean a favor del PSOE, pero también puede pasar que los que han ideado el plan se hayan pasado de frenada y que ahora se les vuelva en contra como un boomerang.

Lo que es evidente es que hasta ahora al PSOE no le ha servido de nada esgrimir el miedo a Vox.

Yo soy de los que creo que desde el PSOE no hay que hablar más de Vox, porque Vox es un problema del PP, no del PSOE. Nosotros no tenemos que hablar de Vox, porque la alternativa al PSOE es el PP. Otra cosa es que nosotros, en el ámbito nacional, vamos a poder entendernos con un espectro mucho más amplio que el del PP. Por eso digo que Vox es un problema del PP, no del PSOE, y que no tenemos que hablar de ellos. El PSOE sigue siendo el partido que más se parece a la mayoría de la gente, así que lo que tenemos que hacer es un mayor esfuerzo para comunicar esto. 

Yo no pretendo ser Pepito Grillo pero soy de la escuela de Quico Toscano, a mí me van a escuchar decir siempre lo que pienso de verdad. Unas veces seguramente podrá sonar a contracorriente y otras veces no, eso era lo que le pasaba a Quico

El PSOE de Dos Hermanas ha superado la dependencia de Quico Toscano, que estuvo 39 años como alcalde y logró 10 mayorías absolutas. Al margen de la responsabilidad que suponía sustituirle, ¿fue un alivio mantener los resultados?

Yo venía de una situación en la que estaba muy satisfecho de la labor hecha en Dos Hermanas porque he sido parte de ella después de 20 años como concejal. Llegaba confiado con los datos espectaculares de lo que hemos hecho en la ciudad, pero faltaría a la verdad si dijera que no tenía un pellizquito. Estaba tranquilo, pero efectivamente tenía un pellizquito. Esa duda la tenía porque he sustituido a un alcalde como Quico Toscano, que se ha llevado casi 40 años gobernando Dos Hermanas, un personaje político que lo ha dado todo, que ha empleado toda su vida en ser un servidor público en su ciudad y al que los vecinos le tenían una confianza extraordinaria. Hablamos de una persona que no tenía un liderazgo sólo local, sino que lo conocían en Sevilla, en Andalucía y en España. Así que digamos que ganar las elecciones ha sido una satisfacción y un alivio, porque más de uno habrá pensado que a ver lo que iba a pasar con este nuevo que llega.

En definitiva, que ha sobrevivido a la sombra de Toscano…

Creo que hemos pasado con nota, porque hasta hemos conseguido 1.200 votos más, y a todo esto habiendo crecido la ciudad como nunca ha crecido en estos últimos cuatro años en población.

Toscano ha ejercido durante muchos años como un verso suelto, como el Pepito Grillo del PSOE andaluz, ¿esa es la línea que quiere seguir también?

No necesariamente. Él tenía la capacidad y la libertad siempre de opinar y de decir claramente lo que pensaba, que muchas veces en política uno habla más claro fuera de las salas donde están compañeros, que es donde hay que decir las cosas. Él tenía el mismo mensaje ahí que delante de un micrófono, y esa es la única manera de no engañar a nadie. Yo no pretendo ser Pepito Grillo pero soy de la escuela de Quico Toscano, a mí me van a escuchar decir siempre lo que pienso de verdad. Unas veces seguramente podrá sonar a contracorriente y otras veces no, eso era lo que le pasaba a Quico. Porque además, ¿qué es ir a contracorriente? A nivel nacional estuvo con la corriente que había y apoyó a Pedro Sánchez, aunque es verdad que en Andalucía fue a contracorriente porque aquí mayoritariamente se quería que la secretaria general fuera Susana Díaz.

Da la impresión de que es usted más toscanista que sanchista...

Hablando de ismos y de istas, yo soy puro socialismo y puro socialista. No me gustan los nombres, porque siempre que se ha hablado de ismos o istas ha sido algo que ha formado parte de esos planes que comentaba antes. El PSOE llegó al Gobierno y cuando se urdió el plan para cargarse a González, se acuñó lo de felipismo y felipista, con Zapatero pasó lo mismo y ahora con Pedro exactamente igual. Así que me va a permitir que diga que mi único ismo es el de socialismo.

Espero que el PP en la Junta no esté ninguneando a Dos Hermanas y que sea más bien falta de experiencia en la gestión, o incluso una mala gestión, porque lo otro ya sería gravísimo

En relación con el PP, ¿qué tal le ha ido a Dos Hermanas con los populares en la Junta de Andalucía?

En Dos Hermanas el PP tiene ya una lista de temas pendientes que empieza a preocuparme, porque ya son casi cinco años los que llevan gobernando. Y hay situaciones en las que no ya el alcalde de Dos Hermanas, sino los vecinos y vecinas de Dos Hermanas merecen alguna respuesta. El presidente Moreno Bonilla, justo antes de las elecciones autonómicas, prometió que se iba a hacer el soterramiento de la autovía A-376 a su paso por Montequinto, y también por entonces dijo que se iba a hacer aquí un centro integral para personas con dependencia, algo que iba a ser pionero y único. De ninguno de estos dos proyectos sabemos absolutamente nada. Pero es que llevamos cuatro años esperando la prolongación del tranvía de Olivar de Quintos a Dos Hermanas, que le dimos nosotros la alternativa de que –sin renunciar a que algún día sea un tranvía– hacer por ahí un metrobús con un servicio de bus ecológico sostenible, algo que ha asumido en exclusiva el Ayuntamiento de Dos Hermanas y lo único que le pedimos es que hiciera un puente para conectar los dos tramos en que se había adjudicado el proyecto y todavía no han hecho absolutamente nada. Después, llevamos años reclamando un conservatorio de música, y la Delegación de Educación de la Junta nos mandó un escrito pidiéndonos suelo con un mínimo de 4.000 metros cuadrados y edificabilidad de hasta tres plantas: le acabamos de ofrecer un terreno de 7.000 metros y sin problema de edificabilidad en altura. Todavía no han contestado. Y tenemos desde hace años el proyecto de un instituto del que sólo se hicieron los pilares, está absolutamente parado.

¿Teme que en esta legislatura le va a ir mejor con la Junta a los municipios gobernados por el PP que por el PSOE?

Si eso es así van a tener que dar muchas explicaciones, desde luego en cinco años aquí en Dos Hermanas no han hecho nada. Además de una buena sonrisa, hay que tener buenas acciones y hay que ser buen gestor. Eso se demuestra con acciones, haciendo los proyectos que están comprometidos, y aquí ya van muy tarde. Yo espero que el PP en la Junta no esté ninguneando a Dos Hermanas y que sea más bien falta de experiencia en la gestión, o incluso una mala gestión, porque lo otro ya sería gravísimo.

Dos Hermanas no viene aquí a competir con Sevilla por unos Goya ni por unos Grammy, sino a complementar lo que ya hace

¿Cómo espera que sean las relaciones con Sevilla capital ahora que gobierna el PP? 

Creo que van a ser buenas, la verdad. Dos Hermanas no es una isla sino que formamos parte de un todo, que es el área metropolitana. Dentro de esta Gran Sevilla es una obviedad que quien tiene que liderarla es la capital. Estoy seguro que el actual alcalde [José Luis Sanz], que también lo ha sido de un municipio de esta Gran Sevilla como es Tomares, tiene una perspectiva metropolitana. Nosotros no venimos a competir con Sevilla, sino a complementarla, como con el acuerdo sobre turismo que suscribimos hace un año. Pero quien tiene que liderar esto es la capital y no que nos organicemos cada uno por nuestra cuenta.

¿Un gran palacio de congresos como el que están haciendo no supone una competencia directa para la capital?

No, no, yo no pretendo competir con el Palacio de Congresos de Sevilla, sino todo lo contrario, vengo a complementar el espacio que ya tiene la capital. Sevilla tiene un calendario de ferias ya muy tasado, eso hace que haya otras actividades incluso de carácter industrial que no se pueden organizar en ciertas épocas del año porque esas fechas ya están cogidas. Dos Hermanas no viene aquí a competir con Sevilla por unos Goya ni por unos Grammy, sino a complementar lo que ya hace. Por ejemplo, nosotros no dejamos de crecer en población, mientras que Sevilla ya tiene pocos espacios donde poder desarrollar una ampliación como ciudad de manera ordenada y sostenible, prácticamente lo que le queda son los límites con los municipios que la envolvemos, y el crecimiento de estos municipios puede generar situaciones que perjudiquen a Sevilla. Si no solucionamos comúnmente el tema de la movilidad, los demás crecemos y de manera involuntaria le metemos más tensión y presión a Sevilla. 

Por cierto, mucho hablar de Dos Hermanas pero qué es, ¿un pueblo o una ciudad?

Por población lógicamente somos una ciudad desde hace años, de hecho una gran ciudad, que fue el reconocimiento que nos otorgó el Parlamento de Andalucía, pero afortunadamente con una identidad desde el punto de vista de sus habitantes que es de pueblo, como con sus tradiciones. Dos Hermanas son su gente y sus tradiciones, así que por población somos ciudad pero de espíritu somos un pueblo, un gran pueblo.

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