Greenpeace protesta con una pancarta de lunares en el puente de Triana para que se restrinja el tráfico en el centro de Sevilla
Activistas de Greenpeace se han descolgado a primera hora de la mañana de este lunes desde el puente de Triana para desplegar una gran pancarta de 30×3 metros en la que se pide al Ayuntamiento de Sevilla que active el Plan Respira de una vez por todas. Con los mensajes “REinventa Sevilla” y “Espadas, no seas malaje” completaban su demanda desde dos kayaks en el Guadalquivir para exigir al Ayuntamiento que pulse el botón de activación de estas medidas, según informa la organización en un comunicado.
“Sevilla necesita que Juan Espadas pulse el botón de encendido del Plan Respira; como si fuera el alumbrao de la Feria”, ha declarado Luis Berraquero, coordinador de Greenpeace en Andalucía. “Un Plan Respira que no sea un coladero, que contemple las alegaciones presentadas por Greenpeace y otras entidades y que realmente restrinja el acceso al tráfico de vehículos a motor del centro y Triana. Sevilla necesita medidas urgentes que contribuyan a paliar la crisis climática y pasar de las palabras y buenas intenciones a los hechos contrastados, a las políticas efectivas”.
Este plan contempla crear zonas de tráfico restringido en el Casco Histórico y Triana para contribuir a la reducción de emisiones de la ciudad y a la disminución del uso del vehículo privado a motor. Las zonas elegidas son dos de las que reciben mayor afluencia de coches. Entre septiembre y octubre de 2020 el ayuntamiento abrió un plazo de consulta pública, en el que Greenpeace presentó alegaciones.
Además, el pasado 26 de febrero Greenpeace ya trasladó al ayuntamiento nueve retos en materia de movilidad sostenible, verde urbano y eficiencia energética, sin respuesta hasta el momento. Uno de esos retos se trata de activar el Plan Respira para que pueda estar funcionando a pleno rendimiento y con restricciones reales de tráfico antes de finales de 2021. Es por eso que Greenpeace exige al consistorio que ponga inmediatamente una fecha de inicio e inaugure, cuanto antes, una campaña informativa que explique las nuevas medidas y restricciones de acceso al casco histórico y Triana, que son las zonas que reciben mayor tráfico de destino de Sevilla, según datos del propio ayuntamiento. Por otro lado, la organización demanda al ayuntamiento que se reactive la comunicación y que éste dé un paso adelante y plante cara a crisis climática y de pérdida de biodiversidad, asumiendo el los compromisos que adquirió este consistorio cuando firmó la declaración de emergencia climática para la ciudad.
Como organización que forma parte del Movimiento de Entidades por el Clima de Sevilla (MECS), Greenpeace recuerda las propuestas presentadas a través de una carta remitida al ayuntamiento, al Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que está en proceso de aprobación, el cual no aborda cuestiones clave para la disminución de emisiones. Por un lado, no encara las problemáticas de movilidad de carácter metropolitano que podrían paliarse con una red radial de Buses de Tránsito Rápido (BTR) sobre plataforma reservada y una red circular en torno a la SE-30. Por otro lado, el PMUS se centra en líneas particulares, como por ejemplo la ampliación del tranvía o la implantación de las nuevas líneas de metro, cuando se podrían realizar cambios la gestión de la red de transporte público, que tendrían incidencia inmediata, como la implantación de una tarjeta única metropolitana y bonificada que promueva el uso del transporte público que tanto ha caído durante la pandemia.
Tal y como aparece reflejado en el diagnóstico realizado en el Plan de Acción por el Clima de Sevilla, la ciudad ha vivido un incremento de dos grados en la temperatura media con respecto a los primeros años de la década de los 70 del siglo pasado. Sevilla se enfrenta a cuatro amenazas principales derivadas del cambio climático: el incremento de olas de calor, sequías, inundaciones pluviales e inundaciones fluviales. Estas amenazas necesitan intervenciones específicas que contribuyan a mitigar el cambio climático para que la situación no empeore, pero también para adaptarse a las consecuencias que ya se están produciendo y que sin duda tienen impacto en la población de Sevilla.
Greenpeace recuerda que transformar las ciudades y convertirlas en espacios más sanos, seguros y sostenibles es uno de los grandes retos de este siglo. Los puntos débiles de las ciudades y sus implicaciones para la vida diaria de sus habitantes se han visto acentuados a raíz de la pandemia por la COVID-19, evidenciando la necesidad urgente de modelos más sostenibles y resilientes frente a nuevas amenazas propias de la actual crisis climática, sanitaria y socioeconómica. Y Sevilla tiene la capacidad de ser un ejemplo nacional de este cambio.
“Vivimos en ciudades enfermas y solo transformándolas podremos vivir con seguridad y calidad de vida.”, ha declarado Alba García, responsable de la campaña de Ciudades Sostenibles de Greenpeace. “Si bien el Ayuntamiento de Sevilla está elaborando planes con medidas a largo plazo, como el PMUS, se tienen que implementar cambios en la movilidad y la eficiencia enerǵetica desde ya para reducir las emisiones de la ciudad. Además, es más que evidente que Sevilla tiene que aumentar su espacio público y verde para poder encarar los problemas a las altas temperaturas que ya se están sufriendo en la ciudad”, concluye García.
0