CORTES DE LUZ

“Hay barrios de Ucrania en guerra que están mejor”: encierro en Sevilla por los continuos apagones en barrios obreros

Los continuos apagones han llevado a vecinos de barrios obreros de la zona sur de Sevilla a volver a encerrarse de manera indefinida en un edificio municipal, como ya hicieron en verano. El escenario ahora es el centro cívico de Su Eminencia, desde donde de nuevo se exigen soluciones y se vuelve a denunciar un problema que se hace especialmente insostenible durante los días más fríos del año. La situación que se vive en estas zonas ha provocado incluso un choque entre Gobierno central y Junta de Andalucía, ya que la primera achaca el problema a la falta de inversiones y la administración andaluza apunta a los enganches ilegales para el cultivo de marihuana.

El encierro lo protagonizan vecinos y también integrantes de la plataforma Barrios Hartos, y es el colofón a las acciones de protesta que se han desarrollado estos días con una manifestación ante la sede de Endesa y el anuncio por parte de Izquierda Unida de que llevará al Parlamento Europeo una situación que es una constante desde hace años y que ha llevado incluso a una protesta de los alumnos del instituto Diamantino García, en El Cerro del Águila. “Estamos hartos de que nos tomen el pelo”, apunta uno de los portavoces de la plataforma, Juan García, quien explica que el encierro se inició el viernes y no se ha decidido todavía cuándo se le pondrá fin, lo que no quita para que en paralelo salgan del edificio para extender las reivindicaciones.

“Es que parece que estamos en guerra, hay barrios de Ucrania que están mejor”, lamenta García, que aprovecha para denunciar las “condiciones inhumanas” en las que viven vecinos que tienen su contrato y pagan por un servicio eléctrico muy deficiente. Especialmente dramática, apunta, es la situación de las personas electrodependientes que, por ejemplo, deben estar enchufadas a un respirador, y es que los manifestantes ven tras los cortes de luz el reciente fallecimiento de dos vecinos que estaban en esta situación.

Críticas a la compañía eléctrica

A la hora de repartir culpas, no hay dudas: “La culpable absoluta es Endesa”, subraya García, aunque las administraciones “no están a la altura”. Especialmente crítico se muestra con la Junta de Andalucía, y es que esta semana el consejero de Industria, Jorge Paradela, señaló en el Parlamento andaluz que el problema está provocado por los enganches ilegales para el cultivo de marihuana, que es el argumento que también esgrime la compañía eléctrica. Esto se ha interpretado por los vecinos como una manera de exculpar a la empresa, con lo que de paso “se nos pone la etiqueta de barrios marginales y problemáticos que se merecen lo que les está pasando”.

Al margen de esta “patraña” impulsada por el ejecutivo andaluz, el ayuntamiento hispalense tampoco sale bien parado ya que “no tiene responsabilidad administrativa, pero tampoco tiene humanidad”. “Los vecinos se están muriendo y no está haciendo nada”, como por ejemplo instalar generadores que ayuden a paliar los continuos cortes.

Choque entre Gobierno y Junta

Por cierto, que las declaraciones del titular andaluz de Industria han provocado malestar no sólo en los vecinos, sino también la Subdelegación del Gobierno en Sevilla, ya que Paradela esgrimió que las plantaciones de droga son la principal hipótesis gubernamental. Esto desencadenó un comunicado oficial en el que el subdelegado, Carlos Toscano, aseguraba que las afirmaciones del consejero “causan estupefacción porque no se ajustan en absoluto a la realidad”, ya que “no existe ninguna evidencia policial que relacione los apagones y los cultivos”.

“Como se ha reiterado en varias ocasiones, estamos ante un problema de inversiones”, a lo que se añade que se le ha pedido “reiteradamente” a la Consejería de Industria que elabore un plan “como responsable en materia de inspección de enganches ilegales”, sin que hasta la fecha se haya producido una respuesta. No sólo eso, sino que desde la Subdelegación se considera que desde la Junta “se han realizado cero inspecciones y cero acciones de vigilancia”, lo que lleva a Toscano a asegurar que “da la impresión de que si estuviéramos hablando de otros barrios de la ciudad esta realidad no sería la misma”.