Una mujer de 86 años de La Puebla del Río, segunda víctima mortal del virus del Nilo en Sevilla este año
La mujer de 86 años que fue hospitalizada el pasado 11 de julio afectada por el virus del Nilo falleció la noche del viernes al no poder superar la enfermedad. Así lo ha anunciado la familia (y lo ha confirmado la Consejería de Salud) de esta vecina de la localidad sevillana de La Puebla del Río, que estaba ingresada en estado crítico en el hospital Virgen del Rocío y que se ha convertido así en la segunda víctima mortal del virus este año en Sevilla. La primera fue una mujer de 71 años vecina de Dos Hermanas.
La fallecida de La Puebla del Río, Granada Romero Ruiz, era una mujer “activa, jovial, con ganas de vivir y muchos proyectos en mente”, la describe su hijo, Antonio Pineda. La familia se ha visto sometida a una semana infernal desde que ingresó el jueves 11 de julio en la sexta planta del centro hospitalario, y ya a primera hora de ayer informaban de su estado “crítico”.
Sin embargo, por encima de que Granada haya muerto por la picadura de un mosquito, su hijo asegura que su muerte se podría haber evitado solo con la previsión de fumigar las zonas cercanas a su casa, con los arrozales de las marismas “donde me gustaría ver a los responsables solo cinco minutos sin ninguna protección”.
La misma enfermedad ocho años después
En casa de Granada, de 86 años, sospecharon desde el principio de que el virus del Nilo podría estar tras los síntomas que había desarrollado la mujer. Su marido, fallecido víctima de la covid, sufrió los efectos del mosquito en 2016, cuando todavía no se hablaba del impacto que este mosquito puede ocasionar en las personas. Este viernes, Antonio pedía a la Junta de Andalucía que hiciese “su trabajo”, y confiaba en que “el caso de mi padre fuese el primero y el de mi madre el último”.
Y en este caso, además, no se puede hablar de “patologías previas” que ayudasen al virus del Nilo a que Granada enfermase. La mujer tomaba poco más que la pastilla para controlar la presión arterial. “No tenía ningún problema de salud, estaba sana como una pera, activa y con una vida normal”. La foto que ha proporcionado a este periódico es es de hace unas semanas, tomando una cerveza en la calle, disfrutando de la vida sin mayores preocupaciones.
“Es inhumano lo que estamos sufriendo”
Antonio Pineda tiene claro que las fumigaciones que se deben hacer no se están haciendo, y los mosquitos están campando a sus anchas sin problemas en torno a los arrozales. Por eso, pide que se aporten todos los recursos para solucionarlo: “que se vayan a las nueve de la noche a la zona más apartada del pueblo, junto al arrozal, sin ninguna protección, y verán que es inhumano lo que hay ahí”.
Su hermana Granada publicaba esta semana una carta en sus redes sociales en la que pedía a la Junta de Andalucía que se coordinara de una vez con los ayuntamientos: “No sólo han prohibido fumigar, sino que han negado autorización a los ayuntamientos afectados para actuar y han retirado los productos necesarios para el control de mosquitos. ¿Tan poco valor tiene una vida humana para ustedes? ¿Tan poco interés tienen en abordar este grave problema? Exijo medidas urgentes para evitar que más familias sufran lo que estamos viviendo nosotros. Hace ocho años, mi padre sufrió esta misma enfermedad. Aunque sobrevivió, el sufrimiento fue lento y doloroso. Ahora mi madre está en peligro. Ver cómo se va mi madre porque algunos han decidido que su vida es insignificante, llega a ser desgarrador”, explicaba.
Esta mañana, en La Puebla de Río se veían trabajos de fumigación realizados por el Ayuntamiento cigarrero. En el pueblo, mientras tanto, se sospecha de que hay otros casos en vecinos.
Desde la Delegación Territorial de la Consejería de Salud de Sevilla se está notificando a los consistorios en los que se están registrando casos las actuaciones “urgentes” que deben adoptar sobre la población de mosquitos adultos de género Culex, así como una intensificación de los planes municipales. De esta forma, deben incrementar la comunicación a la población sobre las medidas preventivas.
Medidas preventivas
La infección por el virus del Nilo occidental es una zoonosis transmitida por mosquitos del género Culex. La enfermedad afecta a países del sur, este y oeste de Europa. El virus se transmite entre las aves a través de la picadura de mosquitos infectados, siendo éste su ciclo natural. Los humanos y otros mamíferos pueden infectarse de forma colateral, sin que desde ellos se produzcan nuevas transmisiones.
Alrededor del 80% de las infecciones en humanos son asintomáticas. La fiebre del Nilo occidental es la presentación clínica más común. Los ancianos y las personas inmunocomprometidas corren un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad neuroinvasiva del Nilo occidental.
Desde Salud se subraya la necesidad de que la población mantenga las medidas preventivas para evitar picaduras de mosquitos en las horas de mayor actividad de las especies transmisoras de esta enfermedad. En este sentido, se apunta a acciones tanto individuales –uso de repelentes registrados de uso tópico y ropa clara y que cubra la mayor parte de la piel–, como domésticas (uso de mosquiteras o repelentes) sobre todo para la población vulnerable con inmunidad comprometida.
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