“Parece la portada del libro de inglés”: la campaña del Ayuntamiento de Sevilla por el Orgullo indigna al colectivo LGTBI

Comparativa de los carteles anunciadores del Mes de la Diversidad en Sevilla los tres últimos años

Sara Rojas

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La campaña por el Mes de la Diversidad Sexual que ha promovido en Sevilla el equipo de José Luis Sanz (PP) en su primer año de mandato ha provocado la “indignación” del colectivo LGTBI en plena celebración del Orgullo. Primero fue un cartel “totalmente heteronormativo”, “descafeinado” y carente de un “mensaje reivindicativo”, que se ha comparado en las redes sociales con “la portada del workbook de inglés”. Pero la gota que “ha colmado el vaso de la paciencia” de las entidades LGTBI ha sido la cuña radiofónica en la que se hace referencia a un “orgullo de ciudad”, como si se tratase de “una campaña turística” descontextualizada de “los valores que representa el colectivo”.

“Nos está invisibilizando utilizando la palabra orgullo como si fuera un mensaje de promoción de la ciudad más que de empoderamiento de las personas LGTBI y sus familias, que es el objetivo del Mes de la Diversidad”, recuerda a este periódico Pablo Morterero, presidente de la asociación Adriano Andinoo. Esta entidad es una de las que ha difundido un comunicado manifestando su rechazo contra la campaña del Ayuntamiento, firmado junto a CCOO, UGT, Retos-Municipios Orgullosos, FOC Cultura con Orgullo y Adelante LGTBI. Todas ellas y otras tantas asociaciones y personas del colectivo comparten el sentimiento de que la campaña diseñada por los populares “no representa en absoluto al orgullo LGTBI”.

La polémica desatada en Sevilla coincide con las críticas que ha suscitado en Madrid el cartel del Orgullo promovido por otro ayuntamiento también del PP (el de José Luis Martínez Almeida). Mientras que en la capital de España el colectivo ha recriminado los “estereotipos rancios” en el diseño de las banderolas que cuelgan de las farolas (cambiando los símbolos y las siglas LGTBIQ+ por dibujos de tacones, condones o copas de cocktail), en la ciudad hispalense se recrimina la falta de “elaboración artística y de un mensaje reivindicativo”, que algunos referentes de la comunidad LGTBI como Manolo Rosado atribuyen a la “desidia” de los responsables políticos.

Comparativa con el histórico de carteles de la ciudad

Al igual que en Madrid, en Sevilla las redes sociales se han llenado críticas y reproches al Consistorio, comparando el cartel de este 2024 con el de años anteriores. “Si se compara con los carteles de los últimos ocho años se ve que es una anomalía porque siempre están en manos de un artista y dedicados a un tema en concreto”, sostiene en ese sentido Manolo Rosado, presidente de la Red Estatal de Municipios Orgullosos y subdirector del FOC Cultura con Orgullo.

El del 2023, por ejemplo, obra del artista Daniel Dalopo, sirvió para homenajear a la figura de Ocaña en el 40 aniversario de su muerte. Un año antes fue Ana Jarén la encargada de diseñar el cartel anunciador del Mes del Orgullo, dotándolo de simbolismo y de elementos identitarios de la ciudad, tales como el azahar, las naranjas o los azulejos, combinados con los colores del colectivo LGTBI. La elaboración artística y el trasfondo simbólico de esas obras contrasta con la simplicidad del cartel del Ayuntamiento de este 2024, en el que “ni se identifica al autor ni se recoge un leitmotiv ni ninguna reivindicación”, como señala Rosado.

Pero más allá de un cartel en el que las personas LGTBI “pasan desapercibidas”, lo que de verdad ha indignado a las entidades que defienden los derechos del colectivo ha sido la cuña radiofónica que parece estar “promocionando turísticamente la ciudad”, como opina Inma García, actual tesorera de la asociación DeFrente. “El orgullo no es de la ciudad ni de ningún partido político, sino de los que nos dejamos la piel y la cara luchando por conseguir nuestros derechos”, defiende en ese sentido esta veterana activista que ha presidido durante años la Plataforma Orgullo LGTBI Andalucía, encargada de organizar la tradicional marcha del Orgullo en la capital andaluza.

En línea similar se expresa la histórica activista trans Mar Cambrollé, quien encuentra el cartel “demasiado normativo para ser del orgullo”, pero prefiere dedicar su energía a recordar que este 25 de junio se cumplen 46 años de la primera manifestación por la libertad sexual en Andalucía. “En realidad el cartel me da igual, lo importante es celebrar los avances que hemos conseguido y seguir reivindicando lo que nos queda”, defiende quien es también presidenta de la asociación ATA-Sylvia Rivera.

Respecto a la cuña, Pablo Morterero apunta que “yo puedo ser machista y homófobo y estar orgulloso de mi ciudad”, de ahí que califique la campaña promovida por el Gobierno del PP como “desafortunada”, en la medida en que “va en contra de los valores que defendemos las personas LGTBI”. A este respecto, Manolo Rosado dice echar en falta un “mensaje de ciudad diversa, orgullosa y plural”. Por todo ello, Inma García considera que la campaña del Ayuntamiento “desvirtúa nuestra lucha”, reduciéndola a un cartel que podría servir “para anunciar la bienal de flamenco” y a una cuña más propia “del turismo”.

Importancia a lo importante

A las críticas del colectivo se ha sumado también el grupo municipal socialista, cuyo portavoz, Antonio Muñoz, ha afirmado haber comprobado “cómo lo que era una agenda consolidada en el mes de la diversidad se ha convertido en un orgullo insignificante, devaluado”. Muñoz también ha criticado que se haya proclamado “a través de un cartel totalmente descontextualizado”. El líder socialista aboga así por un orgullo “sin complejos”, frente a un Gobierno del PP que “no se cree la diversidad” y lo celebra “con la boca pequeña”, en palabras de Muñoz.

“Todo es un despropósito”, concluye Inma García, aludiendo también a la personalidad escogida este año para dar el pregón, la cantante Pastora Soler. “Claro que necesitamos aliadas, pero el pregón tiene que darlo una persona del colectivo porque es la que lo siente y la que lo ha sufrido”, explica a ese respecto la tesorera de DeFrente.

Aunque esta activista LGTBI cree que están tratando de “desvirtuar nuestra lucha”, asegura que “a nosotras lo que nos interesa es nuestra manifestación, nuestras reivindicaciones, lo otro es secundario”. De modo que, al margen de la polémica que pueda suscitar el cartel, lo que importa es que este sábado 29 “nuestra voz esté en la calle gritando bien alto” durante la marcha en la que las entidades se encargarán de que los valores del Orgullo estén representados.

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