Faltan pediatras en Baleares: la precariedad laboral y la falta de alquileres asequibles ahuyentan a los profesionales
Tan sólo 108 aspirantes para cubrir 175 plazas correspondientes a dos convocatorias de Pediatría en el servicio público de salud de Baleares (IB-Salut). En total, 95 opositores en Mallorca, 7 en Menorca y 6 en Ibiza. Las oposiciones celebradas este domingo en las islas ponen de relieve el problema de pediatras que sufre el archipiélago, pero también el conjunto del Estado. Las asociaciones profesionales apuntan a la precariedad laboral, la falta de incentivos para atraer al talento y el alto precio del alquiler como las principales causas.
“Un 50% de las plazas de Pediatría en Baleares están cubiertas por médicos de familia, no por pediatras”, comenta Marianna Mambié, portavoz de la Asociación de Pediatría de Atención Primaria de las Islas Baleares (APapIB). La médico lamenta que alrededor de 80 plazas de Pediatría de Atención Primaria están ocupadas por médicos generalistas: “Los menores de Baleares tienen derecho a ser atendidos por los profesionales de Pediatría igual que en el resto del Estado, tal y como se recoge en la Convención de los Derechos de Niño de Naciones Unidas”.
“Es una situación que perjudica también a los médicos de familia porque llevan años trabajando en una plaza de Pediatría y no pueden optar a una consolidación de su plaza. Sin su trabajo, el sistema de salud habría claudicado hace años”, dice. La médico también critica la precariedad del sector: alega que la mayoría de plazas están ocupadas por pediatras con contratos de interinidad y sin cobrar la carrera profesional. “Un profesional de la Península no se vendrá a Baleares si no tiene garantizado un puesto de trabajo”, critica.
Alto precio del alquiler
Mambié también alude a los problemas que generan los altos precios del alquiler. “Sobre todo ocurre en Ibiza, donde el alquiler ha desestructurado la sociedad”, comenta. La problemática no afecta únicamente al colectivo sanitario, sino que también otros trabajadores públicos, como docentes o policías. El encarecimiento del alquiler propició que, por ejemplo, el Hospital de Can Misses (Ibiza) facilite a los médicos sus instalaciones para poder hospedarse.
La falta de pediatras en Baleares queda agravada por los problemas generales que conllevan la insularidad, por la falta de un relevo generacional y por el elevado número de tarjetas sanitarias asignadas, según Mambié. Aunque en los últimos años ha ido aumentando la oferta sanitaria, en temporada estival, el archipiélago llega a duplicar su población flotante. Por ejemplo, en 2017, con una población censada de tan solo 1.115.999 personas, el archipiélago recibió 16.334.009 turistas, según el IBESTAT.
En un comunicado conjunto de APapIB y la Sociedad de Pediatría Balear (Sopeba), las asociaciones defienden que, a medio plazo, las soluciones son múltiples: ampliar las plazas MIR de Pediatría, retrasar la edad voluntaria de jubilación y, sobre todo, evitar la precariedad laboral. Creen que la Administración debe “ofrecer plazas de pediatría atractivas desde el punto de vista profesional y personal, que faciliten la conciliación de la vida familiar y laboral a los pediatras, atrayendo a los pediatras”.
Mambié celebra que, “por fin”, el Govern balear haya celebrado las oposiciones del pasado domingo, las cuales la comunidad médica “llevaba pidiendo hace mucho tiempo” porque las últimas fueron hace 8 años. Reconoce que la Administración está “preocupada” y que está buscando soluciones para un “problema complejo”. Para ella, además de las medidas anteriormente mencionadas, es necesario reorganizar y reagrupar a los pediatras de las islas y prioritario retomar el Plan Estratégico de Pediatría.