El arzobispo de Madrid da un toque a la iglesia de Chueca por homenajear a Zerolo
Este miércoles, la iglesia de San Antón acogió un acto de reconocimiento y despedida al político y activista socialista Pedro Zerolo. Un acto laico, organizado en una iglesia abierta las 24 horas, al que acudieron centenares de personas, entre ellos representantes de distintos partidos políticos, sindicatos, asociaciones y otras confesiones religiosas, acompañando a la pareja del fallecido, Jesús Santos, y la hermana de Zerolo.
Sin embargo, y tras recibir algunas quejas de parte de sectores ultraconservadores, que han llegado al mismo Vaticano, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha tenido que emitir una breve nota en el que traslada su “dolor” por el uso del templo para dicho homenaje. En el comunicado, el prelado considera que las iglesias no deben usarse “para hacer manifestaciones ideológicas y políticas”.
“Pido que la Iglesia, abierta a todos, sea para la oración y para la celebración de los Misterios del Señor y no para hacer manifestaciones ideológicas o políticas, sean las que fueren, que nada tienen que ver con la misión de la Iglesia a la que nos llama el Papa Francisco”, afirma el comunicado, que reclama a los responsables de la iglesia (Mensajeros de la Paz, liderados por el conocido padre Ángel) “que sean coherentes con la misión recibida”.
Había llamado para dar el pésame al viudo
Se da la circunstancia de que, la pasada semana, y a iniciativa del propio padre Ángel, el mismo Osoro se comunicó por teléfono con el marido de Pedro Zerolo para transmitirle su pésame por el fallecimiento del político socialista, lo que hace más extraña la reacción del prelado, uno de los obispos más abiertos de nuestro país y que a esa misma hora participaba en un coloquio en el Teatro Español, dentro del programa 'Voces de Madrid'.
Algunas fuentes aseguran que Osoro tuvo que tomar esta decisión después de una llamada de Roma, donde se había recibido una denuncia en la que se decía que decenas de parejas homosexuales habían celebrado un “beso colectivo” en el templo. Una información rotundamente falsa, como el hecho de que el acto tuviera carácter político.
La noticia provocó el desconcierto entre muchos de los participantes en el acto, como el candidato socialista al Ayuntamiento de Madrid, Antonio Miguel Carmona, quien fuera uno de los participantes en el acto de San Antón. Carmona, católico reconocido, escribió al arzobispo transmitiéndole sus “disculpas” por si “ha habido algún equívoco en relación a nuestro ejercicio de oración” en honor de Pedro Zerolo. “El padre Ángel, persona a la que se quiere enormemente en Madrid, ofició un acto religioso abierto, una oración por un luchador por los derechos humanos, muy querido por los madrileños”.
Por su parte, el padre Ángel, presidente de Mensajeros de la Paz, quiso minimizar el hecho, y emitió ayer un breve comunicado donde afirma que el de este miércoles fue un “acto en memoria del fallecido Pedro Zerolo”. “Determinadas informaciones sacadas de contexto -argumenta el religioso-, han podido hacer pensar que dicho acto tenía un marcado carácter político, lo que ha suscitado la preocupación en nuestro querido arzobispo D. Carlos”.
“Quise hacer una oración por Pedro Zerolo, un hombre comprometido durante mucho tiempo por los demás, más allá de su militancia política”, se justifica el padre Ángel, quien lamenta “que alguien lo haya interpretado como un acto político. No fue ésa nuestra intención”.
“Agradezco al señor arzobispo haber podido hablar con él de este tema, de una manera cariñosa y constructiva. Por mi parte, sigo ilusionado por que san Antón continúe siendo una iglesia abierta a todos las 24 horas del día, en la que miles de personas puedan encontrar un lugar de oración y de acogida”, concluye la nota, que recuerda que “desde Mensajeros de la Paz llevamos más de medio siglo trabajando por la construcción de una sociedad más justa para los descartados de la sociedad, independientemente del signo del gobierno de turno. Así lo seguiremos haciendo. Agradecemos las palabras de nuestro arzobispo, y entendemos su preocupación, aun aclarando que, en la iglesia de San Antón, lo que se hizo fue recordar a un ser querido por la práctica totalidad de los madrileños”.