Calor, vacaciones y los trámites del voto por correo: los riesgos para la participación de convocar elecciones en julio
El adelanto de las elecciones generales para el 23 de julio de 2023 hace que los comicios vayan a celebrarse en circunstancias especiales. La fecha elegida por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez puede tener efectos disuasorios para la participación. Va a ser un mes muy caluroso –julio de 2022 fue el más cálido en los registros de la AEMET con una media dos grados por encima del promedio histórico–. Va a haber un montón de gente fuera de su lugar de residencia por ser su periodo de vacaciones estivales. Los trámites del voto por correo se alargan de manera que pueden pisar las semanas de libranza y obligan a estar en la zona de residencia para recibir la documentación necesaria para votar con adelanto.
Casos anteriores: Galicia y Euskadi, caminos opuestos
Hace poco hubo dos ejemplos de comicios convocados en pleno julio. Galicia y Euskadi votaron el 12 de julio de 2020 –poco después del confinamiento por la pandemia de COVID– ya que sus elecciones ordinarias de abril fueron aplazadas por la emergencia sanitaria.
Tuvieron comportamiento antagónicos: en Galicia, la participación fue del 58,4%. Fue un dato más alto que en las dos convocatorias anteriores de 2012 y 2016. En Euskadi la participación el 12 de julio de 2020 fue del 50,78% la más baja registrada desde 1980. En 2016 fue del 60%, en 2012 del 63%.
Un mes de calor extremo
La temperatura media en julio en España es de 22,9 ºC. Pero esa media se obtiene con las máximas y las mínimas a lo largo de los días del mes y además, varía bastante en función de la zona que se mire. El contexto de cambio climático está haciendo los veranos españoles no solo más largos sino más intensos en cuanto a temperaturas altas.
En el sur, en Andalucía, la temperatura media diurna de la comunidad en julio supera los 33ºC, pero hay ciudades como Sevilla y Córdoba donde la media máxima está en 36ºC, en Jaén y Granada 34ºC y Huelva 32ºC.
Justo un 23 de julio de 1995, Sevilla y Córdoba marcaron un récord de temperatura con 46ºC y 48ºC –batido dos décadas después–. Las mesas electorales en estas localidades se suelen ubicar en el interior de colegios públicos. Poco a poco, los centros escolares se han ido climatizando, pero aún hay algunos sin aire acondicionado. De hecho, en olas de calor padres y madres cordobeses acuden a recoger a los alumnos a las 12:00, para evitar golpes de calor. Pero hay colegios públicos de amplias zonas de España, especialmente en el interior, que no están climatizados
Con esos datos, la ley electoral andaluza excluye la convocatoria de elecciones autonómicas del 1 de julio al 31 de agosto. El clima, y la coincidencia con las vacaciones estuvieron entre las causas de dicho cambio. La decisión se remonta a 1994, cuando se reformó la Ley de 1986, durante mandato de Manuel Chaves (PSOE) y se acordó que “el Decreto de Convocatoria fijará la fecha de la votación, que no podrá estar comprendida entre los días 1 de julio a 31 de agosto”.
En Castilla-La Mancha, la media de máximas ronda los 32 ºC con Albacete en 33,7ºC, Toledo 33,6ºC y Ciudad Real en los 30,7ºC. Cuenca y Guadalajara tienen registros promedio más suaves. En Extremadura, la media de máximas ronda los 34ºC.
Vacaciones para mucha gente
Celebrar unas elecciones en la cuarta semana de julio implica situar la fecha en plena temporada de vacaciones estivales en España. Julio es el segundo mes de vacaciones para los residentes, según el Instituto Nacional de Estadística.
De hecho, el año pasado se registraron 19 millones de desplazamientos de residentes en ese mes –por los 23 millones de agosto y 14 millones de septiembre–. Son muchos millones de votantes cuyo periodo de descanso veraniego está a pleno rendimiento. El 90% de esos desplazamientos se realizaron dentro del país. Hubo más de ocho millones cuyo destino fue un hotel o algún otro tipo de alojamiento comercial.
Si estoy fuera, voto por correo: los plazos
No estar en el lugar de residencia durante unos comicios no implica de manera inequívoca verse en la tesitura de o voto o vacación. El voto por correo permite depositar las papeletas con antelación. Sin embargo, los plazos legales para realizar los trámites se extienden de tal manera que hace muy posible que se solapen en mayor o menor medida al mes de julio.
La normativa dice que la solicitud puede realizarse desde el día en el que se convocan las elecciones: el 30 de mayo. “El elector solicitará de la correspondiente Delegación a partir de la fecha de la convocatoria y hasta el décimo día anterior a la votación”, dice la regla. El trámite se hace en cualquier oficina de Correos que tiene que remitir la solicitud ante el Censo Electoral en tres días.
Eso dejaría bastante margen, pero Correos solo puede mandar la documentación de sobres, papeletas etc a los solicitantes a partir del 34º día posterior a la convocatoria lo que hace que ese día se meta ya en el 2 de junio. Lo malo es que esa documentación puede llegar al domicilio indicado por el solicitante –o si no al que aparezca en el Censo– hasta el sexto día previo a las elecciones.
Y ese plazo sí entra de lleno en julio ya que la fecha marcada sería el 17 de ese mes. El votante puede envíar su voto por correo certificado “en todo caso antes del tercer día previo a la celebración de la elección”. En este caso: el 19 de julio.
6