La Tierra empalma nueve meses seguidos batiendo el récord de temperatura global
El mundo acaba de vivir el mes de enero más cálido desde que comenzaron los registros hace más de un siglo. Y eso lleva la secuencia hasta nueve meses consecutivos batiendo el récord de temperatura en la Tierra. Según los datos de la NASA, la temperatura media alcanzada ha superado el promedio de la serie histórica por el margen más alto jamás registrado. Además, enero estableció otro récord, dado que la superficie de hielo del Ártico alcanzó su punto más bajo.
La temperatura global promedio de enero fue de 13 grados centígrados, superando ampliamente el récord anterior establecido en enero de 2007, según consta en los registros iniciados en 1880. La NASA aseguró que las temperaturas de este enero estuvieron 1'13 grados centígrados por encima de lo normal, mientras que la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), que realizó una estimación diferente, ofreció el dato de 1'04 grados por encima de la media, el segundo mayor margen en la historia, solo por detrás del pasado mes de diciembre.
Según el informe emitido por la NOAA, estos dos meses son los únicos que han superado la temperatura media por más de 1°C. El mes pasado, además, sumó el decimocuarto (desde diciembre de 2014) en el que la temperatura global mensual se encuentra entre las tres más cálidas de la serie.
Debido al cambio climático y a El Niño
Estos nueve meses consecutivos de récord por altas temperaturas coinciden con un fenómeno de El Niño especialmente intenso. La última vez que tuvo lugar un Niño tan fuerte como el actual fue en 1997 y también entonces hubo una racha nueve meses con récords de temperaturas (entre junio de 1997 y febrero de 1998). El periodo más largo de meses consecutivos batiendo récords se produjo en 1944, con 10, con lo que habrá que esperar a febrero para comprobar si se vuelve a batir el récord.
El Niño es un fenómeno climático que este año está siendo particularmente intenso y que será, junto al cambio climático, el responsable del caótico clima que viviremos durante este 2016. Sin embargo, de acuerdo con el Centro de Predicción del Clima de la NOAA, a partir de principios de febrero de 2016, es posible que el El Niño comience a debilitarse.
La temperatura en tierra ha sido la segunda más alta
Los datos ofrecidos por la NOAA tienen en cuenta tanto la temperatura en tierra como la de la superficie oceánica. Si solo se cuenta la temperatura en tierra, el incremento de el mes de enero ha sido de 1'56°C por encima de la media, el segundo más alto registrado para enero, solo por detrás del mismo mes de 2007.
Gran parte de este aumento global de las temperaturas se debe a la franja del norte de Siberia, donde las temperaturas se elevaron al menos 5°C por encima de la media mensual de los últimos 30 años. Aunque el informe también señala que diversas partes del sudeste de Asia, el suroeste de Asia y el medio Oriente, la mayor parte del sur de África y zonas de América central y del Sur han tenido temperaturas mucho más cálidas de lo normal.
Solo el norte de México, la península escandinava y Mongolia presentaron temperaturas más frías de lo habitual en estas fechas y especialmente en regiones del extremo occidental de Rusia y Asia Central, donde tuvieron temperaturas de menos de 5°C por debajo de la media.
Aumento de la tasa de pérdida de hielo ártico
La extensión del hielo marino durante enero fue de unos 13'53 millones de kilómetros cuadrados, lo que supone más de un millón de kilómetros cuadrados menos que la media. Así lo aseguran desde el Centro Nacional de Datos sobre Hielo y Nieve, donde analizan la evolución de la superficie de hielo del planeta a través de imágenes por satélite. Este nuevo récord supera en 90.000 kilómetros cuadrados al anterior, que se produjo en 2011.
Estos resultados contrastan con la evolución observada durante los últimos años, dado que la tendencia durante el período de 2005 a 2015 había sido positiva, con una reducción de la tasa de pérdida de hielo. Es más, un artículo publicado recientemente en Geophysical Research Letters sugiere que es probable que en un futuro próximo la extensión del hielo en esta parte del Ártico se mantenga estable o incluso aumente.