La estrella Betelgeuse se 'apagará' esta noche por el paso de un asteroide: cómo verlo a simple vista
La estrella Betelgeuse desaparecerá esta noche del firmamento durante alrededor de diez segundos, una ocultación súbita que podría asustar a un observador desprevenido, y más teniendo en cuenta que esta estrella supergigante es una de las principales candidatas a convertirse en supernova. Ocurrirá en torno a las 2:15 de la madrugada en la parte superior izquierda de la constelación de Orión, en la estrella que ocupa el hombro derecho del arquero, y será visible a lo largo de una franja en el sur de España, desde Murcia hasta Huelva.
La estrella gigante no se ‘apagará’ temporalmente en el cielo como consecuencia de un acontecimiento catastrófico, sino porque el asteroide (319) Leona, con un diámetro estimado de unos 65 kilómetros, pasará por delante y bloqueará su luz. El objeto, que se está moviendo de este a oeste en nuestro cielo nocturno, se halla en el cinturón exterior de asteroides a unos 270 millones de kilómetros y su tamaño es diminuto en comparación con la superestrella. Para hacerse una idea, si colocáramos este astro situado a unos 725 años luz de distancia en el sistema solar, llegaría hasta la órbita de Júpiter.
Este fenómeno, para cuya observación los científicos del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) han pedido la colaboración ciudadana a través del proyecto Starblink, ofrece una oportunidad única para estudiar la atmósfera de Betelgeuse y recopilar datos sobre la forma y demás características del asteroide Leona.
Un eclipse estelar
“Da la casualidad de que el tamaño aparente del asteroide y de la estrella en el cielo serán muy similares.”, apunta René Duffard, investigador de Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) en conversación desde el observatorio de Calar Alto, donde seguirá el fenómeno. “Es parecido a lo que pasa cuando la Luna pasa frente al Sol y lo tapa completamente, a pesar de que el asteroide tiene 65 km de diámetro y la estrella es muy grande, pero está muy lejos”. “Es cierto que ocultaciones de este tipo son muy comunes, y cada noche hay alguna, pero las estrellas ocultadas suelen ser muchísimo menos brillantes que Betelgeuse”, explica Pablo Santos, del IAA-CSIC, a elDiario.es. “Esta ocultación es muy rara, de esas que se producen una vez en la vida”.
Debido a la distancia y el pequeño tamaño, este tipo de objetos como (319) Leona no se pueden observar con telescopios (ocuparía uno o dos píxeles en una imagen del telescopio espacial Hubble si apuntara hacia esa zona del Sistema Solar) y la información más precisa se obtiene gracias a las ocultaciones de este tipo. El asteroide tiene solo 66 milisegundos de arco. “Para hacerse una idea de su tamaño en el cielo —señala Santos— la Luna llena tiene medio grado, que son 30 minutos de arco, así que si la divides en 30 partes cada una sería un minuto de arco. Si tomas ese 1/30 de la Luna y lo divides en 60, tendrías 1 segundo de arco; y ahora divide eso en mil y tendrás un milisegundo de arco. El asteroide ocupa solo 66”.
Muchos ojos mirando
Este objeto estelar pudo ser caracterizado al pasar por delante de otra estrella menos brillante en septiembre de este año, cuando se observó que era relativamente alargado, de unos 80 km por un lado y 55 km por el otro, pero la observación colectiva permitirá caracterizarlo mucho mejor, según los astrónomos. “Como se prevé que haya cientos de observadores, se podrá sacar información mucho más precisa”, indica Santos. Debido a que es irregular “como una patata” y va dando vueltas, advierte Duffard, no sabemos a ciencia cierta en qué posición pasará, pero la ocultación será prácticamente total en cualquiera de los escenarios.
Gracias a que habrá mucha gente mirando se puede obtener mucha información tanto del asteroide como de la estrella, es como el juego de unir la línea de puntos
La franja en la que será visible la ocultación, que atraviesa Andalucía, tiene el mismo ancho que el propio objeto, de forma que si se documentan bien las observaciones se puede obtener una medida mucho más precisa de su tamaño. “Gracias a que habrá mucha gente mirando se puede obtener mucha información tanto del asteroide como de la estrella, es como el juego de unir la línea de puntos”, indica el astrofísico del IAA. “De cada observador tienes un extremo del asteroide, de cuándo aparece y desaparece, y muchos puntos te permiten trazar la silueta con mucha más precisión”.
“Este tipo de ocultaciones nos permite afinar el tamaño y forma de los asteroides, especialmente de los más pequeños y que desde la Tierra la mayor parte de las veces no son más que un punto, de ahí su importancia a nivel científico”, señala Nahúm Méndez Chazarra, geólogo y divulgador científico. “También incluso puede ayudarnos a descubrir si la estrella pudiese tener alguna compañera, ya que el asteroide hace de parasol, disminuyendo el brillo de la estrella y permitiendo que objetos menos brillantes salten a la vista”.
Información sobre la estrella
Otro aspecto interesante es que la observación colectiva puede permitir obtener información de Betelgeuse que no se puede obtener de otra manera. “Podemos obtener un mapa de la superficie de la estrella en el momento de la ocultación, y saber si tiene manchas, por ejemplo”, informa Santos. Esto es algo que para una estrella nunca se ha conseguido. “Las manchas producirían una señal en la curva de luz y con un programa somos capaces de recuperar esa información”, indica. Por otro lado, además se mapear la superficie, se podrá medir la superestrella con más precisión, destaca el experto, algo que es muy importante para quienes hacen modelos de evolución estelar.
“De la misma forma que en un eclipse solar podemos estudiar el Sol al ver la corona, podremos sacar información no solo del asteroide, sino de la propia Betelgeuse, por eso han venido tantos investigadores”, asegura Duffard. “A medida que el asteroide lo va ocultando, se han hecho modelos de cómo debería caer el cambio del brillo si la estrella es homogénea, si tiene una mancha o si tiene variaciones de temperatura”.
Si las nubes lo permiten
Todo esto será posible si el cielo no está totalmente cubierto en la franja de observación, algo que es bastante probable, según indica José Miguel Viñas, meteorólogo de Meteored. “Estará cubierta de nubes toda la franja desde donde podría verse”, informa. “Sólo algún claro transitorio y de pequeño tamaño podría abrir en algún sitio una miniventana”.
Imagina llevar a un amigo y decirle ‘mira a esa estrella de ahí y a tal hora exacta la voy a desaparecer'. Estas predicciones dieron mucho poder a quienes podían hacerlas en el pasado
Si embargo, los astrónomos se muestran optimistas. “Yo estoy en Calar Alto y estoy viendo el cielo bastante limpio, hay nubes altas, pero esperemos que no empeore”, nos dice Duffard este mediodía del lunes. “Si son nubes altas, y no tapan todo el cielo, nos puede venir hasta bien”, asegura Santos. “El as en la manga es que el brillo de Betelgeuse es tan grande que la mayoría de telescopios tienen que poner filtros, así que esas nubes incluso nos podrían facilitar la observación”.
En cualquier caso, si uno está en la zona del eclipse, merece la pena un intento, dado lo único de la ocasión y que se podrá ver muy bien con unos prismáticos o con el móvil, incluso desde las ciudades. “Imagina llevar a un amigo y decirle ‘mira a esa estrella de ahí y a tal hora exacta la voy a desaparecer”, sentencia Duffard. “Estas predicciones dieron mucho poder a quienes podían hacerlas en el pasado; hoy nos puede servir para pensar en lo asombroso que es que un objeto tan chiquitito como una piedra de 60 km de diámetro puede ocultar una estrella tan gigantesca como Betelgeuse”.
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