MAPA: 6 de las 10 comunidades con mayor riesgo de pobreza infantil no abrirán los comedores en verano
Bajo la premisa de que abrir los comedores escolares “visibiliza” el problema de la pobreza infantil y “etiqueta” a los niños que la sufren, seis de las diez Comunidades Autónomas con mayor riesgo de pobreza infantil han optado por no abrir los centros educativos durante los meses de verano, desoyendo así el consejo de la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril.
La Defensora dirigió el pasado junio una recomendación a las consejerías de Presidencia de todas las Comunidades Autónomas y de las ciudades de Ceuta y Melilla, para que los comedores escolares atiendan este verano a los menores en situación de mayor vulnerabilidad. Becerril elaboró este aviso días después de que se conocieran los datos de Eurostat que alertan del riesgo de pobreza y exclusión social entre la población menor de edad española. Según este barómetro, 2,8 millones de niños se encuentran en la línea roja y casi un 30% viven por debajo del umbral de pobreza, un total de 2.500.329.
De acuerdo con los datos que ha proporcionado el Instituto Nacional de Estadística (INE) a este diario, la comunidad autónoma con mayor riesgo de pobreza infantil es Castilla-La Mancha, con un 40,8% de los menores en esta situación. Sin embargo, según anunció su Ejecutivo el pasado junio, serán los ayuntamientos los que decidan si abrir o no los comedores escolares durante los meses de verano.
En una situación parecida se encuentra el Govern de Islas Baleares, que ha destinado una partida de 870.000 euros procedentes de Moncloa para cubrir los gastos de los consistorios que, voluntariamente, decidan abrir sus centros en verano. Según el INE, esta comunidad registra una tasa de pobreza infantil del 31,4%. La Región de Murcia es otra de las administraciones que ostenta datos preocupantes a este respecto con el 31,6% de los menores entre 0 y 17 años en la frontera del riesgo de pobreza. El Gobierno regional, del Partido Popular, ha firmado un acuerdo con Cáritas y Cruz Roja para que sean éstas las que abran y gestionen los centros durante el verano.
Un paso más allá han ido La Rioja y Cantabria –también en el top ten de comunidades con riesgo de pobreza entre menores–. Ambas regiones se han negado a la propuesta de Becerril resguardándose en que los fondos específicos regionales ya cubren los casos de extrema gravedad en sus territorios y argumentando que la política propuesta por Becerril arroja excesiva visibilidad al problema. Concretamente, el presidente de La Rioja, Pedro Sanz, aseguró recientemente a los medios de comunicación que, en el caso de aprobarse una medida como esta, “los niños quedarán marcados”.
Por su parte, la Generalitat Valenciana, con un 26,9% de riesgo de pobreza infantil, ha optado por no abrir los comedores escolares en la temporada estival pero a cambio ha anunciado que destinará 1,2 millones de euros en ayudas directas a las familias con menos recursos, decisión que ha sido secundada por Asturias, Navarra y Madrid. Castilla y León también se ha sumado a la negativa de abrir los colegios, pero ha anunciado la aplicación de una estrategia ad hoc en compensación que cuenta con más de 23 programas y cerca de 20.000 beneficiarios.
Canarias, Cataluña y Andalucía abrirán todos sus centros
En el extremo opuesto, Canarias, Andalucía y Cataluña han aprobado abrir los centros durante seis hora al día entre semana en los que ofrecerán actividades lúdicas y de apoyo al inglés que incluyen el polémico servicio de comedor. Canarias prevé beneficiar a más de 6.000 niños de todas las islas, según palabras de su presidente, Paulino Rivero, y en Catalunya los colegios públicos de primaria acogerán a los casales –una suerte de centros culturales de barrio– que ya disponen de becas de comedor proporcionadas por los ayuntamientos.
En Extremadura, que ocupa el segundo lugar del ranking de comunidades con riesgo de pobreza infantil con una tasa del 39,6%, los comedores escolares también abrirán durante el verano, según anunció la Junta el mes pasado. Aun así, desde Izquierda Unida expresaron su descontento hacia el Gobierno regional hace unos días ya que a principios de julio aún no se conocía la fecha de la puesta en marcha del programa.
Las ciudades autónomas de Ceuta (con un alarmante 58% de menores en riesgo de pobreza) y Melilla también han dado el sí a la propuesta de Becerril. Pero con matices, ya que sólo abrirán siete comedores y 400 plazas, respectivamente. Mientras tanto, la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, ha anunciado que abrirá “algunos colegios”, no todos, para los que destinará una suma de 700.000 euros.
